miércoles, 31 de octubre de 2012

Un Día Hablé con Dios - Reflexiones

Un día, temprano por la mañana, me levanté para observar la salida del Sol.
¡Oh, la belleza de la Creación de Dios queda más allá de la descripción!
Mientras observaba, alababa a Dios por su bella obra.
Mientras estaba ahí sentado, sentí la presencia del Señor conmigo.
Entonces, Él me preguntó, “¿Me amas?”
Yo contesté, “¡Por supuesto, Dios! ¡Tú eres mi Señor y Salvador!”
Entonces me preguntó de nuevo: “Si estuvieras físicamente incapacitado, ¿aún me amarías?”
Me quedé perplejo, bajé la mirada, me quedé unos minutos en silencio.y contesté, “Sería difícil, Señor, pero aún así te amaría”.
Entonces el Señor dijo, “Si estuvieras ciego, ¿amarías aún mi Creación?”.
¡Cómo podría amar algo, sin poder verlo!
Entonces pensé en las personas ciegas que aún aman a Dios y a su Creación.
Así que contesté, “Es difícil pensarlo, pero aún así te amaría.”
El Señor entonces me preguntó, “Si fueses sordo, ¿oirías mi Palabra?”.
¿Cómo podría oír algo siendo sordo? Entonces comprendí.
Escuchar la Palabra de Dios no es solamente usar nuestros oídos, sino nuestros corazones.
Contesté, “Sería difícil, pero aún oiría tu Palabra”.
El Señor entonces preguntó, “Si estuvieses mudo, ¿alabarías aún mi Nombre?”.
¡Pero cómo puedo alabar sin voz! Entonces pensé que Dios desea que le cantemos desde nuestro corazón. Entonces contesté, “Aunque no pudiera cantarte físicamente, alabaría aún tu Nombre”
Y el Señor preguntó, “¿En realidad me amas?”
Con valor y profunda convicción, le contesté,
“¡Sí Señor! ¡Te amo porque Tú eres el Dios único y verdadero!”
Pensé que había contestado correctamente, pero Dios preguntó, “¿ENTONCES POR QUÉ PECAS?”
Contesté, “¡Porque soy sólo un ser humano y no soy perfecto!”
“ENTONCES, ¿POR QUÉ EN TIEMPOS DE PAZ TE DESCARRÍAS TAN LEJOS DE MÍ?
¿POR QUÉ SÓLO EN TIEMPOS DE ANGUSTIA ORAS SINCERAMENTE?”
No hubo respuestas. Sólo lágrimas.
El Señor continuó, “¿Por qué solamente cantas en la iglesia? ¿Por qué me buscas sólo en tiempos de necesidad? ¿Por qué pides cosas tan egoístas? ¿Por qué pides sin tener fe?”
Las lágrimas, continuaron rodando sobre mis mejillas.
“¿Por qué te avergüenzas de mí? ¿Por qué no estás esparciendo las buenas nuevas? ¿Por qué en tiempos difíciles lloras con otros cuando te ofrezco mi hombro para que lo hagas? ¿Por qué pones pretextos cuando te doy la oportunidad de servir en mi Nombre?”
Intenté contestar, pero no hubo respuesta que ofrecerle.
“Eres bendecido con la vida. No te hice para que desperdiciaras este regalo. Te he bendecido con talentos para servirme pero continúas dándome la espalda. Te he revelado mi Palabra pero no obtienes el conocimiento de ella.
Te he hablado pero tus oídos estaban cerrados. Te he mostrado mis bendiciones pero tus ojos nunca las vieron. Te he mandado mis siervos pero permaneciste sentado inmóvil mientras ellos eran rechazados. He oído tus oraciones y las he contestado todas.”
“¿En verdad me amas?”
No podía contestar. ¿Cómo podría hacerlo? Estaba increíblemente apenado. No tenía excusa. ¿Qué podía decir?
Cuando mi corazón hubo llorado y las lágrimas habían fluido, dije “¡Por favor perdóname Señor! ¡Soy indigno de ser tu hijo!”
El Señor contestó, “Esa es mi Gracia, mi Hijo”
“¿Entonces por qué continúas perdonándome? ¿Por qué me amas tanto?”
El Señor contestó:
“Por que tú eres mi creación. Tú eres mi hijo.
Nunca te abandonaré.
Cuando llores, tendré compasión y lloraré contigo.
Cuando estés gozoso, me alegraré contigo.
Cuando estés deprimido, te animaré.
Cuando caigas, te levantaré.
Cuando te sientas cansado, te llevaré sobre mis hombros.
Estaré contigo hasta el fin de los días, y te amaré siempre.”
Nunca antes había llorado como en ese momento. ¡Cómo pude haber sido tan frío! ¡Cómo pude lastimar a Dios con todo lo que hice! Le pregunté a Dios, “¿Cuánto me amas?”
El Señor me estrechó en sus brazos, y contemplé su Amor, su Gracia y su Misericordia.
Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Apacienta mis corderos.
Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Pastorea mis ovejas.
Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. Juan 21:15-17

