lunes, 13 de febrero de 2017

Para animarte en medio de la dura lucha


Cuando el peso de las cargas parezca insostenible,
y tus pensamientos quieran limitar tu ampliada visión;
cuando al tocar las puertas, parece que todas se cerrasen,
recuerda que Dios sigue teniendo el control de todo en tu vida.
Cuando fatigado o afligido quieras rendirte…
recuerda que Dios piensa que tú puedes enfrentarte a esa responsabilidad
y salir airoso de ese reto.
Cuando la esperanza quiera desaparecer, persiste.
Porque la fe es esa voluntad que te ayuda a continuar aferrado a todo cuanto has querido y creído aunque quisieras soltarte de ello.
Porque te ayuda a proseguir encaminado hacia la meta,
y te mantiene, casi sin fuerzas, pero guerreando.
Cuando meditando en tus deberes y responsabilidades,
te angusties queriendo estallar porque el peso parezca doblegarte, y sientas que vas a enloquecer o perder la razón,
Dios promete que ha de darte la cordura y la serenidad necesarias, para que camines en libertad y puedas desafiar los vientos adversarios.
No permitas que tu corazón se turbe.
No dejes que las tinieblas penetren en tu interior para dañar el panorama.
No te intimides a causa de los comentarios o palabras que algunos lanzan como espada tratando de destruirte.
Considera que de todas las perlas tú eres la más hermosa,
y Dios no desampara ni abandona a sus criaturas.
Aunque la lucha parezca cruel, tú vas a vencer.
Agárrate fuerte de Su mano y no vuelvas tu mirada atrás.
Deja que el tiempo apacigüe la mar embravecida,
Dios puede la tormenta calmar, y los vientos contrarios se tranquilizarán.
No renuncies a un paso de la tierra prometida.
Si te has esforzado tanto, no es momento de bajar la guardia.
Camina la milla extra; el esfuerzo y el empeño tarde o temprano,
rinden sus frutos. ¡Camina, no te detengas!
Avanza con paso lento pero seguro.
Eleva tu mirada al cielo y contempla la altura de la montaña.
Mira al sol brillando en su esplendor, considera que las estrellas
cumplen su misión en medio de la noche cubriendo el firmamento.
No te concentres en la espina que tiene la rosa,
ni veas las piedras como obstáculos para impedirte el paso.
Demuéstrate a ti mismo que eres más fuerte de lo que piensas,
no por tu potencia, sino con el apoyo de Dios.

El alpinista llega a la cima después de escalar la montaña.
El oro es purificado tras un fuerte trabajo en el fuego.
Nadie dijo que la vida sería fácil, pero sin temor a dudar,
quien nunca se rinde algo ha de ganar.

Fortalece mis manos

Nehemías 6.9 porque todos ellos nos amedrentaban, diciendo: se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será terminada. Ahora, pues, oh Dios, fortalece mis manos.
mis manosLa tarea que le habían encomendado a Nehemías era grande y extensa. Se trataba de reconstruir las murallas de Jerusalén que habían sido derribadas y quemadas; resultaba ser una tarea casi imposible para el hombre, pero Nehemías tenía la plena seguridad de que el Señor lo respaldaba en todo momento. Muchos se burlaban del trabajo que realizarían, y estaban casi seguros de que fracasarían en la labor encomendada al pueblo, por ello se atrevieron a asegurar que sus manos se debilitarían conforme la obra fuera avanzando y desistirían de dicha labor; por ello Nehemías clamó al Dios de Israel que les diera fortaleza en sus manos y no dejar inconcluso lo que se había comenzado, y salir triunfante en dicha encomienda, demostrándo a los incrédulos de lo que Dios es capaz de hacer cuando se le obedece y se confía en Él.
Al igual que a Nehemías, puede que en algunas personas se hayan acercado a ti para desanimarte, o bien  para aconsejarte que es mejor que desistas en tu intento de realizar ciertas cosas; recomendándote que es mejor que te quedes donde estás, o con lo que tienes…se atreven a decirte aquel adagio que dice: más vale pájaro en mano que ciento volando. Pues nada más falso, porque la persona que te aconseja de esa manera solamente tiene 2 clasificaciones: 1) es un fracasado, o 2) es un conformista; y lo que más le molesta es que otros se atrevan a hacer lo que él no se atrevió por miedo a fracasar en el intento.
El llamado a ser un exitoso o triunfador es para todos, pero solo unos cuantos lo logran porque se atrevieron a correr el riesgo; no temieron a la adversidad, cerraron oídos a palabras necias, fijaron su mirada en el horizonte con la convicción de conquistar la otra orilla, de descubrir lo desconocido, apostando todo a cambio de todo…son hombres de decisiones y convicciones.

El Abogado

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Pero si alguno ha pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el justo. 1 Juan 2:1
Desde una cárcel de Florida, en junio de 1962, Clarence Earl Gideon escribió una nota a la Corte Suprema de los Estados Unidos pidiendo que se revisara su condena por un crimen que no había cometido. Y agregó que no tenía medios para contratar a un abogado.
Resultado de imagen de Nuestro AbogadoAl año siguiente, en el histórico caso Gideon c/ Wainright, la Corte Suprema dictaminó que las personas que no podían costear su defensa debían recibir la asistencia de un defensor público provisto por el Estado. Tras esta decisión, y con la ayuda de un abogado de oficio, Gideon fue juzgado nuevamente y absuelto.
Pero ¿qué sucede si somos culpables? Según Pablo, todos lo somos, pero la corte celestial provee un Abogado, quien, costeado por Dios, ofrece defender y cuidar nuestra alma (1 Juan 2:2). Jesús nos ofrece una libertad que incluso los presos han descrito como mejor que cualquier otra cosa experimentada fuera de la cárcel. Es la libertad del corazón y la mente.
Ya sea que suframos por las injusticias hechas por nosotros o contra nosotros, Jesús nos representa a todos. En su autoridad suprema, Él responde a todo pedido de misericordia, perdón y consuelo.
Jesús, nuestro Abogado, puede convertir nuestra prisión de desesperanza, temor o remordimiento en un lugar lleno de su presencia.

Señor, quiero experimentar la libertad de tu presencia.
Aquel que murió como nuestro Sustituto vive ahora como nuestro Abogado.

La Visión de Juan: “Llegar a casa”

“Y YO, JUAN, VI LA SANTA CIUDAD… COMO UNA ESPOSA HERMOSEADA PARA SU ESPOSO. EL QUE ESTABA SENTADO EN EL TRONO DIJO: ‘YO HAGO NUEVAS TODAS LAS COSAS'” (Apocalipsis 21:2,5)
posta-llegar-a-casaEl Libro de Apocalipsis es como si fuera el Libro de Dios acerca de “llegar a casa”. En él, Juan describe un cuadro detallado de cómo será el Cielo. Dice:
“…vi la santa ciudad…, ataviada como una esposa hermoseada para su esposo… no habrá más muerte…, llanto…, clamor…, dolor, porque las primeras cosas ya pasaron… El que estaba sentado en el trono dijo: ‘Yo hago nuevas todas las cosas'” (Apocalipsis 21:2,4b,5).

Los pastores de las iglesias que efectúan bodas te dirán que rara vez han visto una novia fea (aunque a veces los novios necesitan una ayudita). La novia representa la belleza más pura que el mundo pueda ofrecer; y personifica amor, fidelidad y esperanza para un nuevo comienzo.
El mundo en el que vivimos está muy lejos de eso. Diariamente somos “bombardeados” con noticias de estafas empresariales, tragedias, terrorismo, abuso, y miedo. Por eso encontramos algunas de las palabras más esperanzadoras de las Escrituras en la promesa de Dios: “Yo hago nuevas todas las cosas” (Apocalipsis 21:5). Dios no camufla lo viejo, lo rehace. Él no solo reforma, renueva. Él rompe los diseños y reconstruye “la casa” siguiendo las especificaciones originales.
¿A qué renunciarías para tener “una casa” como ésa? ¿No merece la pena sacrificar todas las cosas más pequeñas que tanto valoras y a las que estás tan apegado?
Hoy puedes asegurarte una casa en el Cielo cuando aceptes a Cristo como tu Salvador, y que tu nombre aparezca “…en el libro de la vida del Cordero” (Apocalipsis 21:27b). ¿Qué dices? ¿Estás dispuesto a “ir a casa”? ¡Hoy mismo puedes!