viernes, 23 de enero de 2015

Hágase tu voluntad

Durante la II Guerra Mundial, un granjero de Sussex (Inglaterra), envió algún dinero a la Scripture Gift Mission, explicando que no podía contribuir más aquel año porque su cosecha no había sido buena por falta de agua. En la misma carta, pedía que los miembros de la oficina de esa entidad, que suelen reunirse todas las mañanas para orar a favor de la obra y sus sostenedores, rogaran a Dios que librara su propiedad de las bombas alemanas.
El secretario de la misión, le respondió prudentemente, que los empleados de la oficina orarían en su favor, pero no pidiendo que su propiedad fuera librada de las bombas alemanas, sino que se cumpliera la voluntad de Dios.
Pocas semanas después de esta correspondencia, un bombardero alemán cayó precisamente en el campo de este granjero. La explosión de su cargamento de bombas había sido tan fuerte, que todos los cristales de la granja quedaron rotos. Los miembros de la Misión dieron gracias a Dios, de que el accidente no hubiese tenido lugar sobre la propia granja, viendo en ello, una respuesta a sus oraciones.
Algún tiempo después la misión recibió un donativo mucho mayor que ningún año y una carta, en la que el granjero explicaba que la caída del bombardero alemán había abierto un boquete tan grande y de tal profundidad, que había dado salida a una corriente de agua subterránea y gracias a ella, su campo se veía libre de los efectos de la sequía en el futuro.

Ríe, salta, alégrate, porque tienes lo que muchos desearían tener.

Ríe, salta, alégrate, porque tienes lo que muchos desearían tener. ¡Cómo me alegro en el Señor! Me lleno de gozo en mi Dios, porque me ha brindado su salvación, ¡me ha cubierto de victoria! Isaías 61:10
Dios ha hecho tanto por nosotros.... Nos ha dado la salvación, el regalo más grande que podamos recibir. Nos ha librado de la muerte eterna, y solo por Su gracia nos la dio. Esto debe ser ya un motivo para estar alegres, pero es penoso ver cómo muchos que dicen ser salvos, andan con el rostro abrumado, desesperanzados porque un problema no ha podido resolverse, lo que demuestra la falta de valor que dan a su salvación.
Cualquier situación nos quita el gozo, y no puede ser así. Por eso el salmista David decía: “Bendice, alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios”. Salmos 103.2. No debemos olvidar lo que Dios ha hecho. Esto nos pasa porque estamos acostumbrados a dar más valor a lo material que a lo espiritual. Por eso siempre estamos disconformes con lo nuestro deseando lo del otro, sin apreciar lo que Dios nos ha dado.
Pero tenemos que ser agradecidos y alegrarnos de que no solo nos ha dado salvación, también nos ha cubierto de victoria. Por eso ríe, salta, alégrate, pues tienes lo que muchos desearían tener; por negarse a aceptar a Jesucristo como Señor y Salvador, han perdido la vida eterna y ser llenos de victoria.

Misericordia incomparable

¨Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.¨ Lamentaciones 3:22-23 (Reina-Valera 1960)
Todos los días nos enfrentamos a situaciones que suelen poner a prueba nuestras actitudes como hijos de Dios, y muchas veces, cedemos a ellas dejando de lado lo que en realidad, Dios espera de nosotros.
Incomparable misericordia
Como todos los seres humanos, en nuestro vivir cotidiano le fallamos a Dios, sea con mentiras, chismes, contiendas, orgullo, insensatez, vanidades, intolerancia  etc.; somos tan impulsivos que algunas veces decimos cosas y actuamos de una manera desagradable, y al instante nos arrepentimos por eso.
Pero lo que realmente sorprende, es que así como cada día que pasa hacemos sentir mal a nuestro Padre Celestial por algo, así mismo Él cada día nos regala su misericordia, y con ésta nos quiere decir: hijos, no importa cuál sea vuestro pecado, no importa cuál sea vuestra lucha, aquí estoy YO dándoos una nueva oportunidad.
Dios es tan maravilloso, que aunque que hayamos hecho cosas desagradables, como también el pasado tan oscuro que tuvimos, Él no lo tiene en cuenta. A veces nos atormentamos y retardamos el plan que Él tiene para nuestras vidas, porque aún estamos pensando en lo que ya pasó, en  lo que éramos antes, pero su palabra dice: ¨De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. ¨2 Corintios 5:17. Entonces, ¿cuáles son esas cosas viejas que aún te persiguen?, sacúdete de ellas, ya quedaron en el pasado, déjalas atrás para que puedas ser un instrumento nuevo usado por Dios de una manera sobrenatural.
La misericordia de Dios es tan grande e infinita, que nos da privilegios y oportunidades que no merecemos. Él se apiada de nosotros, y no está para señalarnos, al contrario, su mayor anhelo es levantarnos y que vivamos el presente, teniendo la fe suficiente para creer en las cosas que nos puede dar y en lo que nos espera en un futuro. No te juzgues, no te castigues, pues Dios ya te perdonó, solo tienes que pedirle fortalezas para no mirar atrás, para no volver a caer en lo mismo.

