Este nuevo escenario para esta gente, presenta también, nuevos desafíos para mí, como pasar de un lugar que era muy familiar y en donde se desarrollaba toda mi vida, donde me sentía necesario, imprescindible y valorado en mi trabajo, a un lugar en donde estoy en constante incertidumbre, con jefes que buscan optimizar recursos y cambiar todo lo que para mí era seguro; supone un tremendo shock para lo que solíamos conocer, y a lo que nos habíamos acostumbrado.
Hay una tesis, expuesta por Erik Eriklson, psicoanalista estadounidense, muy a propósito, que es el término “generatividad”. Este concepto trata sobre las crisis vitales causadas en las distintas etapas del desarrollo, especialmente entre los 40-60 años, y de nuestra adaptación a las mismas. El adulto debe sentir que aportó, de una u otra manera, a la sociedad o a algún proyecto que le parezca lo suficientemente trascendente, debe sentir que fue “productivo” o, caso contrario, le sobrevendrá una crisis cuyo resultado puede ser una conducta inadaptada, incluso una depresión. Quienes trabajan conmigo están enfrentando esta tarea del desarrollo y se les está haciendo muy difícil.