miércoles, 29 de agosto de 2012

Caminando por la Avenida de la Oración - vídeo

“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra”  Efesios 3:14.
La oración es la avenida maravillosa para recorrer y entrar en el país de la sanidad. Cuando me acerco a Dios y digo, OH Señor, que sea hecha tu voluntad, mi personalidad y mi naturaleza más profunda toca el lugar santísimo.
La oración me hace como niño porque me hace depender del Padre celestial en quien pongo toda mi confianza.
Sé, sin embargo, que mi gran lucha en este día es comenzar sin oración y sin mi tiempo de meditación, porque la sociedad en la que vivo, los periódicos, la televisión, las conversaciones y los compromisos intentarán echar al traste el tiempo que necesito pasar en oración.
Pero hoy quiero antes que nada caminar por las veredas de la oración.
La vida es dura en si misma y por ello debo tener mi tiempo de oración para enfrentar la dureza de esta vida.
Hoy  no quiero escoger la oscuridad del mundo, sino buscar la luz de Dios a través de la avenida de la oración.
Hoy  he elegido regocijarme en la presencia de Dios. Regocijarme en el hecho de su crucifixión y resurrección.
Es fácil tener fe en Dios cuando la vida se desarrolla de la manera como nosotros queremos, pero el verdadero poder de la fe se ve al actuar cuando parece que nuestras oraciones no son contestadas, y sólo lo que rodea nuestra vida es la imagen de los tres días de crucifixión.
Sin embargo, si persisto en la avenida de la oración, a pesar de las sombras que puedan rodearme, finalmente esa avenida me llevará a la gran plaza de la mañana de la resurrección. Y entonces comprenderé que la esperanza no se pierde.
Cuando camino por la avenida de la oración entonces mi mente se alinea con la mente de Dios.
Cuando recuerdo que soy un hijo de Dios, entonces mi mente se alinea con Dios y puedo ver que el poder que abrió el Mar Rojo, cuando Moisés oró, es el mismo poder que rodea mi vida.
Hoy quiero alinear mi mente con la mente de Dios y la única manera de hacerlo es caminando por la avenida de la oración.
Señor gracias, por darme la oportunidad de caminar por esta hermosa vereda de la oración, nuevas experiencias contigo yo encuentro en ese diario caminar.   Amén.



¿Por qué hago lo que hago? - Crecimiento Personal

”Es más fácil desintegrar un átomo que un preconcepto” -Albert Einstein.
Esta es una pregunta que muchas personas se han hecho alguna vez en la vida. Comienzan a cuestionarse si podrían hacerlo de otra manera y surge lo que se llama “paradigma”. Quizás para muchos es un término nuevo pero sin embargo vivimos con muchos paradigmas.
Un paradigma es un modo de ver la realidad que nos sirve de marco o modelo de referencia. Stephen Covey en su libro de Los 7 Hábitos dice que: "El modo en que vemos las cosas (paradigmas) es la fuente del modo en que pensamos y del modo en que actuamos. Todos pensamos que vemos las cosas como son, que somos objetivos, pero no es así. Vemos el mundo no como es, sino como somos nosotros". Es decir que veo el mundo de acuerdo a como soy, o de acuerdo a lo que yo piense de mí. ¿Qué pienso de mí? ¿Pienso que soy un ganador en la vida o un perdedor? De acuerdo a lo que yo piense de esa manera voy a actuar.
Tenemos muchos paradigmas, incluso hasta para relacionarnos con Dios, que no nos permiten alcanzar nuestro potencial y mucho menos disfrutar la vida a plenitud.
Hace siglos se pensaba que la Tierra era el centro del universo, que todo giraba alrededor de la Tierra, y luego se descubrió que era al contrario que giraba alrededor del sol. Un paradigma que se rompió era que para ser salvo había que ser bueno, y Jesús quien es un excelente maestro, rompe el paradigma y le dice al ladrón que estaba a su izquierda que hoy estaría en el paraíso. Para ser salvo solo hay que creer en Jesús, quien es el camino, la verdad y la vida.
¿Cuáles son los paradigmas que tienes acerca de ti?
Algunos de lo más comunes son: “No puedo cambiar”, “No puedo lograrlo”, “Funciona para otros pero  no para mí”, “Soy torpe”, “Soy un fracasado”…
Hoy es un buen día para romper con los paradigmas que hay en tu vida. Tú puedes elegir cambiar hoy y comenzar de nuevo a vivir.
Hay una reflexión que muchos conocen y es la de los cinco monos, que ilustra muy bien esto acerca de los paradigmas.
Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.
Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera los otros le golpeaban, hasta que llegó un momento en que ningún mono subía la escalera a pesar de la tentación de las bananas. Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos, y lo primero que hizo el nuevo individuo fue subir la escalera siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le propinaron una gran paliza. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera, aunque nunca supo el por qué de tales palizas. Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho, le volvieron a golpear. El cuarto y finalmente el quinto de los veteranos fueron sustituidos. Los científicos quedaron entonces con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquél que intentase llegar a las bananas.
Si les preguntásemos a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentaba subir la escalera con seguridad la respuesta sería: “No sé, aquí las cosas siempre se han hecho así.”
Quizás te has dado cuenta que si sigues haciendo las cosas de la misma manera vas a obtener los mismos resultados. ¿Qué vas a hacer para obtener nuevos resultados? ¿Qué vas a hacer hoy para cambiar tus paradigmas?
Hoy es tiempo de dejar de hacer las cosas porque siempre se han hecho así. Es tiempo de soltar lo viejo de tu vida que ha sido un estorbo, como malos hábitos, malas costumbres, malos pensamientos acerca de ti. Es tiempo de vestirte de lo nuevo, aprender nuevos hábitos, desarrollar conducta ejemplar en el matrimonio, hogar, trabajo o negocio; es tiempo de vivir en libertad y no en esclavitud. Alguien dijo que para Dios fue mas fácil libertar a su pueblo de la esclavitud de Egipto que de la esclavitud de sus mentes.¿Cómo son tus pensamientos?
Rompe con los paradigmas que hay en tu vida. Dios no hizo de ti un mono, Él te hizo a su imagen y semejanza. Él te hizo un ganador o ganadora.

