La Inteligencia emocional puede transformar una vida, un matrimonio y una familia.
Inteligencia emocional es la capacidad de controlar nuestras emociones, para encargarnos del bienestar de las personas a nuestro alrededor. Resumiendo, es el verdadero significado de una palabra trascendental: ¡AMOR!
Pero los expertos en el tema del comportamiento humano han llegado a la conclusión de que, de poco sirve un alto nivel de IQ si no se tiene un nivel más alto de inteligencia emocional. Porque la inteligencia emocional es la que, permite tener y mantener buenas relaciones con las personas a tu alrededor y, en consecuencia, disfrutar del amor, paz y gozo en el corazón, elementos fundamentales de la felicidad.
A diferencia del IQ, la inteligencia emocional se puede cultivar y desarrollar por medio de la aplicación de nuevos hábitos de vida, en sustitución de los viejos hábitos egoístas y orgullosos. Cultivar y desarrollar nuevos hábitos es un proceso que requiere mucho esfuerzo, disciplina y constancia.
Las dos actitudes más difíciles de vencer para cultivar y desarrollar la inteligencia emocional en nuestra vida, son el egoísmo y el orgullo. El egoísmo nos impulsa a enfocarnos más en nuestras necesidades, que en las necesidades de los demás, aunque sean mayores que las nuestras, o en los deseos de los demás, dándoles menor importancia que los nuestros.
Y para cultivar y desarrollar la inteligencia emocional, debemos madurar como seres humanos, enfocando nuestra mente hacia valores más importantes que nuestras posesiones materiales, el estatus social, o los placeres de este mundo. Tengamos en cuenta que. los verdaderos valores importantes de la vida son el amor, el perdón, la humildad, la bondad, el servicio desinteresado, la sinceridad, la misericordia, la fe y otros como éstos.