jueves, 30 de noviembre de 2017

Para Él

“…Porque todo, absolutamente todo en el cielo y en la tierra, visible e invisible… todo comenzó en él y para los propósitos de él…” Colosenses 1:16 (PAR).
La vida es el espacio de tiempo con el que contamos los seres humanos para proyectar nuestra existencia. El problema es que la mayoría de las personas no saben para qué están aquí en la tierra. Habitualmente, se dejan llevar por las circunstancias que les rodean y llegan a tomar decisiones sobre cosas que, antes de comprender la razón de su existencia, les llevan a un estado de confusión.
Resultado de imagen de Para DiosSin embargo, vale la pena mencionar que Dios está muy interesado en que podamos conocer sus propósitos en nosotros, los cuales son mucho más grandes que nuestra familia, profesión, trabajo... y nuestros sueños y anhelos más deseados. Si le preguntáramos a Dios ¿cuáles son sus propósitos?, tal vez Él nos respondería que…
I. SUS PROPÓSITOS SON EL CORAZÓN DE NUESTRA EXISTENCIA. Colosenses 1;16
El apóstol Pablo declaraba con estas palabras a los Colosenses que todas las cosas creadas, especialmente la humanidad, tienen la razón de su existencia en Dios y en los propósitos que Él mismo designó. Para Pablo, el corazón de la existencia de todo ser humano es vivir en los propósitos que Dios, sabiamente, diseñó para la plenitud y realización de todo ser humano. A través de este versículo, Dios quiere colocarnos en la posición correcta para entender y vivir en sus propósitos.
Sin embargo, estamos viviendo tiempos muy difíciles, tiempos en los que la pérdida de valores, la falta de interés en las cosas de Dios, aunada a las adicciones, el aborto, el divorcio, y muchas otras cosas, están llevando a las personas a un caos de confusión, en el que de manera egoísta se engañan a sí mismas y pretenden engañar a los demás. Afortunadamente, este versículo es muy poderoso. A través de él, Dios quiere que sepamos que fuimos creados por Él, y no para nuestros propósitos sino para los suyos; quiere que sepamos que así como el corazón humano le da vida a los cuerpos, sus propósitos son el corazón de nuestra existencia, y que al vivir en sus propósitos podemos alcanzar la plenitud y realizarnos en todo lo que emprendamos.
Pero si le preguntáramos ¿qué son sus propósitos?, veamos lo siguiente…
II. SUS PROPÓSITOS RENUEVAN Y DAN SEGURIDAD A NUESTRA EXISTENCIA. Salmo 138:8
En el corazón de David, autor de este salmo, se escondían fuertes emociones que muchas veces describen lo que también hay en el nuestro. David conocía perfectamente los propósitos de Dios, ya que Dios le había levantado en Israel como un siervo conforme a Su corazón. Sin embargo, el poner la vista en los asuntos de la vida más que en los propósitos de Dios, le llevó a experimentar una fuerte frustración que solo desapareció de su vida cuando cayó humillado, clamando a Dios que le ayudara. Fue entonces cuando Dios obró a favor de la vida de David, dándole ánimo, renovando sus fuerzas, y con la seguridad de que Dios mismo le diría la manera en que cumpliría con sus propósitos.

Generosidad multiplicada

Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en conocimiento, en toda solicitud y en vuestro amor por nosotros, abundad también en esta gracia de dar. 2 Corintios 8;7 
A Cecilia le esperaba una sorpresa, cuando llegó a entregar su siguiente pizza y se encontró en la puerta de una iglesia. Confundida, entró para entregar el pedido y se encontró con el pastor.
-¿Tengo razón si digo que la vida no ha sido fácil para ti?, le preguntó el pastor. Cecilia asintió. Entonces, el pastor sacó la ofrenda que los miembros de la iglesia habían reunido, ¡y le dio 750 euros de propina! Aunque ella no lo sabía, el pastor había pedido al negocio que enviara a su repartidor más necesitado. Cecilia quedó boquiabierta.
Cuando los primeros cristianos padecían pobreza, la iglesia los ayudaba. Aunque los cristianos macedonios estaban pasando necesidad, se sacrificaban para dar y lo consideraban un privilegio (2 Corintios 8:1-4). Pablo citó su generosidad como ejemplo para los corintios (y para nosotros). Cuando usamos nuestra abundancia para suplir las necesidades de los demás, reflejamos a Jesús, quien entregó sus riquezas para suplir nuestra pobreza espiritual (verso 9).
Cecilia les contó a todos sus clientes de la bondad de la iglesia aquel día y, siguiendo su ejemplo, donó el resto de las propinas del día a otros con necesidad. Un acto de generosidad se multiplica. Y Cristo recibe la gloria.
Señor, úsanos para suplir las necesidades de los demás.
Nuestra generosidad suple necesidades y glorifica a Jesús.

El Poder de la Intercesión

“Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé”.
Ezequiel 22:30
Podemos decir que la intercesión es un don, pues no todo el mundo está dispuesto a apartar de su tiempo para orar a favor de los demás. Sin embargo, si hay una oración que conmueve a Dios es la que demuestra amor hacia el prójimo, pues Él dijo en su palabra que nos amáramos los unos a los otros.
Imagen relacionadaDe hecho, este versículo de Ezequiel nos habla de cómo Dios buscó entre los hombres alguien que levantase un vallado, una cerca de protección a favor de la tierra y no lo encontró.
Cuando tú tomas el papel de intercesor, estás siguiendo el ejemplo de Jesucristo quien es nuestro mediador ante el Padre y es también nuestro abogado defensor. Estás tomando el papel del soldado que va a ayudar a pelear con la oración a su hermano, a su compañero de guerra. Veamos algunos ejemplos bíblicos de personas que tomaron el papel de intercesores y que recibieron respuesta a esas plegarias que pidieron a favor de otros.
Si mencionamos a Abraham, hablamos de un hombre que en una ocasión Dios le dio la advertencia de que vendría un juicio para Sodoma y Gomorra; y comenzó a pedirle a Dios que salvara a su sobrino Lot junto con su familia. No había ni siquiera 10 personas justas en esa ciudad, sin embargo Dios se movió a misericordia a causa del amor que Abraham demostró hacia sus familiares.
Job oraba por sus hijos cada vez que hacían un banquete para que Dios los perdonara si habían cometido algún pecado. Ese amor paternal y hacia Dios hacían que Él tuviera conciencia. Y aunque nadie puede otorgar la salvación, solo Jesucristo, Éste se conmueve cuando alguien se toma el tiempo para orar, no solo por el perdón de sus pecados sino también por los de los demás.
Cuando Amán quiso llevar un plan fraudulento para que el pueblo judío fuera exterminado, Mardoqueo y Ester jugaron un papel muy importante. Ellos fueron los canales que Dios usó para preservar la vida de su pueblo. Pero ellos estuvieron en oración y ayuno a favor de su pueblo judío y para que cuando Ester se presentara ante el rey no fuera ejecutada y su petición fuese escuchada.