jueves, 6 de febrero de 2020

¿Por qué debemos leer/estudiar la Biblia?

Debemos leer y estudiar la Biblia simplemente porque es la Palabra de Dios para nosotros. 2 Timoteo 3:16 dice que la Biblia es “inspirada por Dios”. En otras palabras, son las mismísimas palabras de Dios para nosotros. 
Resultado de imagen de ¿Por qué debemos leer / estudiar la Biblia?
Hay muchas preguntas que los filósofos se hacen y que Dios nos las responde en las Escrituras: ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿De dónde vengo? ¿Existe vida después de la muerte? ¿Cómo puedo ir al cielo? ¿Por qué está el mundo tan lleno de maldad? ¿Por qué me cuesta tanto trabajo hacer lo bueno? Además de estas “grandes” preguntas, la Biblia nos proporciona un sin fin de consejos prácticos en áreas como: ¿Qué debo buscar en mi pareja? ¿Cómo puedo tener un matrimonio exitoso? ¿Cómo puedo ser un buen amigo? ¿Cómo puedo ser un buen padre/madre? ¿Qué es el éxito y cómo puedo alcanzarlo? ¿Cómo puedo cambiar? ¿Qué es lo más importante en la vida? ¿Cómo debo vivir para que no tenga que arrepentirme en un futuro? ¿Cómo debo manejar las circunstancias adversas y eventos injustos de la vida para salir victorioso?
Debemos leer y estudiar la Biblia porque es totalmente confiable y sin error. La Biblia es única entre muchos denominados libros “sagrados”, porque no solo ofrece enseñanzas morales y dice “confía en mí”; más bien, nos ofrece la oportunidad de probarla, para así corroborar cientos de detalladas profecías que contiene, verificando los eventos históricos que relata, y comprobando los hechos científicos que describe. Aquellos que dicen que la Biblia tiene errores, deben tener sus oídos cerrados a la verdad. Jesús preguntó una vez, “¿Qué es más fácil, decir: tus pecados te son perdonados o decir: levántate y anda?” (Lucas 5:23). Él probó que tenía el poder para perdonar los pecados (algo que no podemos ver físicamente) sanando al paralítico (algo que los que lo rodeaban pudieron atestiguar con sus ojos). De manera similar, tenemos la seguridad de que la Palabra de Dios es verdad cuando se discuten aspectos espirituales que no podemos atestiguar con nuestros sentidos físicos, pero mostrando su veracidad en todas aquellas áreas que sí podemos verificar, tales como la exactitud histórica, científica y profética.

Oración para dar gracias

Sabemos pedir pero, ¿sabemos agradecer? Esa es la pregunta. Diariamente solemos hacer muchas, muchas peticiones pero poco agradecemos. Al parecer, después de recibir un favor se nos olvida que podemos hacer una Oración Poderosa para dar gracias, y así dirigirnos a Dios y que sepa que nos acordamos de Él no solo en las dificultades.


Resultado de imagen de oración para dar gracias

"Tu palabra me da vida, mi Señor.
Sirva la ocasión para agradecerte inmensamente,
Porque me amas y me consientes,
Porque me levantas cada vez que caigo,
Porque no miras lo malo en mí, sino lo bueno.
Por el pan de cada día,
Porque puedo respirar y puedo observar las maravillas que para mí has hecho,
Porque me das sin reparo bendiciones materiales y espirituales,
Porque tengo una familia,
Porque hoy pude levantarme,
Porque tengo un trabajo,
Porque a pesar de mi fatiga,
siento ganas de vivir,
Porque tu amor es mi fuerza y mi impulso para avanzar,
Porque siento tu presencia santa,
Y por tu fuego espiritual.
Hoy vengo a darte las gracias,
Siento que me tocas y tu luz es mi fuerza,
No puedo olvidar las veces que estás a mi lado,
Ni tu amor infinito y tu incondicional ayuda.
Hoy vengo a darte las gracias,
Llegue a ti mi alabanza,
Mi canto en voz vigorosa,
Mis manos levantadas proclamando tu nombre santo,
Mis lágrimas de alegría que adornan mis mejillas,
Con un solo eco y en una sola voz,
Te digo, Mi Señor, gracias.
Hoy vengo a darte las gracias,
Por el agua, el sol y las estrellas,
Por mi familia y amigos,
Por todos mis conocidos,
Por mi casa y por mis enemigos,
quienes merecen una oración por su paz y tranquilidad,
Y te digo una vez más, gracias porque me amas
Por tu perdón, por tu presencia, por ser mi Señor,
Infinitamente y con todo mi amor, gracias papito Dios.
Amén."

Cómo tratar con el desaliento

En el Salmo 42:5, vemos al salmista desalentado. El desaliento destruye la esperanza, así que naturalmente el diablo trata de desalentarnos. Y sin esperanza nos rendimos, que es exactamente lo que el diablo quiere que hagamos. 

La Biblia nos dice repetidamente que no nos desalentemos ni desmayemos. Dios sabe que no podremos ser victoriosos si estamos desalentados, así que nos anima a iniciar cada proyecto diciéndonos: “No nos desalentaremos”. Dios quiere que estemos con aliento, no desalentados. 

Cuando el desaliento o la condenación traten de abrumarlo, lo primero que debe hacer es examinar su modo de pensar. ¿Qué clase de pensamientos ha estado teniendo? ¿Acaso sonaban como éstos?: “No podré hacerlo, es demasiado difícil. Yo siempre fracaso; siempre pasa lo mismo. No cambia nunca nada. Estoy seguro de que otras personas no tienen tantos problemas para renovar sus mentes. Será mejor que me rinda. Estoy cansado de intentarlo. Oro, pero parece que Dios no me oye. Probablemente Dios no responde a mis oraciones, porque está decepcionado por la manera en que actúo”.
Si estos ejemplos representan sus pensamientos, no se asombre de estar desalentado o sentirse condenado. Recuerde, usted se transforma en lo que piensa. Si tiene pensamientos desalentadores, terminará desalentado. Si tiene pensamientos condenatorios, vivirá bajo condenación. ¡Cambie sus pensamientos y libérese!
En lugar de pensar negativamente, piense algo como esto: "Bueno, las cosas van un poco lentas, pero, gracias a Dios, estoy haciendo algunos progresos. Me alegra saber que estoy en el camino que me conducirá a la libertad. Ayer, tuve un día agitado. Escogí pensamientos erróneos a lo largo de todo el día. Padre, perdóname y ayúdame a seguir adelante. Cometí un error, pero al menos es un error que no volveré a cometer otra vez. Éste es un nuevo día. Tú me amas, Señor. Tu misericordia es nueva cada mañana. Rehúso estar desalentado. Rehúso ser condenado. Padre, la Biblia dice que Tú no me condenas. Tú enviaste a Jesús a morir por mí. Voy a estar bien: hoy va a ser un gran día. Te pido que hoy me ayudes a elegir pensamientos correctos.
Seguro que usted ya puede sentir la victoria con este tipo de pensamientos positivos, alentadores, que agradan a Dios. ¡Practique hoy mismo este tipo de pensamientos!