miércoles, 28 de noviembre de 2012

2da. Epístola Universal de Pedro Capítulo 01 versículos 5-8 - vídeo

1:5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento;
1:6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad;
1:7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
1:8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 

Hace unos días, de mañana temprano, me encontraba en el salón de mi casa y, como hago diariamente a esas horas, habilité un tiempo, cortito eso sí, para leer la Biblia. Estaba centrado leyendo la santa Palabra de Dios, leía concretamente esta 2ª epístola de Pedro, cuando llegué a los citados versículos 5 al 8. Los leí, y releí, no sé cuántas veces, pero os aseguro que fueron bastantes, hasta que los comprendí, o al menos los interpreté, creo, adecuadamente.
En la Biblia leemos, ahora no sé exactamente donde, que hay tres elementos o sentimientos fundamentales e imprescindibles en la vida espiritual de todo buen cristiano. A saber: Fe, Esperanza y Amor. Con ser sumamente importantes los tres, el mayor o más importante de ellos es el “Amor”.
Pues, como os decía, al leer estos versículos, y volverlos a leer, los interpreté de la forma que el dibujo ilustra lo mejor posible. Es decir, siento que la “Fe” es el primer sentimiento fundamental. Le añadimos, como dice el  vers. 5, la “Virtud”; a ésta le añadimos “Conocimiento”. Al Conocimiento, Dominio propio (sentimiento de seguridad en Su Palabra, seguridad en Él), +“Paciencia” + “Piedad” + “Afecto fraternal” + “AMOR”; este es el último, el sentimiento más importante de todos y, así creo que se puede decir, consecuencia de la plena observación  de los anteriores. Al fin y al cabo ¿cuál es el primer mandamiento y, seguramente, el más importante de la ley de Dios?: “Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. También leemos en Juan 3.16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Y en Romanos 5.8:…mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Ese es el amor verdadero, así como Jesús dijo a sus discípulos: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”.

Todas estas cosas nos conducen a la más importante de todas: el AMOR.
M.G.L:

Bondad - Reflexiones

Durante la Guerra Civil de EE.UU., el presidente Abraham Lincoln visitaba a menudo los hospitales para conversar con los soldados heridos.
Una vez los médicos le señalaron a un joven soldado, ya próximo a la muerte, y Lincoln se acercó a su cama.
-¿Puedo hacer algo por usted? -preguntó.
Era obvio que el soldado no había reconocido al presidente; haciendo un esfuerzo, pudo susurrar:
-Por favor, ¿me escribiría una carta para mi madre?
Alguien le dio lápiz y papel; el presidente comenzó a escribir cuidadosamente lo que el joven lograba dictar:
“Mi queridísima madre: Fui malherido mientras cumplía con mi deber.
Temo que no podré recuperarme. Por favor, no te aflijas demasiado por mí.
Besa de mi parte a Mary y a John. Que Dios les bendiga, a ti y a mi padre.
Como el soldado estaba demasiado débil para continuar, Lincoln decidió firmar la carta por él y agregó:
“Escrita en nombre de su hijo por Abraham Lincoln”.
El joven pidió ver la nota y quedó atónico al saber quién la había escrito.
-¿De veras es el presidente? ‘preguntó.
-Sí, lo soy -replicó Lincoln tranquilamente. Luego, Abraham quiso saber si había alguna otra cosa que pudiera hacer por él.
-Por favor, ¿quiere darme la mano? -pidió el soldado-. Eso me ayudará cuando llegue el fin.
En la silenciosa habitación, el alto y enjuto presidente tomó la mano del muchacho y pronunció unas cálidas palabras de aliento hasta que llegó la muerte.
Debes dar tu tiempo al prójimo; aunque sea algo pequeño, haz algo por los demás, algo por lo que no obtengas más recompensa que el privilegio de hacerlo.
Mateo 19:19 “Honra a tu padre y a tu madre: y amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

Somos una generación escogida - Meditaciones, Reflexión

Todo comenzó con la elección de los doce apóstoles (Mateo 4:18-21), que luego se volvieron casi ciento veinte (Hechos 1:15), a los que fueron añadidos miles (Hechos 2:41), y nosotros somos parte de esa generación, en expansión constante, separados (elegidos) cuando recibimos a Cristo para ser y hacer lo mejor, pues, hallamos gracia a sus ojos.
“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” NVI (I Pedro 2:9)
Los elegios son aquellos que tiene un potencial mejor, que pueden ofrecer para Dios y para su pueblo aquello que nadie ofreció aún.
así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.” NVI (Mateo 20:28)
Y tú como escogido, ¿qué ofreces al Señor y a su pueblo?

La Generación escogida no retiene lo que Dios le da.

Si la bendición de Dios está sobre nosotros, seremos llevados a muchos lugares para hablar de su amor, pero eso no debe significar algo para nuestra gloria, sino que servirá para que seamos un instrumento profético de su Voz y voluntad. Paulo dice en Romanos 8:20-22 que “el mundo gime esperando la manifestación de los hijos de Dios”. ¿Cómo será esa manifestación?. La Palabra también nos dice que cuando tengamos que hablar algo no deberemos preocuparnos por las palabras, sino que el Espíritu Santo colocará las palabras en nuestra boca. (Mateo 10:19). Entonces nuestra parte es solamente estar disponibles con todo lo que tenemos (talento, buena voz, simpatía, unción, atributos estos que muchas veces nos da Dios), y ser lo que Dios quiera que seamos, sin “máscaras” o “interpretaciones”, y Él nos colocará en un lugar de importancia, estratégico para sus propósitos y expansión de su Reino.
Necesitamos solamente ser  siervos, preocupados única y exclusivamente en cumplir bien los designios de nuestro Señor. Ser hayado como un siervo bueno y fiel significa también ser hayado como un gran amigo con quien Dios podrá contar. “Y, si alguien me sirve, mi Padre lo honrará.” (Juan 12:26).
Dios está en la procura de personas que miren con los mismos ojos de Jesús; que haya compasión en ellas y en su corazón, que lloren por sus necesidades disponiéndose a hacer todo lo posible para que las almas todas tengan un verdadero encuentro con El Señor Jesús.
El servicio es, muchas veces, árduo y las personas abusan de la atención que disponemos hacia ellas; abusan de nuestro amor y de nuestro respeto, pero, fue Jesus quién dijo: “No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos. Y yo no he venido a llamar a justos sino a pecadores.” (Marcos 2:17). Tenemos que entender que ellos están, la mayoría de las veces, enfermos y necesitan de remedios, que es el amor incondicional de nuestro Padre.

