lunes, 21 de octubre de 2019

El propósito de Dios

Todo llamaba a ello, y si no hubiera hecho caso me habría aplastado. Esta es la respuesta que un Pastor me dio cuando le pregunté cómo había descubierto su propósito en la vida. Parece muy simple, el martillo martillea, el corredor corre, la lluvia... llueve, y en ese momento el Pastor pastoreaba. ¿Pero yo, cómo podría avivar el propósito por el cual había sido creado?
Después de aceptar a Jesús descubrí el camino. Y una llama dentro de mí comenzó a guiarme a nuevas y desconocidas veredas. Veredas que fueron inciertas para mí por algún tiempo. Además, de vez en cuando mi Creador me refinaba por medio de experiencias dolorosas. Pero cada vez que lo hacía y yo acababa esos procesos, una nueva gloria era depositada en mí, lo cual me aseguraba que me encontraba más cerca de mi propósito. Descubrí que la única manera en que una vasija de barro descubre su propósito es pasando a través del fuego.
Mi Creador depositó en mí Su Espíritu para que no me perdiera en este mundo, y así poder completar mi misión. Pero en cierta parte del camino convertí mi vida en una carga y casi olvidé mi propósito. 
Mas después de hablar con el Pastor, escuché una voz dentro de mí diciéndome: “Sigo aquí y te convertiré en una obra maestra”
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Efesios 2:10
La voz del Espíritu Santo me recordó que era mucho más que un contable especializado en impuestos, y que había sido creado para un propósito mayor. El propósito de Dios. Y que estoy destinado a ser mensajero de Dios y mostrar a los cautivos el camino a la salvación, Jesús. Ahora finalmente, he comenzado a vivir mi propósito y la vida fluye en mí.
Quizá siga en un trabajo secular, pero he decidido que si Dios quiere usar mi trabajo para sacarme filo, que así sea. Me he dado cuenta que no necesito tener una posición a tiempo completo en mi iglesia para servir a Dios y vivir Su propósito, porque represento el Reino de los Cielos donde quiera que vaya.
Hay una pasión dentro de mí, que arde por decirle a todos que hay un Salvador llamado Jesús y Él se ha convertido en mi propósito. Y he decidido que no dejaré que esta vez la llama se apague.
Querido hermano/a no dejes que nada ni nadie robe tu propósito. Porque si lo pierdes, la vida simplemente te aplastará. Enciende tu motor celestial, porque fuiste hecho en el Reino de los Cielos y tu garantía es eterna.

“todo fue creado por medio de él y para él.” Colosenses 1:16

Comienza a creer de nuevo y vive tu propósito, el propósito de Dios

¡Escoger la vida! Su decisión más importante

Algunas decisiones en la vida se hacen después de una reflexión cuidadosa. Otras son simplemente en el mismo momento pero pueden tener un impacto duradero. ¿Y qué pasa con su decisión más importante en la vida?
Es imposible contar el número de decisiones que tomamos a diario, son miles. Constantemente estamos clasificando y analizando asuntos tan simples como escoger un par de medias para el día, o tan complicados como decidir si aceptar ese nuevo trabajo y mudarnos de ciudad.
Escogemos qué tipo de coche comprar, a qué universidad ir, en qué vecindario vivir o si comprar un vestido azul o uno gris. Decidimos con quien casarnos, qué tipo de entretenimiento disfrutar y qué vamos a almorzar.
De hecho, tomamos la mayoría de nuestras decisiones automáticamente, como una cuestión habitual y superficial.
Eso sí, las decisiones trascendentales las tomamos basadas en el conocimiento y sabiduría ganados a través de la experiencia, educación o consejos personales. 
Pero existe una determinación que es mucho más importante —una determinación que es una base firme que conduce a decisiones sensatas en todo lo que hacemos. Y, siendo tan importante como es, no se basa en el conocimiento o sabiduría que podamos adquirir por nuestra cuenta.
La decisión más importante que podemos tomar en la vida es precisamente, la de escoger la vida. En otras palabras, las creencias fundamentales que moldearán nuestro carácter y definirán nuestro propósito —las normas y los valores que determinan la forma en que vivimos día a día, qué creemos, dónde estaremos al final de nuestra vida y más importante aún, qué va a pasar después.
Un camino que parece correcto
Nadie tiene la intención de tomar una mala decisión. Pero algunas veces nuestras decisiones no resultan como esperábamos. ¿Cuántas veces hemos dicho: “Si yo hubiera sabido en ese momento lo que sé ahora...”?
¡Escoger la vida! Su decisión más importante¿Cuál es la base de las mejores decisiones?
En Proverbios 14:12, se revela un principio profundo que deberíamos considerar: Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la muerte.
Este es un pensamiento un tanto sorprendente. Primeramente podríamos rechazar este concepto para evitar reconocer que nuestras mejores, las más cuidadas y más razonables decisiones nos seguirán llevando hacia la muerte. Pero si este argumento fuese válido, habría algo muy importante que deberíamos aprender a la hora de tomar decisiones: ¿Existe una mejor forma de hacerlo? Pero, si hay un camino que lleva a la muerte, entonces, ¿hay un camino que lleva a la vida? Y, si hay un camino que lleva a la vida, ¿cómo podemos alcanzarlo?
El profeta Jeremías lo dijo de esta manera: “Conozco, oh Eterno, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos. Castígame, oh Eterno, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles” (Jeremías 10:23-24). También llegó a la conclusión de que nosotros no tenemos dentro de nosotros mismos, el cómo determinar la mejor manera de vivir. Y profundiza aún más en este concepto: Dios es el único que nos puede dar la corrección y la dirección que necesitamos.
Otro de los proverbios que reúne estos dos pensamientos, animándonos a dejar a un lado el razonamiento humano y aplicar las instrucciones de Dios: “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme al Eterno y apártate del mal, porque será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos” (Proverbios 3:6-8).
Estas escrituras dejan muy claro que la decisión más importante y básica que podemos tomar en la vida, es decidir buscar la instrucción y corrección de Dios. Cuando tomamos esta decisión, establecemos una base sólida sobre la cual podemos construir nuestra vida.