¿Puedo Cambiar mi Pasado? - Crecimiento Personal

“SI Dios no hubiera borrado mi pasado, seguramente yo sí hubiera borrado mi futuro” Paco Palafox
¿Eres de las personas que se sienten atrapadas en el pasado? Lo mas seguro es que a pesar de que Dios perdonó tu pasado, todavía estás luchando con ese pasado que no te gusta, te sientes avergonzada por esas cosas que pasaron en tu vida y todavía no lo puedes soltar. Quizás quieras retroceder en el tiempo y no haber hecho lo que hiciste, pero no se puede. Como dice el entrenador Héctor Teme “el pasado es ceniza”. El pasado es historia y no se puede volver a recuperar, lo que sí puedes hacer es cambiar tu presente para un futuro mejor. Si tú eres cristiano, ten por seguro que Dios perdonó tu pasado y nunca más se acordará del mismo. Él te ha hecho nuevo y espera que tú comiences a vivir esa vida abundante. La única manera en que puedes cambiar tu pasado es despojarte del mismo y comenzar a renovarte en tu mente.
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente,” Efesios 4:22,23 (RV1995)
Hay un dicho que dice que somos lo que decidimos ser, y es interesante porque el lugar donde nos encontramos hoy es producto de nuestras elecciones. En la vida cristiana siempre tendrás dos opciones: ¿Soy bendición o soy maldición? ¿Qué camino escogeré, el de la vida o el de la muerte? ¿Soy un nuevo hombre o un viejo hombre? ¿Cuál escoges tú? ¿Eliges seguir viviendo en el pasado o eliges comenzar a diseñar tu futuro?
Tú puedes cambiar tu pasado porque Dios ya lo cambió. Del pasado y de la historia podemos aprender de las cosas que hemos hecho, como de las cosas que hemos dicho. ¿Qué hacer y qué no hacer? ¿Qué decir y qué no decir?
Para poder cambiar nuestro pasado y llevarlo a un futuro grandioso, necesitamos cambiar nuestra perspectiva de la vida e incorporar nuevos hábitos que nos lleven a la vida extraordinaria.
Los hábitos, de acuerdo con la definición del psicólogo José A. Panduro, son una serie de costumbres, de prácticas, que se forman generalmente cuando una persona hace algo de la misma manera y en el mismo lugar, una y otra vez hasta que lo realiza automáticamente sin esfuerzo o planificación.
Es probable que sin darte cuenta tengas aún el habito de vivir en el pasado, y como vives en el pasado te cuesta disfrutar del presente, piensas que es Dios quien no te ha perdonado y tratas de esforzarte pero no lo consigues. ¿Qué pasaría si te despojas de lo viejo, de los malos hábitos? ¿Qué pasaría si comienzas a incorporar nuevos hábitos a tu vida y a renovar tu mente?
La historia que te comparto a continuación es clara y sencilla:
“Un anciano indio Cherokee estaba conversando con su nieto.
Él le dijo: -Los hábitos son como dos lobos hambrientos de igual fuerza que están en tu mente; uno de ellos es bueno y hace todo lo que sea positivo.
Es bondadoso, comprensivo, ama incondicionalmente, siente un constante deseo de dar, ayudar, compartir, y amar, y siempre anda contento, en fin: siente y hace todo lo que sea apropiado para él y los demás.
Pero el otro lobo, es malo. El temor y los malos sentimientos rigen su centro. Así que siente odio, envidia, es egoísta, y los celos devoran su ser. Siente un fuerte deseo de dominar psicológicamente y dominar físicamente, es malvado, violento; vive en amargura.
En conclusión, siente todo lo que sea negativo y hace únicamente lo que es beneficioso para él.
Su nieto se quedó pensando por unos momentos y le pregunta a su abuelo:
-Tato, y si los dos lobos pelearan, ¿Cuál ganaría?
Su abuelo le respondió:
-El lobo que tú decidas alimentar”
¿Qué criatura estás alimentando la vieja o la nueva? ¿De qué está llena tu mente: del pasado o del futuro?
“Sólo un hábito puede dominar a otro hábito.” Og Mandino
Cuando tienes buenos hábitos puedes esforzarte mejor y desarrollar una mejor actitud ante la vida. Cuando tienes buenos hábitos puedes disfrutar y sonreír. Es un buen momento para buscar la ayuda de un entrenador que te ayude a diseñar el futuro que quieres lograr. ¡Es tiempo de elevarse!

