sábado, 26 de septiembre de 2015

Familia Tóxica : El enemigo en casa

Todos tenemos una familia, nacimos en un núcleo que no elegimos, pero no somos conscientes del “premio” hasta que es demasiado tarde. Unos tienen la suerte de encontrar en ella su apoyo y su guía, y otros tienen en ellos a su peor enemigo. Si tienes la fortuna de tener una familia idílica es probable que no te sientas identificado, o que no logres discernir lo que es una familia tóxica. Quien más quien menos, ha chocado frontalmente con algún miembro de su núcleo familiar, y también es más común de lo que parece, tener varios frentes abiertos con cada uno de los miembros que forman tu familia. Esos seres con los que te une un nudo férreo, a los que estás unido por el lazo irrompible de la sangre, pueden hacer de tu casa una auténtica pandemia, un infierno comprimido y asfixiante en el que ninguna penitencia parece aliviar su fuego.

A poco que seas una persona abierta de mente, puedes llegar a pensar que arrastras una gran cantidad de karma negativo, y que esa relación hiriente que mantienes con tus seres queridos, es una forma de purgar todo ese saldo anterior negativo que llevas a tus espaldas de otras encarnaciones; incluso puede que pienses que te lo mereces de algún modo. El chantaje emocional, la indiferencia y el desapego que te proyectan, pueden llegar a hacerte pensar que eres tú el culpable y que lo que te sucede realmente lo mereces, que sufres porque eres el malo, y además, tu entorno te lo recuerda a cada minuto.

Lo normal en muchas familias, es que cuando hay un miembro que se muestra capaz, independiente y resuelto en el entorno, un ser que agarra con fuerza su timón y se guía por la vida allí donde se propone, termine levantando las iras y las envidias más feroces de sus progenitores. Un polluelo que no necesita lecciones para emprender el vuelo es un desagradecido y merece su rechazo más absoluto. Por regla general, los progenitores no reciben con agrado que un hijo pueda aleccionar y dar ejemplo, ellos o no supieron o no tuvieron el valor de enfocar sus vidas de la manera que idearon, y desprecian irracionalmente a su vástago por lograr lo que ellos no se atrevieron a emprender.

Usa esa situación angustiosa que mastica tu familia en tu provecho, porque quizás es la manera que proyectaste de que te vieras obligado a emprender tu camino en solitario. Una familia opresora y castrante es el impulso que necesitas para salir y encontrarte a ti mismo. Encontrarás indiferencia y rechazo, y ese será el ultimo empujón que necesitabas para tomar un rumbo distinto al que te ofrece hasta este momento la vida, en esa especie de bucle sin salida, sin progresos, sin metas para desarrollarte como persona; para encontrar tus verdaderos dones, desarrollarlos y perfeccionarlos. Convertirte por ti mismo, en un ser completamente nuevo con un bagaje amplio y unas experiencias que te hagan crecer y evolucionar.

Una opción distinta e irreal

Nosotros no lo vemos así.

Volver a casa, regresar al origen. Ese quizás sea el propósito que la gran mayoría persigue. Muchos son los que miran al cielo con añoranza, miran a las estrellas esperando hallar un vínculo primario con alguna de ellas. Quizás, movidos por la ignorancia de lo que somos, miramos a ese infinito buscando desesperadamente algo que se nos remueva dentro y nos sirva como señal, para aventurarnos a crear un lazo emocional con ese lejano brillo que titila en la inmensa oscuridad.

Otros, por el contrario y como alternativa a su hastío, tratan de ir más allá de esa inmensidad que los observa, y buscan su regreso a un origen más elevado, más remoto y originario. Volver a la fuente, volver a ese ser todo Creador del universo. Tener en este regreso a casa, el fin del paseo por esta Tierra, paseo lleno de penurias y desvelos. Un regreso donde no haya preguntas ni respuestas, porque está todo dicho y todo es lo que es y está como está. Fundido en un todo, que ya es más, que lo que jamás fueron, un tener, un ser, un estar. Uno solo que lo es todo, y sobre todo, el lugar perfecto para saciar la desazón que provoca la incertidumbre actual, la total amnesia y la total incomprensión. Un todo donde no hay perspectiva ni duda, donde solo hay paz y comprensión.

Otros muchos, no bucean tan profundo y se conforman con no seguir aquí, les da igual seguir como y donde sea siempre que no sean lo que son ahora. Cualquier destino vale siempre que sea cualquier otro, no tienen preferencias ni filiación alguna, solo quieren "estar", en otro ser y otro lugar. Piensan que hay tanto para elegir, para explorar, para ver y tocar, que cualquier comienzo es perfecto siempre que sea nuevo y libre. Esta opción no te predispone y no te limita, es casi perfecta, (pero no para nosotros, los cristianos).

Pero miro al cielo y no encuentro en ninguna estrella un vínculo, ninguna parece brillar para mí, tampoco me atrae unirme a ese todo, seguir siendo algo no me llama y si hablamos de ser todo,... me atrae menos. Si he de ser sincero, no persigo volver a la fuente, ni al origen, tampoco quiero el abrazo fraternal que recibe aquel que vuelve a casa, en realidad lo que más me atrae, lo que más me llama y que siento que más necesito, es la nada. Puede que sea por cansancio, puede que por hastío, puede que no le vea final a todos estos principios, pero lo que más desea mi Ser, es no Ser.

Me Rodeará Su Fortaleza

Hierro y metal tu calzado, y como tus días tu fortaleza. Deuteronomio 33:25.
Dos cosas son concedidas al peregrino: el calzado y la fortaleza. El calzado es necesario para viajar por los caminos malos pisando mortales enemigos. No caminaremos descalzos, lo cual no cuadraría bien en príncipes de sangre real. Y nuestro calzado no será de un material cualquiera; tendrá suelas de metal duro que no se gastarán aunque el viaje sea largo y penoso.
Estaremos protegidos en la medida de las necesidades del camino y del combate. Por lo tanto, caminaremos con intrepidez, sin ningún temor, aunque tengamos que pisar serpientes y dragones. Nuestra fortaleza será tan duradera como los días de nuestra vida y estará en proporción con el trabajo y la carga que llevemos. 
Las palabras hasta dicen poco: como tus días tu fortaleza, pero su significado es total. Si en este día nos sobreviene una prueba penosa o un trabajo que requiere toda nuestra energía, también se nos concederá una fortaleza adecuada. Esta promesa, hecha a Aser, también ha sido hecha a todos aquellos que tienen fe para apropiársela. Tengamos esa santa osadía que la promesa de Dios destina a producir en el corazón del creyente.
Hoy su fortaleza será totalmente desplegada.
Señor, Gracias. Tú me preparas para el camino duro y me prometes tu fuerza en este día. Amén.

La Caverna Misteriosa

La leyenda es la narración de un suceso, en parte real, y en parte fantasiosa, que se transmite de generación en generación. Veremos la siguiente leyenda: 
caverna misteriosa
En cierta ocasión, una mujer muy pobre y cargando a su hijo, pasó frente a una caverna. Repentinamente, escuchó una voz que salía desde allí, diciendo: “entra y toma todo lo que desees pero no te olvides de lo principal; recuerda que una vez que salgas, la entrada se cerrará para siempre; por lo tanto, aprovecha la oportunidad sin olvidar lo principal”. La mujer entró en la caverna y se encontró frente a una gran cantidad de oro y joyas, y dejando al niño sentado sobre el suelo, fue acumulando en su delantal todo lo que podía. “Tienes ocho minutos”, dijo la voz misteriosa. Terminados los ocho minutos, corrió hacia la entrada llevando oro y joyas, y al salir, la puerta se cerró para siempre. Entonces se percató de que su hijo había quedado encerrado en el interior de la caverna, tenía riquezas, pero se había olvidado de lo principal.

Hay quien todo el día codicia; pero el justo da, y no detiene su mano. Proverbios 21:26
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Filipenses 4: 6.