La vida plena

Dios nos está dando continuamente, pinceladas de lo que a su juicio, es una vida realizada. “Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque ellas son de más provecho que la plata y rinden más ganancias que el oro. Son más valiosas que las piedras preciosas: ¡ni lo más deseable se les puede comparar! Dios con la mano derecha ofrece larga vida; con la izquierda, honor y riquezas. Sus caminos son placenteros y en sus senderos hay paz.
Hijo mío, conserva el buen juicio; no pierdas de vista la discreción. Te serán fuente de vida, te adornarán como un collar. Podrás recorrer tranquilo tu camino, y tus pies no tropezarán. Al acostarte, no tendrás temor alguno; te acostarás y dormirás tranquilo. No temerás ningún desastre repentino, ni la desgracia que sobreviene a los impíos. Porque el Señor estará siempre a tu lado y te librará de caer en la trampa”. (‭Proverbios‬ ‭3‬:‭13-17, 21-26‬ NVI)

sabiduria Dios
Si el principio para ser sabios es tener “Temor de Dios”, cuando una persona lo ha encontrado, tiene muchísimas cosas. Un arsenal completo. 
Sin embargo, Dios, como una bendición más, se ocupa de recordarnos el mantener en un "bajo perfil" la “no exaltación propia", el no perder la humildad: “conserva el buen juicio; no pierdas de vista la discreción”. La NTV dice en Romanos 12:3: “Basado en el privilegio y la autoridad que Dios me ha dado, le advierto a cada uno de ustedes lo siguiente: ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado”.
La clave de todo es la decisión de hacer de Dios nuestro principal amigo y hacerlo todo delante de Él: “Porque el Señor estará siempre a tu lado y te librará de caer en la trampa”.
Cuanto más te bendiga Dios, más debes tener la capacidad de arrodillarte ante Él. Eso te dará perspectiva y te impedirá caer en la trampa.
Hoy es un buen día para eso.

La voluntad de Dios para mí

Continuamente daba gracias a Dios por el don que le había conferido, a través del Espíritu Santo, de la sabiduría e inteligencia que humildemente, intentó poner y siempre pondrá en aras a su servicio, para su gloria. Si tiene algo, es gracias a Él, a su gracia, y nunca se cansará de darle las gracias por ello, de alabarle, adorarle lo mejor que pueda y sepa, y darle el mejor servicio cada día que pase.

A través de sus vivencias, muchas gracias a Dios, pudo darse cuenta de que la experiencia vital puesta al servicio de la fe que como cristianos tenemos, produce resultados verdaderamente extraordinarios, ciertamente asombrosos.

Un día fue invitado a comer a casa de sus pastores, grandes amigos suyos, como si fuesen hermanos, y les compartió acerca de unos hechos que le acontecieron. Quería relatárselos, y también hacerles una pregunta.
El caso es que estaban acabando de comer, cuando les formuló esa pregunta que, debido a su experiencia y creencia en Dios, creía acertada, según él, su propia respuesta a ella. Creía, aunque respetaba, y mucho, la opinión de sus pastores al respecto. ¿Cuántos grupos de gente, atendiendo a su creencia o no en Dios, creéis que hay?, les preguntó, a sabiendas que la respuesta ya iba implícita en la pregunta.
-         Dos, le dijeron. Creyentes y no creyentes en Dios.
-         En mi opinión, les comentó, creo que son tres. Me explico:
Creo que, atendiendo a la fe en Dios, están los no creyentes, como los agnósticos y ateos, con una sutil aunque apreciable diferencia entre ellos, los creyentes en Dios, y los pasivos. Situado este último grupo, entre los creyentes y los que no lo son, y a caballo para ambos. Este es un grupo de gente que merece ser explicado. A ver: en la actualidad, y quizá debido a los múltiples problemas que nuestra sociedad plantea, problemas sobre todo de exaltación del ego, de egoísmo, etc., muchísima gente, a estimar su porcentaje quizá entre un 80 a un 90%, cree en Dios, pero no participa ni expone nada, por no hablar de su falta absoluta de compromiso con Él. Dicen creer en Dios, pero únicamente se basan en su creencia de un ser superior. Mas nunca se plantean seriamente su creencia en el Creador de todo, y ni siquiera piensan en Él. Su vida se reduce exclusivamente, a su diario vivir en este mundo.
Esa era su opinión en cuanto a la gente.