Nunca olvides: ¡Tú formas parte de la Generación Escogida para proclamar la Gloria de Dios!

Tomados de la mano - Devocionales, Reflexión - vídeo

CITA BÍBLICA: Juan 10.28-29 “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”
En cierta ocasión, yendo un niño por la calle, tomado de la mano de su padre, le comentó: Papi, ¿verdad que si me suelto de tu mano me puedo perder? A lo que el padre amoroso le contestó: sí hijo, pero no tengas miedo porque YO no te voy a soltar, ni permitiré  que te pase nada; entonces el niño volviéndose y mirándole con ojos de ternura le dijo: gracias papito porque yo sé que tú me cuidas  y contigo me siento seguro. Y apretándole fuertemente con su manita siguió alegremente su camino, sabedor de que ante cualquier peligro contaba con un padre que daría la vida misma por defenderle. Esa es la misma promesa que nuestro Salvador dejó plasmada en su Santa Palabra en el verso 28 en su segunda parte (NADIE LAS ARREBATARÁ DE MI MANO); si pones atención  en la frase, notarás que el Señor habla con toda autoridad y en tiempo futuro, es decir, por todas las generaciones. La mano que nos ofrece es la que nos brinda seguridad, confianza, paz y gozo. Todo aquel que cree en el Señor tiene la certeza de que no está solo; que, al igual que el niño, tiene confianza de que ante cualquier situación adversa cuenta con un Padre que le cuidará siempre, que camina con él y le (nos) libra de cualquier peligro.
El mismo Dios que le dijo a Josué “no temas ni desmayes, porque yo estaré contigo a donde quiera que vayas” Josué 1.9 es el mismo Dios que te habla hoy y te repite lo mismo, porque Él es el mismo ayer y siempre; es el mismo que te dice a gritos “CONFÍA EN MI”, conmigo estarás seguro, toma mi mano que se encuentra extendida para brindarte la ayuda que estás necesitando, no busques otra mano, toma la mía y llénate del poder que te estoy otorgando; es tuyo tómalo.
Si aún no crees lo que te digo,....¡vale!, está bien, no lo creas; pero si confías en el Señor y crees en sus promesas y su palabra poderosa, entonces ve lo que dice el salmo 118.15-16 (la diestra de Jehová hace proezas. La diestra de Jehová es sublime. La diestra de Jehová hace valentías) ¿Por qué te menciona el salmista la diestra? Simple: porque en ella se manifiesta su Poder, su Gloria, la Victoria, etc.

Por su diestra Moisés abrió el mar rojo, por su diestra también abrió el Jordán, por su diestra cayeron los muros de Jericó, por su diestra brotó agua de la peña, por su diestra conquistaron la tierra de Canaán, por su diestra aquel chiquillo mató al gigante; por su diestra, sólo por su diestra… ¿Qué significa esto? Que por el poder de Dios manifestado a los hombres se lograron grandes prodigios y milagros. ¿Sabes cuál es el milagro más esplendoroso que ha hecho Dios?: LA CREACIÓN. De este tamaño es el poder de Dios; y lo más maravilloso es que tú lo posees, todo radica en que lo creas y lo actives.


Agradecido - Reflexiones

Un muchacho entró con paso firme en una joyería y pidió que le mostrarán el mejor anillo de compromiso que tuviera.
El joyero le presentó uno. La hermosa piedra brillaba como un diminuto sol resplandeciente. El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo elogió. Preguntó luego el precio y se dispuso a pagarlo.
¿Se va a casar usted pronto? – Le preguntó el joyero. No! – respondió el muchacho – Ni siquiera tengo novia.
La muda sorpresa del joyero divirtió al comprador. Es para mí mamá – dijo el muchacho.
Cuando yo iba a nacer estuvo sola; alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, así se evitaría problemas. Pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y tuvo muchos problemas. Muchos. Fue padre y madre para mí, y fue amiga y hermana, y fue mi maestra. Me hizo ser lo que soy.
Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa porque si ella hizo todo por mí, ahora yo le prometo que haré todo por ella.
Después, posiblemente le entregue otro anillo de compromiso. Pero ya será el segundo.
El joyero no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el descuento aquél que se hacía nada más que a los clientes importantes.
“No olvides lo importante que es mostrar el agradecimiento y el amor hacia tus padres. Lo que han hecho por ti no tiene precio, sin embargo puedes hacer tu mayor esfuerzo en devolverles al menos lo mejor dentro de tus posibilidades; recuerda que si no eres padre, muy probablemente lo serás más tarde. Aprovecha mientras los tienes a tu lado, no sea que pronto tengas que arrepentirte y no puedas devolvérselo.”
Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que doy gracias? I Corintios 10:30
Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas. Salmo 26:7
Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos, Pues cercano está tu nombre; Los hombres cuentan tus maravillas. Salmo 75:1