viernes, 19 de julio de 2013

¡Atrévete a Pensar Diferente! - Crecimiento personal-espiritual - Vídeo

“El talento se descubre pensando diferente” Sir Ken Robinson
Leyendo a Sir Ken Robinson encontré unas palabras que dijo en un Foro Mundial sobre el Talento: “Tengo el firme convencimiento de que la mayoría de los adultos no sabe cuáles son sus talentos ni sus habilidades innatas". Esto nos ocurre porque el talento suele estar marginado, no nos hemos preocupado por él.
Este Caballero inglés, afirmó rotundamente que “es falso que el talento se tiene o no se tiene, que se desarrolla en pocos ámbitos y que sólo está presente en algunas personas. Yo creo que todos lo tenemos, pero tan sólo nos falta cultivarlo. En el momento que lo hagamos, repercutirá en el desarrollo de nuestra sociedad”. 
Esto me recordó la parábola de Jesús acerca de los talentos, a cada uno de nosotros se nos dio talentos y tenemos que cultivarlos sin temor alguno, para ser conocidos como buenos administradores de lo que Dios nos ha dado.
Muchos no están disfrutando de la vida porque no están usando sus talentos, y no usan sus talentos porque sus pensamientos son lineales o convencionales. Necesitamos pensar diferente, pensar fuera de orden.
Recuerda esto: “Si sigues pensando de la misma manera seguirás viviendo en la frustración”.
El Apóstol Pablo decía: “Cambia tu manera de pensar y cambiará tu manera de vivir”. Lo que hasta ahora tenemos es por la manera en que hemos pensado. Si estás cansado de vivir así necesitas cuestionarte y convertirte en un pensador de posibilidades.
Quizá has oído acerca de los hermanos Wright, Orville y Wilbur, conocidos mundialmente por ser pioneros en la historia de la aviación. Ellos eran fabricantes de bicicletas, pero se atrevieron a pensar diferente, y en su época el pensamiento popular era: “Si Dios hubiera querido que voláramos, nos habría dado alas.”

La batalla en tu mente - Aliento


¿Qué pensamientos son los que están debilitando tu vida espiritual? ¿Qué es lo que el enemigo está usando para hacerte sentir culpable y no perdonado?

¡Qué astuto es el enemigo!, porque en verdad se necesita mucha astucia para hacernos creer tantas cosas que no son ciertas.
Hay algo que debemos tener muy claro y es que todos pecamos, y que cada día nuestra naturaleza pecaminosa nos orienta a buscar el pecado; la diferencia estriba en que desde el día que le entregamos nuestra vida a Cristo, ya no vivimos para satisfacer ese deseo carnal de pecado, sino para negarnos a nosotros mismos y vivir para Dios.
¿Qué pensamientos son los que están debilitando tu vida espiritual?, ¿Qué es lo que el enemigo esta usando para hacerte sentir culpable y no perdonado?Teniendo en cuenta esto, y que todos somos fácilmente seducidos por el pecado, debemos tener cuidado cuando nos detenemos a escuchar la voz del enemigo de nuestras almas, experto en acusarnos y culparnos por cada cosa, por mínima que parezca.
Es muy común saber de personas que no pueden alcanzar la felicidad, incluso en los caminos de Dios, porque el enemigo les hace sentirse culpables de tener deseos pecaminosos en su mente.
Pensamientos negativos todos los tenemos y muchos los tenemos diariamente, pero la Biblia nos da las claves para vencer esta situación. Dios no nos va a juzgar por pensar mal, es parte de nuestra naturaleza pecaminosa, y por eso el Apóstol Pablo nos da un consejo para ayudarnos a revertir esta situación: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4:8 (Reina-Valera 1960).

