viernes, 16 de septiembre de 2016

Un cambio radical

Comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Mateo 4:17
Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Isaías 1:18
En nuestra época se habla mucho de cambios: climáticos, políticos, tecnológicos… Este tipo de cambios son ajenos a nuestra persona, y es fácil hablar de ellos sin que haya grandes consecuencias. Mas al contrario, Dios nos invita a tener un cambio interior. Este cambio se llama arrepentimiento y nos conduce a la vida eterna.
El arrepentimiento no es la penitencia, ni los remordimientos, como tampoco es una mejoría de nuestro comportamiento. Es un cambio radical que se opera en la raíz de lo que somos, y nos lleva a pensar y a actuar de forma completamente diferente. ¡Significa dar la espalda al pecado para volverse a Dios!

Un tren retrasado

Samuel y Sandra se preocuparon cuando nuevamente el tren se detuvo. -No vamos a llegar a tiempo para tomar el otro tren que nos lleve a casa, dijo Sandra. -Así como vamos, tendremos que quedarnos en ese pequeño pueblo minero, y no me agrada mucho la idea porque he sabido que los hombres de allí son algo salvajes, cegados por encontrar oro, expresó con preocupación Samuel.
tren retrazadoAmbos creyentes, eran misioneros en un sector lejano de Australia, y no desaprovechaban la oportunidad de dar testimonio del Señor Jesús donde estuvieran. Ya en aquel pequeño pueblo, superando sus temores, y estando en la plaza, optaron por cantar a viva voz, y ambos lo hacían muy bien, “tal como soy, sin más que decir, que a otro yo no puedo ir; y tú me invitas a venir. Bendito Cristo, vengo a ti”, decía una estrofa. Poco a poco, algunas personas se acercaron, interesadas en ver a las personas que cantaban, y también algunas ventanas se abrieron. Sin embargo, un poco más lejos, un muchacho lloraba amargamente; había dejado su hogar para, mediante la búsqueda de oro, hacer que su vida cambiara, se había cansado de la pobreza.
Le había ido muy mal y desesperado, quiso acabar con su vida. Para eso, llevaba un arma de fuego debajo de sus ropas, hasta que escuchó el himno que Samuel y Sandra cantaban en la plaza, “tal como soy, sin más que decir, que a otro yo no puedo ir…”; apartó su atención de lo que iba a hacer, y sus pasos lo condujeron hasta acercarse a la pareja de misioneros, y así fue como la canción de un matrimonio cristiano que amaba al Señor y a los hombres, evitó una tragedia y salvó a un joven necesitado. El retraso del tren no había sido casual, había un alma que salvar.

Te busco


Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré
cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33.3 

Aunque no parezca importante,
aunque parezca irrelevante,
es el arma más poderosa
que tenemos en cualquier instante.
Aunque creas que no te escucha
porque no ves cambios en el momento,
Él no olvida ninguno de tus sufrimientos, ni siquiera un lamento.
Él escucha atentamente cómo clamas,
cómo lloras,
cómo pides que intervenga.
Parece que fuera un sinsentido,
porque hemos sido engañados múltiples veces,
y quizá hayamos tropezado con la misma piedra;
pero no te preocupes más,
tan solo no te hagas el daño más grande de tu vida.
No te alejes de Dios, ora sin cesar.
Yo un buen día creí que mis oraciones no llegaban a sus oídos,
y que por más que clamaba, por alguna razón Él no me escuchaba.
Pero grande fue mi error de no esperar en silencio,
y no escuchar a mi Señor decirme la estrategia del juego.
No fui sabia esperando su respuesta,
más bien fui bastante necia y llegué a molestarme con Él.
Sin embargo, Dios ya tenía escrito cómo yo podría salir del problema.
¿Qué pasó?, me turbé, desconfié y muy triste me alejé, porque según yo, Dios
no quería intervenir.
Si estás leyendo esto el día de hoy, no es casualidad,
tiene un propósito y una clara recomendación en tu vida:
no desesperes por lo que pidas a Dios; si parece que
todo va en tu contra,
Dios está con un escudo y te protege.
Ora sin cesar, no te imaginas cuanto, pero te conectarás con Dios
Y si me dices que tu fe ha menguado, no te preocupes, no eres el primero
ni el último, simplemente eres un valiente al aceptarlo y serás aún más valiente si eres capaz de solucionarlo.
Quienquiera que seas, donde quiera que te encuentres, ora, donde sea.
No importa si es en el baño, en tu dormitorio o en las escaleras.
No importa si lo haces mientras caminas al trabajo, o
mientras haces tus tareas.
No te niegues la oportunidad de conectarte con Dios.
Él tiene mucho que decirte, mucho que revelarte
y mucho amor que darte.
 NO TE NIEGUES A TENER UNA CONVERSACIÓN CON EL GRANDE


Preparados para la boda

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir. Mateo 25:13
Resultado de imagen de Preparados para la boda«Tengo hambre», dijo mi hija de 8 años. «Lo siento, le dije, pero no tengo nada para que comas. Juguemos a algo». Habíamos estado esperando más de una hora la llegada de la novia a la iglesia. Se suponía que la boda sería al mediodía. Mientras me preguntaba cuánto tiempo más habría que aguardar, intentaba mantener a mi hija ocupada hasta que comenzara la ceremonia.
Sentí como si estuviéramos viviendo una parábola; sí, aquella. Nuestra casa está a pocos pasos de la iglesia, pero sabía que si iba a buscar unas galletas, la novia podría llegar en cualquier momento y yo no podría verla cuando entrara. Mientras empleaba varias técnicas de distracción con mi hija, pensé en la parábola sobre las diez vírgenes (Mateo 25:1-13). Cinco llegaron preparadas con suficiente aceite para mantener encendidas sus lámparas mientras esperaban al novio, pero otras cinco no. Así como era muy tarde para que yo fuera hasta nuestra casa, también era tarde para que las jóvenes fueran a comprar más aceite para sus lámparas.
Jesús contó esta parábola para enfatizar que debemos estar preparados porque, cuando Él vuelva, rendiremos cuentas de cómo está nuestro corazón. ¿Estamos esperando preparados?

¿Cómo esperas el regreso de Jesús? ¿Has dejado algo sin hacer que podrías haber realizado hoy?
Tenemos que estar preparados para cuando Cristo venga otra vez.