Tu Mirada Puesta en Mí me Llena de tu Paz… Reflexiones con Vídeo

Tus ojos revelan que yo nada puedo esconder
que no soy nada sin ti, ¡oh fiel Señor!
Todo lo sabes de mí, cuando miras el corazón
todo lo puedes ver muy dentro de mí
Lleva mi vida a una sola verdad
que cuando me miras nada puedo ocultar
Sé que es tu FIDELIDAD
que lleva mi vida más allá
de lo que puedo imaginar
Sé que no puedo negar
que tu mirada puesta en mí
me llena de tu paz
Tus ojos revelan que yo
nada puedo esconder, que no soy nada sin ti
mi fiel Señor,
Porque todo, todo lo sabes de mí
cuando miras el corazón
y todo lo puedes ver muy dentro de mí
Lleva mi vida a una sola verdad
que cuando me miras nada puedo ocultar
///Sé que es tu FIDELIDAD
que lleva mi vida más allá
de lo que puedo imaginar
Sé que no puedo negar
que tu mirada puesta en mí
me llena de tu paz///

que tu mirada puesta en mí
me llena de tu paz

¿Quién dicen los hombres que soy yo? - Un Destellito en las manos de Dios


Destellito es un aficionado a la Historia y para él es un relax entrar a una Biblioteca para, mediante la lectura, aumentar sus conocimientos. Le llama poderosamente la atención cómo se generaron los países, aprendió que muchos de ellos soportaron largas guerras hasta conseguir la independencia, de manera que hoy conocemos muchas historias de los primeros conquistadores y fundadores. Hay una enorme galería de acontecimientos, anécdotas, e historias de vida que Destellito puede usar como fundamento para sus siempre útiles enseñanzas .

¿QUIÉN DICEN LOS HOMBRES QUE SOY YO?

La historia de los hijos e hijas de Dios Creador tiene situaciones que a veces asombran, dijo Destellito. Una de ellas es la relación de un personaje muy importante de una gran nación. Cuenta la Historia que Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, cogió un ejemplar del Nuevo Testamento, eliminó, cortándolas de él, las secciones que consideraba que se referían a la divinidad de Jesús, y conservó otros pasajes sobre las enseñanzas éticas y morales del Señor. Destellito suspiró profundamente para luego leer:
Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipos, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías;  y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Mateo 16: 13-16.
Thomas Jefferson, pretendió separar en dos a Jesús para quedarse con aquél que cumplía sus expectativas, con el Maestro, con el hombre llamado Jesús ética y moralmente elevado, y excluir al Cristo, el Hijo del Dios viviente, demostrando que tenía un grave problema de creencia, expresó Destellito.
La divinidad y la humanidad de Jesús es una unidad indisoluble, eterna; expresión visible de Dios Creador aquí en la Tierra, como en los cielos. Hay muchos que hoy mismo tienen una visión sesgada de Jesús y que, al igual que Jefferson, prefieren la parte que más les conviene. No es posible creer en el Jesús Hombre y dejar de lado al Jesús Salvador, así como no es posible creer en el Jesús Salvador y no creer en el Jesús Hombre. Dice la Escritura de Jesús:
Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Juan 6:41.