La Cadena De Oro - Reflexiones - Vídeo

El escritor y filósofo Johann Wolfgang von Goethe dijo: “La bondad es una cadena de oro por la que se mantiene unida la sociedad”.
Pero yo no estaba pensando precisamente en la cadena de oro de la bondad, un día en el que un automóvil totalmente acabado, andando no se sabe cómo, y sujeto con goma y alambres, se estacionó frente a mi casa. Durante esos años vivíamos en un pueblecito, justo frente a la iglesia en la que servía, y los viajeros en necesidad hallaban constantemente el camino a nuestro hogar.
Me estaba cansando de ayudar a mucha gente que paraba casi a diario. A menudo me levantaba en medio de un buen sueño nocturno, para salir al frío y ayudar a alguien que estaba de paso.
En una ocasión nuestra propiedad fue saqueada; en otra conduje en medio de una tormenta para rescatar a dos personas; muchas veces sentía que me sentía usado por motoristas o caminantes sin un centavo, que ni siquiera me agradecían por la ayuda recibida y que se quejaban de que no hiciera más por ellos.
No me había sentido parte de una “cadena de oro de bondad” por un tiempo y, aunque todavía ofrecía ayuda cuando podía, algunas veces, interiormente, sólo deseaba que se fueran.
Pero ese día, un joven con barba de una semana saltó del dilapidado automóvil. No tenía dinero ni comida. Me preguntó si podía darle algún trabajo que hacer y le ofrecí gasolina y una comida. Le dije que si quería trabajar, estaríamos encantados si cortaba el césped, aunque tampoco era muy necesario.

Alza tus ojos más allá de los montes - Devocional

Si a causa de situaciones que has vivido estos días, sólo levantabas tus ojos a los montes para ver de dónde venía tu socorro, este es el momento de que los levantes más alto.

Cuando te ves acorralado por el enemigo, véanse deudas, preocupación, enfermedad, destrucción familiar, escasez, pobreza, sólo te quedan dos opciones: tirarte al suelo ante ellos, o clamar en busca de ayuda. Muchas veces sabemos que nos estamos enfrentando a cosas que no podemos solucionar solos, pero tratamos de todas formas de hacerlo a nuestra manera y con nuestras fuerzas, llevándonos esto a la destrucción, al cansancio y hasta a querer dejar de existir.
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. Salmos 121:1.2 
Se dice que David pronunció este salmo en un momento en el cual estaba rodeado de enemigos. Tal vez el enemigo te ha rodeado de distintas maneras y quizá no sabes cómo zafarte de las garras del abatimiento, aflicción, depresión, desánimo, pereza, adulterio etc.; pero piensa que este es el momento más oportuno para que alces tus ojos e invoques la ayuda que viene no de un monte, sino del Cielo.
Todos esperamos que alguien nos socorra por la situación que estamos viviendo, y la pregunta es: ¿De dónde y de quién esperas que venga tu ayuda? Tal vez has buscado y esperado que te ayuden tus amistades, tus parientes, un buen trabajo, tu pareja etc. Pero cuando pones tu esperanza en un ser humano, tarde o temprano serás defraudado, mas cuando aprendes a esperar en el socorro que viene de lo Alto, nunca vas a ser avergonzado.

Empujando el Carrito De la Compra - Liderazgo - Vídeo

“Porque ejemplo os he dado para que, como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13:15).
Las cualidades para ser líder no se reducen únicamente a sentarse detrás de un escritorio y gritarle órdenes a los demás para que las cumplan.
Si ese fuese el caso, la vida, tal y como la conocemos, se detendría, con mucha palabrería pero poca acción.
Los líderes exitosos son capaces de delegar responsabilidades en otros, pero también están dispuestos a llevarlas a cabo de ser necesario.
Conozco una cadena de tiendas de supermercado, en la que el Gerente General y su equipo de vicepresidentes asisten a la inauguración de cada nueva sucursal. En lugar de disfrutar siendo el foco de atención por otro éxito, se ponen a trabajar ayudando al personal. Pueden ser vistos llenando los estantes, revisando precios, ayudando a clientes y empaquetando. Incluso recogen los carritos de la compra de su estacionamiento. ¡Qué manera de dar ejemplo a que los nuevos empleados los sigan!
Jesús nos dio el ejemplo perfecto la noche que fue traicionado por Judas Iscariote. Mientras que se servía la cena, se levantó de la mesa, tomó una toalla y una vasija y procedió a lavar los pies de sus discípulos. Dicha tarea debía, supuestamente, ser realizada por un siervo, pero Jesús estuvo dispuesto a asumir tal rol.