Salmo 91 en Forma De Oración

Hay varias maneras de clasificar los salmos; muchos se clasifican según el contenido: penitenciales, mesiánicos, acción de gracias, salmos de confianza... Y también durante el siglo XX, surgieron nuevos estudios que sobre todo enfatizaron la forma literaria o el género de cada salmo.
Ante todo, podemos decir que no hay, y no ha habido, ninguna otra literatura que haya tenido tanto uso en un tiempo tan largo, como los salmos del A. Testamento.
Los salmos y su uso en el culto tuvieron una influencia preponderante en Israel. La sociología nos muestra que cada sociedad crea su propio mundo (su mundo de valores, modas y costumbres). En Israel fue practicando el culto como se iba formando su mundo de creencias y valores, y los salmos fueron el instrumento principal como “hacedor de su mundo”. Su carácter poético es muy importante.
Dios usa los salmos precisamente en el culto, el tiempo en que los creyentes adoran a Dios.
Sin el culto, es decir, sin una comunidad que en él procesa activamente las verdades de los Salmos, éstos quedarían como una literatura inerte. Es en el culto donde el creyente experimenta la convicción, la enseñanza y el poder de Dios en su propia vida.
El culto es un don de Dios por el cual el poder creativo de Dios nos alcanza. La obra de “convertir el mundo de uno” en la obra dramática de adoración está autorizada y legitimada por el poder de Dios, y es procesada por medio de la acción y habla humanas; acciones obedientes, intencionadas, disciplinadas. Estas acciones y habla humanas moldean y articulan el mundo.
Resultado de imagen de Salmo 91 en Forma De OraciónSalmo 91 en forma de Oración.
Gracias Señor, porque en tu palabra me aseguras que quien habita a tu abrigo será acogido en tu sombra.
Hoy te digo, Señor: Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío.
Sólo Tú puedes librarme de las trampas del cazador y de las mortíferas plagas, pues me cubrirás con tus plumas y bajo tus alas hallaré refugio. ¡Tu verdad será mi escudo y mi baluarte! No temeré el terror de la noche, ni la flecha que vuele de día, ni la peste que acecha en las sombras ni la plaga que destruye a mediodía.
Podrán caer mil a mi izquierda y diez mil a mi derecha, pero a mí no me afectará. No tendré más que abrir bien los ojos, para ver a los incrédulos recibir su merecido.
Te he puesto a ti Señor como mi refugio, a ti mi Dios como mi protección, ningún mal habrá de sobrevenirme, ninguna calamidad llegará a mi hogar. Porque Tú ordenarás que tus ángeles me cuiden en todos mis caminos. Con sus propias manos me levantarán para no tropezar con piedra alguna. Aplastaré al león y a la víbora; ¡hollaré fieras y serpientes!
Tú Señor, me librarás, porque me has unido a ti; me protegerás, porque he reconocido tu nombre. Te invocaré Señor, y me responderás; Tú el eterno, estarás conmigo en momentos de angustia y me has prometido que me librarás y me llenarás de honores. Me colmarás con muchos años de vida y me harás gozar de mi salvación.
Lo creo con todo mi corazón: Amén.