domingo, 31 de agosto de 2014

La Importancia de permanecer en paz

“Solo en Dios encuentro paz; mi salvación viene de él.” Salmo 62:1
Muchas veces, en nuestro tiempo de oración se nos acaban las palabras y no sabemos qué decirle al Señor. Existe en el ambiente cristiano una idea equivocada que dice que en la oración debemos hablar, hablar y hablar sin parar. Pero debemos aprender a manejar bien los tiempos de la oración.
Inline image 1Ciertamente, la oración es un diálogo con Dios, una conversación expresada con palabras o con el pensamiento. Debemos expresarnos, pero también la Biblia nos enseña la bendición de permanecer callados, sosegados, en paz ante el Señor. Es un tiempo en el que nuestra alma está sosegada ante el Señor, contemplando Su Majestad.
La palabra “paz” sugiere la idea, apropiada para este caso, de hacer silencio y contemplar en silencio la hermosura del Señor. Al hacer esto en la oración, fluye de la presencia de Dios, el aliento necesario para afrontar las luchas y dificultades. El silencio ante Dios vale muchas veces más que mil palabras.
Para ciertas personas es difícil permanecer callados al orar, pero como cristianos, si anhelamos ser exitosos en la oración, debemos ejercitarnos también, en permanecer callados y tranquilos ante el Señor.
Haz la prueba y un nuevo horizonte espiritual se abrirá en tu comunión con el Señor.

Nada es demasiado difícil cuando tenemos fe

Uno de los mayores regalos que Dios nos dio, fue que viviéramos con Fe.
No hay nada más fuerte que pueda conceder los deseos de tu corazón, que la Fe. El creer lo que no ves como si ya fuera, esa es la Fe.
Es la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1)

Tener-feSin embargo, cuando se presentan situaciones difíciles, cuando vienen cuestionamientos, cuando viene el desánimo, muchos ponen en duda su fe. Pero es entonces cuando tu demostración de Fe debe tomar aún más fuerza, entonces podrás ver la mano Poderosa de Dios que te sostendrá y te dará descanso. A pesar de la situación que estés pasando, atrévete a creer, atrévete a confiar, atrévete a declarar solucionada tu situación.

En una ocasión también me tocó hacerlo. A pesar de no ver nada, a pesar de que todo estaba en contra, en un momento de oración, le dije a mi Dios:
Tú eres mi Padre, sé que tienes todo en tus manos, y a pesar de que no lo entienda, sé que Tú cumplirás lo que me has prometido y declaro que así será. Aun a pesar del dolor, lo declaro, porque tengo un Dios que cumple, un Dios de palabra, un Dios que me ama, y que va más allá de mis pensamientos y de mis soluciones.

El Tiempo - Reflexiones

Un hombre decidió pasar algunas semanas en un monasterio de Nepal.
Cierta tarde, entró en uno de los numerosos templos de la región y encontró a un monje sentado en el altar, sonriendo. 

Le preguntó por qué sonreía.
- “Porque entiendo el significado de los plátanos”, fue su respuesta.
Dicho esto, abrió la bolsa que llevaba, extrayendo de ella un plátano podrido.
“Esta es la vida que pasó y no fue aprovechada en el momento adecuado; ahora ya es demasiado tarde.”
Seguidamente, sacó de la bolsa un plátano aún verde, lo mostró y volvió a guardarlo.
“Esta es la vida que aún no sucedió, es necesario esperar el momento adecuado.
“

Finalmente tomó un plátano maduro, lo peló y lo compartió con él.
“Esta es la vida en el momento presente. Aliméntate con ella y vívela sin miedos y sin culpas.
“

Juan 10:10 Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Efesios 5:16 Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

¿Conoces al precioso Espíritu Santo?

¿Sabías que aún después de ser salvo, el ser humano no puede tener una vida de fe continuamente victoriosa, en permanente crecimiento, a menos que siga creciendo en la Palabra por medio del ministerio del Espíritu Santo?
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. Juan 14:16.
Cuando Jesús se encontraba en la tierra con sus discípulos, no era solamente su Señor que no les podía fallar, era el Consolador que los cuidaba, los alimentaba, los sanaba y los mantenía libres de los ataques del enemigo. Por eso, cuando los iba a dejar, los discípulos se sentían como huérfanos desconsolados. Ese protector y amigo fiel los estaba dejando. Ellos no comprendían Su promesa.
Así como Cristo caminaba, consolaba, guiaba, sostenía, fortalecía y era amigo de los discípulos, así también el Espíritu Santo quiere ser con nosotros. Jesús dijo: para que esté con vosotros para siempre.