La Mariposa - Reflexión - vídeo

Había un viudo que vivía con sus dos hijas, curiosas e inteligentes. Las niñas siempre hacían muchas preguntas.  El padre sabía responder a algunas de ellas, otras no. Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó a las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina.
El sabio siempre respondía todas las preguntas sin siquiera dudar. Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder. Entonces, una de ellas apareció con una linda mariposa azul que usaría para engañar al sabio.
-”¿Qué vas a hacer?” preguntó la hermana,
-”Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta”. Si dice que está muerta abriré mis manos y la dejaré volar, si dice que está viva la apretaré y la aplastaré”.
Y así cualquiera que sea su respuesta, sería una respuesta equivocada.
Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio que estaba meditando.
“Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio, ¿está viva o muerta?
Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió
“Depende de ti ….. ella está en tus manos”
Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falle, somos responsables por aquello que conquistamos o no conquistamos.
Nuestra vida está en nuestras manos, como la mariposa azul….. Nos toca a nosotros escoger que hacer con ella.
Colosenses 3:23
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no a los hombres”
Filipenses 1:9
“Que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que discernáis lo mejor;”
Proverbios 9:10
“El temor del Eterno es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia”
Proverbios 9:8-9
“Corrige al sabio, y te amará. Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber”.

El Señor Es Mi Ayudador, Por Tanto No Temeré-Dios Te Ama Tanto

De manera que podemos decir confiadamente: el Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Hebreos 13:6.
Puesto que Dios jamás nos desampara, bien podemos estar contentos de lo presente. Puesto que el Señor es nuestro, jamás podremos quedar desamparados, sin un amigo, sin un tesoro, sin un refugio. Con tal protección no podremos ser tentados a adular servilmente a nuestros prójimos y pedirles permiso para vivir.
Lo que decimos podemos decirlo con resolución desafiando a todos los que nos contradicen. Quien a Dios teme a nadie más puede temer. Tan grande debiera ser nuestro temor respetuoso al Señor que todas las amenazas de nuestros orgullosos perseguidores sean para nosotros como el silbido del viento. En nuestros días no pueden los hombres perjudicarnos tanto como en el tiempo del apóstol que escribió este versículo. 
El tormento y la hoguera han pasado de moda, y nadie puede hoy quemar a los herejes. Si los discípulos de falsos maestros nos escarnecen cruelmente y se mofan de nosotros, no hemos de maravillarnos, porque los mundanos jamás podrán amar la simiente espiritual. ¿Entonces qué? Debemos soportar el escarnio del mundo; éste no quiebra hueso alguno. Con la ayuda de Dios, seamos valientes, y si el mundo se enfurece, dejémosle en su furor, pero no le temamos.
Hoy la seguridad de que el Señor está a mi lado hace que todo temor se desvanezca.
Señor, qué grato es tener tu compañía. Es fuerza, energía y Vida Eterna. Amén.

Él te ama, tal y como eres, no pide más de ti, solo que le ames.
¡Ríndete a Él, de corazón! Deja todo ante Él y respira su paz y amor sobre ti.

Dios se me manifestó hace ya mucho tiempo, diciendo:
“Con amor eterno te he amado; por eso, te prolongué mi misericordia.
Jeremías 31:3

Deuteronomio 7:8
mas porque el SEÑOR os amó y guardó el juramento que hizo a vuestros padres, el SEÑOR os sacó con mano fuerte y os redimió de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto.

Salmos 25:6
Acuérdate, oh SEÑOR, de tu compasión y de tus misericordias, que son eternas.

Salmos 103:17
Mas la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen, y su justicia para los hijos de los hijos.