Solo una pastilla más.
Sí, eso fue lo que les dije a mis amigos, solo una pastilla más y ya no volveré a consumir otra. Pero como siempre, nunca he podido dejar de consumir drogas.
Mis padres y mis amigos me han dicho que deje de consumirlas porque puede irme mal, y como siempre, nunca les hago caso.
Hace dos días, consumí más de una pastilla para salir de la depresión. Me comenzó a doler la cabeza y me desmayé.
Recuerdo que al día siguiente amanecí acostado en la cama de un hospital, viendo a mis padres que estaban a un costado de la cama llorando sin parar, y yo sin poder moverme y decirles que no se preocupasen, que iba a estar bien.
Hoy estoy muy triste porque mis padres y amigos ya no me hacen caso. Yo les hablo fuerte e incluso hasta les grito para que me hagan caso, pero ellos no me escuchan. Creo que yo ya estoy muerto por el simple hecho de que no me hablan, e incluso juraría que no me ven.