Estoy horrorizado por las últimas decapitaciones brutales por ISIS, de los 21 hombres egipcios cristianos. Todos los días leo informes de niños que son esclavizados, decapitados o encarcelados por los terroristas. Mientras me horroriza la apatía de la iglesia y de los cristianos en general, sé que hay una larga historia de cómo Dios trató con los terroristas que quiero compartirla aquí:
La definición de un terrorista es:1) Alguien que usa la violencia y las amenazas para intimidar o coaccionar, especialmente con fines políticos;
2) El estado de miedo y sumisión producido por el terrorismo o terror;
3) Un método terrorista de gobernar, o de resistir a un gobierno. El fin es la sumisión, provocada por el temor a los terroristas.
Según esta definición, el primer terrorista (Satanás) es el enemigo de Dios, que engañó a Adán y Eva y los hizo caer. Ese enemigo ha aterrorizado al pueblo de Dios desde el principio al traer división, hambre, guerras y todo tipo de perversión en el planeta. Tenemos que recordar que a pesar de que los terroristas tienen una causa o una marca particular, como ISIS, es el mismo enemigo, quien provocó la caída del hombre, el que está detrás de estos terroristas. Aquí hay algunas maneras en que Dios trata con los terroristas: