domingo, 31 de diciembre de 2017

¿Es la Biblia importante en la actualidad?

Resultado de imagen de ¿Es la Biblia importante en la actualidad? Hebreos 4:12 dice: “Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma, y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” Aunque la Biblia fue escrita por más de 40 autores durante un período de 1500 años, su veracidad y relevancia permanecen inmutables hasta hoy. La Biblia es la única fuente objetiva de toda la revelación que Dios nos ha dado acerca de Él mismo y Su plan para la humanidad.

La Biblia contiene una gran cantidad de información acerca del mundo natural que ha sido confirmada por investigaciones y observaciones científicas. Algunos de estos pasajes incluyen Levítico 17:11Eclesiastés 1:6-7Job 36:27-29Salmo 102:25-27 y Colosenses 1:16-17. La historia bíblica del plan redentor de Dios para la humanidad se desenvuelve y entre tanto, comprobamos que muchos caracteres diferentes son eficazmente descritos. Al hacerlo así, la Biblia provee una gran cantidad de información acerca del comportamiento y las tendencias del ser humano. Nuestra experiencia cotidiana nos demuestra que esta información es más exacta y descriptiva de la condición humana que cualquier libro de texto de psicología. Muchos sucesos históricos registrados en la Biblia han sido confirmados por fuentes extra-bíblicas. De hecho, con frecuencia, la investigación histórica muestra grandes similitudes entre la información bíblica y la información extra-bíblica de los mismos eventos. En muchos casos, se ha reconocido que la Biblia es históricamente más precisa.

ORACIONES PARA LA NOCHE DE FIN DE AÑO

Gracias Señor
Por todo cuanto me diste en el año que termina.
Gracias por los días de sol y los nublados tristes,
por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por la salud y por la enfermedad,
por las penas y las alegrías.
Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste.
Gracias Señor, por la sonrisa amable y por la mano amiga,
por el amor y por todo lo hermoso y por todo lo dulce,
por las flores y las estrellas, por la existencia de los niños
y de las almas buenas.
Gracias por la soledad, por el trabajo, por las inquietudes,

por las dificultades y las lágrimas.
Por todo lo que me acercó a ti.
Gracias por haberme conservado la vida, 

Resultado de imagen de ORACIONES PARA LA NOCHE DE FIN DE AÑOy por haberme dado techo, abrigo y sustento.
Gracias Señor. Gracias Señor. Señor....
¿Qué me traerá el año que empieza?

Lo que Tú quieras Señor, pero te pido fe para mirarte en todo,
esperanza para no desfallecer, y caridad para amarte cada día más,
y para hacerte amar entre los que me rodean.
Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad,
dame Señor, lo que Tú
 sabes que me conviene y yo no lo sé pedir.
Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas,
y que me halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Voluntad.

Derrama Señor, tus gracias sobre todos los que amo
y concede tu paz al mundo entero. Así sea.

Gracias Señor. Gracias Señor.

Amén.

* * *

Oración para la noche de fin de año

Señor, antes de entrar en el bullicio
y el aturdimiento del fin de año,
quiero esta tarde encontrarme contigo
despacio y con calma.

Son pocas las veces que lo hago.
Tú sabes que ya no acierto a rezar.
He olvidado aquellas oraciones que me
enseñaron de niño y no he aprendido a
hablar contigo de otra manera más viva
y concreta.

Señor, en realidad, ya no sé muy bien
si creo en ti. Han pasado muchas cosas
estos años. Ha cambiado mucho la vida
y he envejecido muicho por dentro.
Yo quisiera sentirte más vivo y más
cercano. Me ayudaría a creer. Pero me
resulta todo tan difícil...

Y sin embargo, Señor, yo te necesito.
A veces me siento muy mal dentro de mí.
Van pasando los años y siento el desgaste
de la vida. Exteriormente todo parece funcionar
bien: el trabajo, la familia, los hijos.
Cualquiera me envidiaría. Pero yo no me
siento bien.

Ya ha pasado un año más. Esta noche comenzaremos
un año nuevo, pero yo sé que todo seguirá igual.
Los mismos problemas, las mismas preocupaciones,
los mismos trabajos. Y así, ¿hasta cuándo?

Cuánto desearía poder renovar mi vida desde dentro.
Encontrar en mí una alegría nueva, una fuerza
diferente para vivir cada día. Cambiar, ser mejor
conmigo mismo y con todos.

Pero a mi edad no se pueden esperar grandes cambios.
Estoy ya demasiado acostumbrado a un estilo de vida.
Ni yo mismo creo demasiado en mi transformación.

Por otra parte, Tú sabes cómo me dejo arrastrar por
la agitación de cada día. Tal vez por eso no me
encuentro casi nunca contigo. Tú estás dentro de
mí y yo ando casi siempre fuera de mí mismo. Tú
estás conmigo y yo ando perdido en mil cosas.

Si al menos te sintiera como mi mejor Amigo...
A veces pienso que eso lo cambiaría todo.
Qué alegría si yo no te tuviera esa especie
de temor que no sé de dónde brota pero que me
distancia tanto de ti.

Señor, graba bien en mi corazón que Tú hacia
mí solo sientes amor y ternura.
Recuérdame en mi interior que Tú me aceptas tal
como soy, con mi mediocridad y mi pecado, y
que me quieres incluso aunque no cambie.

Señor, se me va pasando la vida y, a veces,
pienso que mi gran pecado es no terminar de
creer en ti y en tu amor. Por eso, esta noche
yo no te pido cosas. Solo que despiertes mi fe
lo suficiente para creer que Tú estás siempre
cerca y me acompañas.

Que a lo largo de este año nuevo no me aleje mucho
de ti. Que sepa encontrarte en mis sufrimientos
y en mis alegrías. Entonces tal vez cambiaré.
Será un año nuevo.

Amén.

* * *

Oración de año nuevo

Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad. Tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.

Al empezar un año más, detengo mi vida ante el nuevo calendario, aun sin estrenar, y te presento estos días que solo Tú sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos, paz y alegría, fuerza y prudencia, claridad y sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de compresión y paz.

Cierra tus oídos a toda falsedad que salga de mis labios, a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre, en cambio, mi ser a todo lo que es bueno. Que mi espíritu se llene solo de bendiciones y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mi, encuentren en mi vida un poquito de ti. Dame un año feliz, y enséñame a repartir felicidad. Amén.

* * *

Señor, Dios…
Dueño del tiempo y de la eternidad,
tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de tI.
Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol,
por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año,
el trabajo que pude realizar, las cosas que pasaron por mis manos
y lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,
las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí
y los que están más lejos, los que me dieron su mano
y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida,
el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor, hoy quiero pedirte perdón,
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,
por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por vivir sin entusiasmo.
También por la oración que poco a poco fui aplazando y
que ahora vengo a presentarte.
Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.

Pronto iniciaremos un nuevo año, y detengo mi vida
ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días
que solo Tú sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos
 paz y alegría,
fuerza y prudencia, claridad y sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad
llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad
y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno ,
que mi espíritu se llene solo de bendiciones, y las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo
o se acerquen a mí, encuentren en mi vida un poquito de tI.
Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad.

Amén.

¿Deben participar los cristianos en las fiestas de Año Nuevo?

“La tarde que precede a la Nochevieja suele ser más tranquila de lo habitual. Entonces, alrededor de las once empieza a llegar un torrente continuo de pacientes a mi consulta con puñaladas o balazos, adolescentes heridos en accidentes de tráfico y esposas maltratadas. En casi todos los incidentes interviene el alcohol.”
Resultado de imagen de N0CHEVIEJATeniendo en cuenta lo antedicho, no es muy sorprendente que un periódico... llamara al primer día del año el día internacional de la resaca. Una agencia de noticias europea dice que el “Año Nuevo es una fiesta para el hedonista sin experiencia, un asalto más en el eterno combate entre el hombre y el alcohol”.
Cierto, pero no todo el mundo celebra la entrada del nuevo año bebiendo en exceso y cometiendo actos violentos. Muchos abrigan gratos recuerdos de esta fiesta. “De niños, esperábamos con impaciencia la Nochevieja. Siempre teníamos multitud de juguetes y mucha comida y bebida. A medianoche nos abrazábamos, nos besábamos y nos deseábamos feliz año nuevo unos a otros.”
Del mismo modo, hoy muchas personas piensan que no se extralimitan al festejar el Año Nuevo. Aun así, los cristianos hacen bien en examinar, antes de nada, el origen y la significación de esta popular fiesta. ¿Están en conflicto las celebraciones de Año Nuevo con las enseñanzas bíblicas?
Datos del pasado
La festividad de Año Nuevo no es de origen reciente. Según revelan inscripciones antiguas, ya existía en Babilonia en el tercer milenio antes de nuestra era. La fiesta, que tenía lugar a mediados de marzo, era importantísima. “En ese momento, el dios Marduk decidía el destino del país para el año siguiente”, dice The World Book Encyclopedia. La fiesta babilónica del año nuevo duraba once días, en los que se hacían sacrificios, procesiones y ritos de la fertilidad.
Durante algún tiempo, los romanos también consideraron que el año empezaba en marzo, hasta que, en el 46 A..C., el emperador Julio César decretó que diera comienzo el 1 de enero, un día ya dedicado a Jano (el dios de los inicios) y que a partir de entonces también sería el primer día del calendario romano. Aunque cambió la fecha, se mantuvo el ambiente carnavalesco. El 1 de enero la gente “se entregaba a excesos desenfrenados, dice la Encyclopedia de McClintock y Strong, así como a diversas supersticiones paganas”.
Actualmente, los ritos supersticiosos aún ocupan un lugar en las celebraciones de Año Nuevo. Por ejemplo, algunas personas dan la bienvenida al nuevo año apoyadas sobre el pie derecho. Otras tocan trompetas y tiran petardos. Según una costumbre checa, en Nochevieja hay que comer sopa de lentejas, mientras que una tradición eslovaca dice que la gente debe poner monedas o escamas de pescado debajo del mantel. Estos ritos, concebidos para protegerse de las desgracias y garantizar la prosperidad, no hacen más que perpetuar la creencia antigua de que el cambio de año es el momento en que se deciden los destinos.