Su amor es único - Meditación, reflexión - vídeo

Estás a punto de rendirte, crees que esta vez sí es la definitiva, estás sin fuerzas, cansado de tanto fallar, resignado porque no puedes cambiar y avergonzado por no ser ese hijo de Dios que te gustaría ser, por lo que has pensado en no seguir más.
Has llegado a la conclusión de que Dios se ha cansado de ti, que Él no se merece lo que tú  haces constantemente, piensas que quizá Dios está totalmente avergonzado de ti así como tú lo estás de ti mismo, y todo ello te ha llevado a pensar en rendirte y alejarte del todo, pues para ser lo que eres, mejor no ser nada; eso es lo que piensas.
Quizá estés en un momento de esos en donde te autoevalúas y no ves nada bueno en ti y quizá, hasta cierto punto, tengas un poco de razón si tomas en cuenta las últimas malas decisiones que has tomado, y las últimas acciones equivocadas que has hecho; sin embargo siempre hay una nueva oportunidad para ti.
Puede que hoy pienses todo lo malo que hay en ti, quizá te imagines que Dios piensa esto o aquello sobre ti, pero, incluso con todo lo que tu mente te quiera hacer creer, hay una verdad absoluta y es que DIOS NOS VE CON OJOS DE AMOR Y MISERICORDIA.
Es difícil entender esto; es difícil creer cómo un Dios tan perfecto puede amar a personas tan imperfectas como nosotros, pero Dios no tiene para Él nuestros sentimientos engañosos o nuestros pensamientos mentirosos, Dios nos ve y piensa de nosotros lo que nosotros mismos no vemos ni pensamos, y todo porque NOS AMA DE UNA FORMA ÚNICA.
El amor de Dios para ti y para mí es ÚNICO, por más que nos autojuzguemos y nos creamos los más inmerecedores de su amor. Incluso con todo eso ÉL NOS AMA.
La Biblia dice: “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él” 1 Juan 4:9 (Reina-Valera 1960). Cuando Dios decidió enviar a su Hijo no lo hizo porque hicieras mérito alguno para merecerlo, sino que lo hizo por AMOR a ti y a mí, porque NOS AMÓ, NOS AMA y NOS SEGUIRÁ AMANDO.
La Biblia dice: “Ustedes han sido salvados porque aceptaron el amor de Dios. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios se la regaló.” Efesios 2:8 (Traducción en lenguaje actual). Aceptar su amor nos hace acreedores de una salvación tan grande que no es por una determinada obra que hagamos, sino que es un regalo de Dios que es otorgado cuando decidimos aceptar su amor. Por eso el Apóstol Pablo decía: “No rechazo el amor de Dios. Porque si él nos aceptara sólo porque obedecemos la ley, entonces de nada serviría que Cristo haya muerto.” Gálatas 2:21 (Traducción en lenguaje actual). El amor de Dios es un regalo maravilloso que no merecíamos y que realmente no merecemos; sin embargo Él nos lo otorga sin merecerlo y nos ama como nadie nos ha amado nunca, y jamás podrá compararse su amor.
Ahora bien, debido a su amor y a la forma en como nos lo ha demostrado, debemos vivir cada día sintiéndonos privilegiados al saber que un Dios tan perfecto nos ama de una forma tan única y especial, y debido a esto debemos hacer su voluntad para de esta forma agradecerle por todo lo que nos da. El Apóstol Pablo le escribía a Tito: “Ese amor de Dios nos enseña que debemos dejar de hacer el mal, y no desear lo malo de este mundo. También nos enseña que, en este mundo, debemos ser honestos y fieles a Dios, y pensar bien lo que hacemos.” Tito 2:12 (Traducción en lenguaje actual).
Quizá hoy te sientas mal contigo mismo por cosas que has hecho que sabes que no agradan a Dios, pero pensar en su AMOR ÚNICO debería motivarte a que, lejos de pensar en alejarte de Él o abandonar esta carrera, debes esforzarte y dar todo de ti para que de esta forma puedas agradecer a Dios todo lo que ha hecho, está haciendo y hará en tu vida.
Si amas a Dios realmente, el hecho de pensar en su amor perfecto debería motivarte a no rendirte, pues saber todo lo que Él ha hecho por ti es razón suficiente para armarte de valor e intentar agradarle nuevamente, ¡porque claro que podemos hacerlo siempre y cuando nos dispongamos de corazón a eso!
¡Vamos! ¡Ponte en pie nuevamente! ¡Deja de pensar en rendirte! ¡Piensa en el amor que Dios te ha tenido y en cómo te sigue amando a pesar de tus infidelidades! Y que todo eso te motive a comenzar a agradarle nuevamente como Él se lo merece, dando todo tu esfuerzo, siendo valiente y constante. ¡Ponte de pie y avanza nuevamente!

“Y aunque no seamos fieles, Cristo permanece fiel; porque él jamás rompe su promesa.” 

2 Timoteo 2:13 (Traducción en lenguaje actual) 

¡ADELANTE! ¡NO TE RINDAS! ¡SU AMOR PARA TU VIDA ES ÚNICO!

“Pero Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por nosotros, a pesar de que nosotros todavía éramos pecadores”. 

Romanos 5:8 (Traducción en lenguaje actual)

La Biblia - Reflexión en vídeo





Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan! 

martes, 30 de octubre de 2012

Ser valiente - devocional - vídeo

Ser realmente valiente no es pelear con cualquiera que se te ponga de frente, no es dar unos cuantos golpes a alguien, ni mucho menos hacer lo que muchos te animan a hacer cuando eso es incorrecto delante de los ojos de Dios.
La valentía que Dios demanda de nosotros no tiene nada que ver con la fuerza física, sino más bien con un deseo y una decisión de ser fieles a Él.
Y es que hay que ser valiente para tomar la decisión de ser fiel a Dios en medio de un mundo infiel. Miremos donde miremos hay gente que hace el mal, y también muchas tentaciones que nos invitan a hacer lo contrario a lo que nuestras convicciones espirituales nos dictan.
Hay que reconocer, pues, que es muy fácil hacer lo malo, es fácil ir y satisfacer nuestros deseos más bajos, pero no lo es el abstenerse de hacer lo incorrecto o ser fiel a Dios, porque eso sólo los realmente valientes lo pueden lograr.
Dios le daba un consejo a Josué y le decía: “Sólo te pido que seas muy fuerte y valiente. Así podrás obedecer siempre todas las leyes que te dio mi servidor Moisés. No desobedezcas ni una sola de ellas, y te irá bien por dondequiera que vayas.” Josué 1:7 (Traducción en lenguaje actual). En pocas palabras, hay que ser fuerte y valiente para obedecer a Dios.
Quizá estos días has estado afrontando una tentación y lastimosamente accediste y has caído en el error del pecado. Sin embargo, Dios quiere recordarte hoy que Él esta dispuesto a perdonarte, pero al mismo tiempo te motiva a que puedas ser valiente para resistir la próxima vez que se te presente.
Y es que tenemos que entender que TODOS los días de nuestra vida aquí en la Tierra seremos tentados a hacer el mal, TODOS los días; y algunas tentaciones serán tan fuertes que creeremos no poder soportarlas, pero es allí en donde realmente se muestra lo valiente que somos, es en esos momento en donde decides si acceder o no, en donde se demuestra cuánto amas a Dios y cuán valiente estás dispuesto a ser para no caer en el pecado o en algún error.
El Apóstol Pablo recomendaba a los Corintios: “Manténganse siempre en estado de alerta, pero confiando en Cristo. Sean fuertes y valientes” 1 Corintios 16:13 (Traducción en lenguaje actual). Pablo estaba convencido de que todos los días se presentarían ocasiones para fallarle a Dios, por eso recomendaba estar alerta siempre, confiando en Dios, siendo fuertes pero sobre todo VALIENTES.
¿Cuán valiente estás siendo? ¿Estás dejando a un lado aquello que ofende a Dios o estás cayendo frecuentemente en eso que no es correcto?
Es hora de ser valientes, no hay nada que nos pueda dominar, Cristo nos ha hecho libres en Él; por esta razón aún aquello que crees imposible de dejar o hacer a un lado es posible en el Señor siempre que te rindas a Él, siempre que dejes de ser tú y permitirle a Dios que sea Él en ti.
Dios le dio una promesa a Josué y que está disponible para nosotros también, Él le dijo: “Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas.” Josué 1:9 (Traducción en lenguaje actual).
Es momento de amarrarnos bien los pantalones espirituales, de ponernos los guantes para las peleas que diariamente libramos en contra de nuestro malos deseos y, sobre todo, es hora de ser valientes y derrotar a aquello que sabemos que ofende a Dios.
Para ser fiel realmente a Dios se necesita ser VALIENTE; VALIENTE para decir NO en el momento que se necesite y también para decidir no hacer aquello que quisieras hacer, pero que no lo harás porque sabes que ofende a Dios.
Dios te ha dotado de valentía, esa valentía que Él nos da cuando decidimos rendirnos a Él. Ríndete delante del Señor, reconoce tu necesidad de Él y tus debilidades, pero sobre todo ármate de valentía para entender que Dios está a tu lado siempre y que Él te ayudará a vencer aquello que hasta hoy creías que era casi imposible vencer.

¡TÚ ERES VALIENTE EN DIOS!


Esperar en Dios - devocional


Esperar en ti,
Difícil sé que es,
Mi mente dice no, no es posible,
pero mi corazón,
confiado está en ti,
Tú siempre has sido fiel,
me has sostenido.
Y esperaré, pacientemente,
aunque la duda me atormente.
Yo no confió con la mente,
lo hago con el corazón.
                                              Y esperaré en la tormenta
                                                      aunque tardare tu respuesta;
                                                     yo confiaré en tu providencia,
                                                   Tú siempre tienes el control.
                                                       Letra canción de Jesús Adrián Romero.
Hoy me siento feliz, confiado y esperanzado en el Dios de mi Salvación, y mientras espero una respuesta positiva para mi vida, de mi boca brota esta canción que en primer lugar me ministra a mí y quiero que te ministre a ti; es una canción hermosa de verdad que nos enseña cómo esperar en Dios.
Esta mañana, cuando salía a trabajar, le pedí a Dios que me enseñara cómo esperar en Él, sin estar ansioso, sin ser demasiado optimista por si la respuesta no es la que espero. Si es así, que no se me desgarre mi corazón, que no me desilusione y, en términos generales, que no me decepcione; pero la pregunta es: ¿cómo esperar algo por fe (la fe es tener la certeza de lo que se espera), pero al mismo tiempo ser realista y saber que las posibilidades siempre son, definitivamente, Si o No? Tal vez haya que esperar porque todavía no es el tiempo y, sobre todo, no dudar y no ser pesimista, porque el que duda no agrada a Dios y ante todo hay que evitar caer en la trampa del pesimismo, pues éste constituye una mala influencia para el alma y para el espíritu; es como un virus que va invadiendo nuestro ser, contaminando y matando nuestra esperanza, nuestro optimismo, nuestro gozo y la felicidad y la paz que tenemos en Cristo-Jesús.
Este es el punto importante: la mente siempre está allí remarcando las ideas, las probabilidades, generando pensamientos que producen sentimientos de ansiedad, de estrés y de impaciencia, pero la clave es no confiar con la mente, sino con el corazón; es allí donde está nuestra fortaleza, nuestra fe, nuestra esperanza, nuestra fidelidad, nuestros afectos y nuestro amor.
Dale tu corazón a Dios y siempre fíate de Él, espera en Él, pues como dice la canción: “aunque tardare tu respuesta, yo confiaré en tu providencia, Tú siempre tienes el control” y guarda tu corazón, porque es de el que mana la vida. (Prov. 4:23) y es en nuestro corazón y nuestra mente que Dios graba su palabra, como lo prometió en Jeremías 31:33 y en Ezequiel 11:19 y 18:31, y canta, canta, y sigue cantando, pues la alabanza es ofrenda de olor fragante a Dios y mientras tú cantas, el poder de la palabra te ministra y hace lo que Dios desea que haga en tu vida.

Espera en él en todo tiempo, ¡oh pueblos!
Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio.

Salmo 60:8

Engañosa tradición - Amy y Andy - Vídeo Reflexivo



Vídeo descriptivo del engaño que hay detrás de la tradición del día de muertos y halloween basado en lo que dice la palabra de Dios.

  

¿Para qué sirve un minuto? - Reflexiones

Un minuto sirve para sonreír, sonreír para el otro, para ti y para la vida.
Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua.
Un minuto sirve para escuchar el silencio.
Es un minuto el tiempo en el que uno dice el sí o el no que cambiará toda su vida.
Un minuto para un apretón de manos y conquistar un nuevo amigo.
Un minuto para sentir la responsabilidad, el pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria.
En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser.
En un minuto se puede salvar una vida.
Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarle.
Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar, de una vida.
Minutos…….. ¡cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuántas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas!.
Con frecuencia decimos ” es un minuto”, que nos parece... apenas nada; pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, cómo se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestro trabajo, cómo se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, cómo nos llena de emoción ese minuto al entregarnos al prodigio de un nacimiento, y cómo también que la vida otorgue más minutos a la muerte que nos separará físicamente de la vida misma y no la veremos más.
Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo puede dejar una huella muy profunda en nuestra vida.
Lo importante no es vivir la vida porque sí, dejando pasar el tiempo.
Aprendamos a vivir la vida intensamente.
Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que ” sí no es hoy será mañana “.
Recuerda que tu tiempo es hoy.
La vida es hoy.
Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.
Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol… Eclesiastés 3:1-8

Sobre Tu Regazo - Reflexiones con Vídeo

Sobre tu regazo ponme ahora
y en mi corazón marca la hora
para volver a comenzar
Sólo una mirada es suficiente
sólo un beso tuyo aquí en mi frente
para volver a caminar
Que sea un momento sin igual
sin precedente singular
para empezar, 
para empezar
Dame un nuevo
día para comenzar
y una melodía para caminar
Dame las palabras
que me llevarán
a caminar
haciendo tu voluntad
Dame la sonrisa que hay en tu interior
y la sincronía con tu corazón
dame sintonía, dame dirección
para escuchar cada mañana tu voz...

lunes, 29 de octubre de 2012

Nacer de Nuevo - Devocional - vídeo

“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”
Juan: 3.5
Cerremos los ojos y tratemos de imaginar a Nicodemo, de noche, tal vez con temor entrando en la casa de Jesús, mirando a todos lados para que nadie le viera porque quería tener una conversación en privado con Jesús; él mismo era un fariseo, un maestro de la Ley, bastante mayor, pero que estaba inquieto; seguramente había escuchado  a Jesús hablar en la calle, en las plazas o en la Sinagoga, o quizá Jesús era el tema principal de aquellos días; para él, Jesús tenia, no sólo un conocimiento intelectual de la Ley, sino que además, en su corazón, reconocía que Él no era como los otros, era especial, hablaba con autoridad, le rodeaba una atmósfera de santidad, de poder, su boca destilaba sabiduría, atraía a las multitudes, estaba lleno de gracia y de amor, de compasión; su cercanía, su presencia, producía seguridad, paz. Así que la necesidad de ir a ver a Jesús pudo más que el temor a ser descubierto, y finalmente se decidió a visitarle y sostener con Él esta conversación que es la parte esencial, central y fundamental del cristianismo.
Hasta podemos imaginar que había preparado una serie de preguntas que le haría al Maestro, pero como Jesús tenia la capacidad de leer los pensamientos,... como diríamos en lenguaje coloquial: “fue por lana y salió trasquilado” pues nunca imaginó de Él una salida y respuesta como esta: "Nacer de Nuevo, sí, volver a nacer…del agua y del espíritu". ¡Qué extraña debió haber sido esta situación!
Jesús lo ratificó en la fiesta de bodas a la que fue con su madre y sus hermanos cuando convirtió el agua en vino. También durante la muerte de Juan El Bautista, y en sus parábolas, para finalmente confirmarlo con su propia vida, muerte y resurrección, mostrando que es El Señor de la vida y de la muerte; posteriormente, a través del mensaje del apóstol Pablo, vemos que se habla nuevamente de este tema cuando habla acerca del viejo hombre o la vieja naturaleza, y el renacimiento del nuevo hombre, del avivamiento del espíritu.
Nacer de nuevo es la regeneración del espíritu, de la vida, y la reconciliación con Dios, nuestro Padre, y no podemos nacer de nuevo si no nos bautizamos;  el bautismo es el compromiso, la alianza, el pacto que nos recuerda que enterramos en el agua toda nuestra vida pasada, nos arrepentimos de nuestros pecados y aceptamos y abrazamos una nueva vida, una nueva identidad, un segundo nacimiento, nacemos de nuevo (del Espíritu) y esto es tan importante porque es el medio por el cual somos sellados, marcados y separados para Cristo.
Por eso ahora mismo, sin importar el tiempo que llevemos en el cristianismo, las preguntas claves que nos debemos hacer son: ¿Soy realmente una nueva criatura en Cristo? Si es así, ¿cuánto hay de mí y cuánto de Cristo en mí? Si hay de Él por lo menos un poquito, o mucho, esa cantidad, todo, debe ser semejante a Él; es lo que la gente debe ver, captar y  sentir, y ¿podemos sentir y ver a Jesús a través de nuestro ser, de nuestra manera de actuar, de pensar y de sentir, o seguimos siendo los mismos? ¿Estamos creciendo y fortaleciéndonos cada día o simplemente somos oidores de La Palabra; aún no nos decidimos a entregarle nuestra vida a Cristo o podemos decir como decía el Apóstol Pablo: ya no vivo yo, sino es Cristo, quien vive en mi?
Los errores del pasado y nuestros pecados no los podemos cambiar pero sí existe una manera de corregirlos y es "nacer de nuevo"; cuántas veces hemos oído esta pregunta: “Si hubiera algo del pasado que pudieras cambiar, ¿qué cambiarías y cómo lo cambiarías?” Jesús nos ofrece esa única oportunidad de borrar todo lo malo y defectuoso del pasado y volver a empezar, de nacer de nuevo y tener una nueva vida, y esto no fue gratis. Él pago un alto precio para que nosotros pudiéramos tener esta oportunidad. No la desperdiciemos.
Preguntémonos otra vez: Si hoy nacieras de nuevo, ¿qué harías? ¿Cómo vivirías tu vida? ¿Qué corregirías, cómo actuarías, cómo pensarías? ¿Qué ha significado en tu vida tener un encuentro personal con Jesús? Si lo has tenido, ¿en qué te ha cambiado?
Con frecuencia escuchamos en seminarios de auto-ayuda o crecimiento personal, una pregunta: ¿Cómo te ves dentro de 5 o 10 años? ¿Qué harías y con quién? Mirando atrás 5 o 10 años antes, ¿cómo era? ¿cómo reaccionaba? ¿vivía lleno de ira, resentimiento, era agresivo, incrédulo, infeliz o infiel? Y   como contraste, ¿cómo te ves ahora? ¿aquí y ahora? Seamos honestos y reconozcamos, con un corazón rendido y agradecido a nuestro Cristo, que Él hizo posible que naciéramos de nuevo, que tuviéramos una segunda oportunidad y que aún esté trabajando en nuestras vidas para transformar, formar y regenerar nuestro carácter, nuestra vida y nuestras relaciones. ¿Dónde estaría yo hoy si Cristo no hubiera tenido un día misericordia de mi?

“Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.”

Juan. 1:17


Temía Hasta Que… - Crecimiento personal

Temía estar solo hasta que aprendí a gustarme a mí mismo.
Temía al fracaso hasta que me di cuenta que sólo fallo cuando no lo intento.
Temía al éxito hasta que me di cuenta de que tenía que intentarlo para estar feliz conmigo mismo.
Temía a la opinión de la gente hasta que aprendí que la gente tendrá opiniones de mí de todas maneras.
Temía el rechazo hasta que aprendí a tener fe en mí mismo.
Temía al dolor hasta que aprendí que este es necesario para crecer.
Temía a la verdad hasta que vi la fealdad de las mentiras.
Temía a la vida hasta que experimenté su belleza.
Temía a la muerte hasta que me di cuenta de que no es un fin sino un comienzo.
Temía a mi destino hasta que me di cuenta de que tengo el poder para cambiar mi vida.
Temía al odio hasta que vi que no era más que ignorancia.
Temía al amor hasta que tocó mi corazón, haciendo que la oscuridad se disipara en días soleados sin fin.
Temía al ridículo hasta que aprendí cómo reírme de mí mismo.
Temía envejecer hasta que me di cuenta que adquiría sabiduría cada día.
Temía al futuro hasta que me di cuenta de que la vida sólo va a mejor en Dios.
Temía al pasado hasta que me di cuenta de que no podía lastimarme más.
Temía a la oscuridad hasta que vi la belleza de la luz de las estrellas.
Temía a la luz hasta que aprendí que la verdad siempre me dará fortaleza.
Temía al cambio hasta que vi que aún la más hermosa mariposa tuvo que sufrir una metamorfosis antes de poder volar.

Esta reflexión, siendo increíblemente original, despierta al mismo tiempo un eco en cada una de nuestras vidas, si bien su intensidad puede variar según nuestra experiencia personal. Y es que todos tenemos temores, ya sea que lo aceptemos públicamente o no.
Es parte de la condición caída de la humanidad… pero la buena noticia es que no tenemos por qué quedar esclavizados por un temor paralizante, que se erija como obstáculo para que podamos vivir la vida abundante que Dios diseñó para nosotros.
Nuestra fe vence al mundo, pero esta victoria comienza por el escalón en el cual nos atrevemos a creer a Dios por encima de nuestros temores, y cuando damos pasos de fe para conquistar nuestros mañanas.
¿Nos atreveremos a hacerlo hoy?  Adelante y que Dios les bendiga.

Dios tiene lecciones en cualquier lugar y a cada momento, si quieres verlas - Reflexión

Hubo una época en que mi marido decidió ser granjero. Compró un molino de viento, algunas lámparas de aceite, colmenas, y un par de cerdos a quienes nuestro hijo llamó, Lois Lane y Clark Kent.
Este par de cerditos iban a causarme muchos dolores de cabeza desde el día en que los llevaron a casa.
Los habíamos atado muy bien y metido en cajas de transporte en la parte trasera de nuestra camioneta. Estos lechones Houdini, de alguna manera, lograron liberarse, saltaron de la camioneta y echaron a correr por las colinas.
Finalmente logramos llevar esas resbaladizas criaturas a casa, pero sólo después de una dura búsqueda y persecución por el bosque.
Lois y Clark eran aventureros lechones que pronto aprendieron a escalar al techo de su casita para saltar fuera de la valla. Automovilistas, de la carretera cerca de nuestra casa, decían que frecuentemente habían visto “dos cerdos salvajes” corriendo entre los coches, y más de una vez recibí llamadas telefónicas de vecinos enfadados que encontraron al par de cerditos cuando cavaban en sus jardines de flores.
Generalmente, la única casa a la que los cerdos iban a “explorar” era la mía, de modo que tenía que arreglármelas. ¿Cómo se puede convencer a dos cerditos a que no te sigan y se queden contigo?  Se requiere una cubeta llena de queso, cáscaras de manzana, y otras sobras de comida.
Una vez que L y C habían crecido, su dieta habitual ya no era la misma; ahora consistía en camiones de rancia panadería, productos lácteos, y sobras de comida de los restaurantes locales. Mantener a ese par de cerdos alimentados era un gran trabajo. Lois y Clark comían mucho, por no decir demasiado, y usted puede imaginar lo OTRO que también hacían. Sí mucho.
El montón de estiércol se convirtió en una montaña que permaneció en el campo y lo olvidé por mucho tiempo, incluso después de que Lois y Clark ya habían sido vendidos para convertirse en tocino y chuletas de cerdo en algún congelador.
El verano siguiente decidí plantar un huerto; cariñosamente lo fertilicé, lo regué y le di el cuidado diario sólo para descubrir, al final de la temporada, que mis preciadas hortalizas eran insignificantes en comparación con los enormes tomates, pepinos y calabazas que habían surgido justo al otro lado del patio. Sí, exactamente allí donde estaba la gran pila de estiércol.
¿Por qué te cuento todo esto sobre cuidados a los cerdos y el estiércol? Porque hay algo que debes aprender aquí: Dios tiene lecciones para nosotros en todo lado y a cada momento si estamos dispuestos a verlas.
La mayoría de la gente ha sentido el dolor de ver destruidas sus esperanzas y sueños. Todos hemos sentido alguna vez que la vida es una gran pila de estiércol.
La Biblia dice que Dios puede producir belleza de las cenizas. Él puede tomar el maloliente, repugnante montón de estiércol que nuestra vida pueda ser a veces, y puede hacer crecer frutos de vida de lo que parece ser basura.
Así que hay esperanza, incluso en la cima de la pila de estiércol. Así como la basura en una pila de estiércol hizo crecer un jardín en mi patio, la basura en nuestra vida puede producir cosas buenas que también nos ayudan a crecer.
Cabe preguntarse por qué Dios permite que el estiércol a veces se acumule en nuestras vidas, pero estoy seguro de que no es ninguna sorpresa o accidente. No puede ocurrir sin su aprobación. La buena noticia es que no tenemos que subir a las montañas de estiércol solos. Los problemas siempre vienen en la vida pero tenemos una fuente de fuerza para sostenernos que nos guía, tenemos la esperanza, el ingrediente esencial para ver más allá de la pila de estiércol.
Así que agarra una pala y empieza a cavar. Hay una cosecha en el otro lado.
Marsha Jordan
Isaías 61:3
A ordenar que a los afligidos se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío del Señor, para gloria suya.

