sábado, 27 de octubre de 2018

¿Por qué permite Dios los desastres naturales como los terremotos, huracanes y tsunamis?

¿Por qué permite Dios los terremotos, tornados, huracanes, tsunamis, tifones, avalanchas de lodo, y otros desastres naturales? La tragedia del tsunami en Asia a finales de 2004, el huracán Katrina en 2005, en el sureste de los Estados Unidos, y las avalanchas de lodo en el 2006 en Filipinas, por ejemplo, hacen que mucha gente cuestione la bondad de Dios. Es triste que con frecuencia los desastres naturales sean nombrados como “actos de Dios” al mismo tiempo que no se le da “crédito” a Dios durante años, décadas, o incluso siglos de un clima benéfico. 
Resultado de imagen de huracanes terremotos y tsunamisDios creó todo el universo y las leyes de la naturaleza (Génesis 1:1), y la mayoría de los desastres naturales son el resultado de estas leyes en acción. Por ejemplo, los huracanes, tifones y tornados son el resultado de la colisión de diferentes patrones climáticos. Los terremotos son el resultado de desplazamientos de las placas en la estructura de la corteza terrestre. Un tsunami es causado por un terremoto submarino...

Por otra parte, la Biblia proclama que en Jesucristo subsiste el control de la naturaleza (Colosenses 1:16-17). ¿Podría Dios prevenir los desastres naturales? ¡Totalmente! ¿Es posible que a veces Dios tenga influencia sobre 
el clima? Sí, ver Deuteronomio 11:17 y Santiago 5:17. ¿Algunas veces causa Dios los desastres naturales como juicio contra el pecado? Sí, ver Números 16:30-34. También el libro de Apocalipsis describe muchos eventos que pueden ser descritos como desastres naturales (Apocalipsis capítulos 6, 8 y 16). Entonces, ¿es cada desastre natural un castigo de Dios? Definitivamente, no.

Resistiendo las Tentaciones

tentación, manzana, mujerGeneralmente la tentación viene acompañada de sentimientos de culpa. Como resultado, produce desánimo, y se piensa: "si yo fuera mejor cristiano no hubiera sido tan débil", y luego decimos a Dios "¿Por qué no quitas esto de mi cabeza?" Pero a pesar de nuestros reclamos, las tentaciones continúan allí. ¿Por qué?, simple.. las tentaciones no se pueden quitar de la mente porque están fuera de la cabeza y no dentro. Tampoco se eliminan orando, la oración, eso sí, nos da poder para resistirlas "Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros"(Santiago 4:7 ). 

Hay creyentes que afirman que sus tentaciones son más fuertes que las de los demás, pero esto no es así. Las escrituras nos enseñan que las tentaciones son iguales para todas las personas, y que Dios no permitirá que nadie sea tentado más de lo que pueda soportar, pues junto a la tentación nos mostrará el camino para que logremos salir de ellas. (1Corintios 10:13). 


Cuando los cristianos somos tentados, inmediatamente comenzamos a formularnos (a nosotros mismos) la decisión correcta que debemos tomar, pero no estamos solos; el Señor nos promete enviar su Espíritu para ayudarnos a rechazarlas, para guiarnos, y para darnos la fuerza que necesitamos para soportar cualquier tipo de tentación. Además, podemos acercarnos confiadamente a su trono para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Hebreos 4:16). 

No es de sabios tomar las tentaciones livianamente; es un serio error ya que la mayoría de los que han caído en pecado son personas que se creyeron muy fuertes para soportarlas. El mundo y su maldad nos ofrecen a diario un sin fin de tentaciones, por lo que no podemos afirmar rotundamente que somos inmunes a ellas. Lo más inteligente por nuestra parte será alejarnos cuando se presenten. 

Para disminuir su poder sobre nuestras vidas debemos evitar factores de riesgo, como  poseer objetos que puedan ser causa de tentación, o guardar en el corazón sentimientos como la codicia y el rencor. Para resistirlas, es fundamental alimentar a diario una relación de amor con Dios, pues solo Él nos puede dar la suficiente luz para sacarnos de cualquier oscuridad.


Cristiano cultural o cristiano bíblico

La cultura se puede definir de diversas maneras, pero básicamente es:
  • El conjunto de los conocimientos que permiten desarrollar un juicio crítico personal.
  • El conjunto de los modos de vida y costumbres, así como de los conocimientos y grados de desarrollo artístico, científico e industrial, en una determinada época, por un grupo social.
Otra definición: Conjunto de valores, creencias, entendimientos y maneras de pensar compartidos por los miembros de una organización, y que se enseñan a los nuevos miembros. La cultura constituye las normas no escritas e informales de una organización.
Los cambios en el arte, en la música, el teatro, la teología y los medios de comunicación masiva han afectado negativamente a nuestros valores, de forma que las personas hoy en día han adaptado valores empobrecidos, tales como la tranquilidad personal y la abundancia. Vamos a dar la definición de estos dos valores.
Tranquilidad Personal: significa que a uno lo dejen solo; no ser perturbado por los problemas de otras personas, sean estas de otra parte del mundo o de la propia ciudad; vivir la propia vida con un mínimo de posibilidades de ser incomodado.
Tranquilidad personal significa desear que mis propios patrones de vida no sufran interferencias a lo largo de mi existencia, no importa cuáles sean los efectos en la vida de mis hijos o nietos. Con la abundancia que conlleva la abrumadora y siempre creciente prosperidad: una vida hecha de cosas, cosas y más cosas.
Resultado de imagen de Cristiano cultural o cristiano bíblicoCon un éxito juzgado por el nivel siempre ascendente de abundancia material. Cuando esto se combina con la fe verdadera, da origen a un tercer valor empobrecido, la del Cristianismo cultural. ¿Qué es el cristianismo Cultural?:
“Es la búsqueda del Dios que queremos en lugar del Dios que es. Es la tendencia a ser superficial en nuestra comprensión de Dios, queriendo que sea más un "abuelito" gentil que nos malcríe y nos deje hacer lo que deseamos. Es sentir la necesidad de Dios pero según nuestras propias condiciones. Es el Dios que tenemos subrayado en nuestra Biblia sin la esencia de lo que Él es; un Dios relativo en lugar de un Dios Absoluto. Un Dios “convertible”.
Esto no es nuevo. Jesús mismo fue el primero en precisar los diferentes tipos de personas que se relacionarían o no con Él. La Parábola del Sembrador revela cuatro grupos de oyentes de la palabra de Dios. Lucas 8:4-15