Ayúdame, Señor - Meditación, Reflexión - vídeo

Sentimientos encontrados gobiernan en este momento tu vida; no sonríes porque no hay una razón para hacerlo pero si muchas para estar preocupado, cargado y puede que hasta sin fuerzas.
Sientes que has tocado fondo, sientes que estás en una de las etapas más difíciles de tu vida, ves como todo se pone peor cada vez y realmente tu fe poco a poco se ha ido reduciendo.
Ves como los problemas se presentan en tu vida uno tras otro, has llegado a pensar que tienes como un imán para ellos y, aunque salgas de uno, pronto a parece otro y llega un momento en donde desearías huir, desaparecer hacia algún lado o simplemente olvidarte de todo, pero sabes que esa no es la solución.
A veces se toca fondo por nuestras frecuentes malas decisiones, porque sabiendo la teoría de lo bueno terminamos haciendo lo malo, porque sabiendo las consecuencias de nuestras acciones terminamos haciendo, a pesar de eso, lo que no tenemos que hacer.
Puede que hoy te encuentres en un momento muy difícil, con sentimientos negativos embargando tu ser, con pensamientos de derrota paseándose por tu mente, con un sentimiento en tu pecho de que las cosas no están como te gustaría que estuviesen y quizá, en un momento de reflexión al darte cuenta de todo lo que te está rodeando y de lo que estás haciendo al respecto, sólo puedes pronunciar un: ¡Ayúdame, Señor!
A veces, al analizar todo en nuestra vida llegamos a la sabia conclusión de que NECESITAMOS LA AYUDA DE DIOS, pues hay cosas que sólo el poder de Dios puede cambiar.
El Salmista David decía: “Escúchame, Señor, y ten misericordia de mí; ayúdame, oh Señor».” Salmos 30:10 (Nueva Traducción Viviente). David decía: “Escúchame, Señor”, ¿Acaso Dios no le escuchaba?, ¡Claro que si!, pero en momentos difíciles creemos que no nos escucha porque tal vez no nos responde como quisiéramos. Sin embargo Él esta al tanto de todo, y aunque el salmista lo sabía no tenia reparo en orar a pesar de eso porque Dios le había ayudado siempre e insistía en pedirle su ayuda; seguramente estaba pasando un episodio difícil en su vida como los que muchos de nosotros pasamos o estamos pasando.
David fue un hombre que sufrió mucho antes de que se cumpliera la promesa que Dios le había dado al ungirle como futuro rey de Israel. Sufrió persecución de muerte, desprecio, olvido, anonimato, pero, sin embargo, algo que caracterizó al salmista David era que hablaba con Dios a través de los Salmos y muy a menudo se le escuchaba decir:“Dios mío, ¡ayúdame! Por tu gran amor, ¡sálvame!” Salmos 109:26 (Traducción en lenguaje actual). “¡Ayúdame!”, era una palabra que David usaba porque sus problemas le hacían llegar a la conclusión de que sólo Dios era capaz de solucionarlos, y por eso insistía en decir: “Dios mío, ¡líbrame, por favor!, ¡ven pronto en mi ayuda!” Salmos 40:13 (Traducción en lenguaje actual).
Puede que hoy estés afrontando uno de los peores problemas que te ha tocado afrontar, puede que las fuerzas se te hayan acabado y que tu fe se tambalee, que dudes, pero aún en medio de cualquier panorama que estés afrontando, pídele ayuda al Señor, porque estoy seguro que Él vendrá en tu ayuda.
Allí donde estás, olvídate de todo lo que te rodea y habla con Dios. Di y repite esta oración con sinceridad de corazón:
“Padre Nuestro que estás en los cielos, te doy gracias por todo lo que Tú nos das sin que lo merezcamos, te doy gracias porque puedo sentir como cada mañana tu misericordia se renueva sobre mi vida, te doy gracias porque hasta aquí has estado conmigo. Padre, Tú conoces mejor que nadie mi actual estado, Tú sabes los problemas que estoy afrontando, los sentimientos que me embargan, las cargas que me preocupan, los pensamientos que desgastan mi fe; hoy nuevamente imploro tu ayuda, ¡Ayúdame Señor!, reconozco que solo no puedo, reconozco que las fuerzas poco poco se me han ido acabando, reconozco que estoy en un punto en donde sólo tu Poderosa Mano puede sacarme de todo esto y por eso hoy, con todo mi corazón, quiero pedirte que me AYUDES, que vuelvas tu mirada a mí y que tengas misericordia una vez más de mi vida y me des la capacidad, la fuerza, la sabiduría y el deseo de poder salir adelante de todo lo que en este momento se me hace difícil o imposible. Yo sé que Tú tienes el Poder suficiente para hacer que todo cambie, por eso recurro a ti, por eso imploro tu ayuda, ¡Ayúdame Señor! Te lo pido por favor. Gracias Padre, gracias porque sé que vienes en mi ayuda, porque sé que cuando te creo, Tú obras, porque sé que Tú honras la fe de los que te creen y aunque todo el panorama me quiera hacer creer que todo saldrá mal, hoy quiero creer en tu ayuda, hoy quiero confiar en que me ayudarás; deposito TODA mi confianza en ti, porque sé que nunca me defraudarás, en el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.
Dios va a comenzar a hacer cosas importantes en tu vida. Él pondrá en tu corazón el deseo de salir de eso que pensabas o creías que no podías salir, Él abrirá puertas donde parece que estaban cerradas, Él te llevará a donde parecía que era imposible que fueras y todo porque creíste en su ayuda, porque confiaste en su Poder y porque reconociste tu necesidad de Él.
Hoy un nuevo tiempo comenzará en tu vida, un tiempo de fe y respuestas, Dios comenzará a obrar en tu vida en base a la fe que le muestres y hará cosas maravillosas de las cuales te sorprenderás.

¡DIOS ES QUIEN TE AYUDA!


Yo Soy Dios - Te oigo y oro

Buenos días, yo soy Dios.
El día de hoy me encargaré de todos tus problemas.
Por favor recuerda que no necesito de tu ayuda.
powerpoint problemasSi el diablo, por casualidad, te puso en una situación que no puedes manejar NO intentes resolverla.
Ponla amablemente en la caja CPHD (Cosas para hacer DIOS).
Esto se arreglará en MI tiempo, no en el tuyo.
Ya que Aferrarte o Sacarlo solo demoraría la solución del problema.
Si es una situación que tú piensas que eres capaz de manejar, por favor consúltame en una oración, para asegurarte que es la solución correcta.
Debido a que no duermo, ni dormito, no es necesario que pierdas tu sueño, yo me encargaré de velarlo.
Descansa hijo.
Si necesitas contactarme, estoy sólo a una oración de distancia.
Exodo 3:14
Y dijo Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: “YO SOY me ha enviado a vosotros.
Juan 8:24
Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados.
Juan 8:28
Por eso Jesús dijo: Cuando levantéis al Hijo del Hombre, entonces sabréis que yo soy y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo estas cosas como el Padre me enseñó.
Juan 8:58
Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy.