lunes, 27 de mayo de 2019

Honra a tu padre y a tu madre… ¿Debo honrar al padre que me abandonó?

Actualmente un gran número de familias sufre la ausencia de uno de los padres. Conflictos, separaciones, abandono total o parcial de responsabilidades, determinan este verdadero síndrome de nuestros días. Incluso la familia cristiana, hoy por hoy no está ajena a esta realidad.
Sin importar si pasaste por esto o no, es rigurosamente cierto que si no es tu caso, seguramente es el de alguien que conoces o al menos tiene contigo unas cuantas cosas en común. Estas palabras, en las manos del Señor, pueden marcar un antes y un después en tu vida y en la de ellos.
La siguiente historia está basada en el caso real de una mujer que, estando aún en el vientre de su mamá, sufrió el abandono por parte de su padre. Muchos años después, en su adultez, el padre reaparece nuevamente en su escena familiar, y como cristiana se encuentra ante una tremenda encrucijada: “¿Debo honrar al padre que me abandonó?”
“Honra a tu padre y a tu madre…” eran las palabras de Dios que continuamente taladraban su sufrido corazón. Su padre abandonó a su madre cuando ella estaba a una semana de nacer. Años de lucha, necesidades e infelicidad quedaron en ese hogar destruido.
No obstante, esta mujer, ya durante su edad adulta, quiso conocerlo y emprendió su búsqueda. Dios le allanó el camino, y finalmente un día el encuentro se produjo. La pregunta no podía esperar: “-Por qué nos abandonaste?”
Le explicó que no tenía un trabajo fijo ni con qué sostenerlas. Un día salió, no halló trabajo y se sintió tan avergonzado que no tuvo valor para volver.
Tal vez verdad… tal vez no. Mucho es lo que se podría decir e incluso cuestionar sobre la actitud de este padre… Pero no es su historia la que nos importa en este mensaje. El punto principal es qué hizo su hija años después, cuando ya adulta se encuentra frente a frente con él. Tenía que perdonarlo, era la necesidad imperiosa de su corazón mezclada con una intensa cuota de amargura e indignación.
Ella conocía bien lo que significaba perdonar. Creció en una época y en un lugar en donde ser hija de una mujer sola significaba una verdadera humillación. Años de discriminación, necesidades y un sutil maltrato en la escuela, en la comunidad, e inclusive en la iglesia habían golpeado duramente su quebrantado corazón. Entretanto, las cosas se fueron mejorando para él. Él lo tuvo todo, ella nada.
¿Cómo orar un Padrenuestro, y decir “perdónanos como nosotros perdonamos…”? Solo había un camino: la puerta del dolor.

Advertencia para el que peca intencionadamente

Gálatas 6:7-8 “No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.” (NVI)
¿Quién conoce la mente del hombre? ¿Quién conoce el corazón del hombre? No hay ningún método científico que, verdaderamente, pueda conocer la mente y el corazón del hombre. Se ha tratado de estudiar el comportamiento del ser humano, pero no se sabe realmente lo que hay dentro de la mente y del corazón del hombre.
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Solo Dios conoce estas dos cosas, Jeremías 17: 9-10 »Nada hay tan engañoso y perverso como el corazón humano. ¿Quién es capaz de comprenderlo? Yo, el Señor, que investigo el corazón y conozco a fondo los sentimientos; que doy a cada cual lo que se merece, de acuerdo con sus acciones.» (DHH)
Según los cardiólogos, el corazón de la mujer es más complejo que del hombre, dura más tiempo que el del hombre. ¿Cómo se expresa el corazón?
Marcos 7:20-23 “Lo que sale del hombre, eso sí lo hace impuro. Porque de adentro, es decir, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio. Todas estas cosas malas salen de adentro y hacen impuro al hombre.”
Jesús nos enseña lo que realmente se esconde y vive en el corazón del hombre. Solemos cuidarnos más de lo que comemos que de lo que sale de nosotros. Sin embargo, de dentro del corazón salen las maquinaciones y pensamientos más perversos que existen en el mundo. Crímenes atroces, secuestros, robos, violaciones, maldades extremadamente terribles, destrucción, maquinaciones infernales...

Deléitate en Jehová

Para nuestras limitadas mentes es complicado entender que, cuando decidimos deleitarnos en el Señor y olvidar toda inquietud en nuestras vidas, Él obra; haciendo mucho más de lo que esperábamos. Pero es así como se vive el reino de Dios.
Resultado de imagen de deleitate en jehova y el concederá las peticiones de tu corazónCada vez que escogemos mirar el tamaño de nuestros problemas, olvidando el Poder y Soberanía de nuestro Dios, estamos desperdiciando el favor de Aquél cuyo trono jamás se moverá. Por el contrario, cada vez que confiamos en su benignidad y decidimos soltar el asunto que nos atormenta, al poco tiempo Él obra mostrándonos la pequeñez de aquello que para Él siempre fue insignificante.
Dios honra a los que lo honran, y se goza exaltando a aquellos que en Él confían y reconocen su grandeza. Cada vez que reconocemos el Poder, Soberanía y Majestad de nuestro Dios, activamos el favor del cielo descendiendo a nuestras vidas. Cada vez que nos mantenemos firmes a pesar de las situaciones, confiando en nuestro Dios, Él envía poder de lo alto para acomodar lo que estaba fuera de nuestro alcance; pero de nuevo, lo que activa esto es creer en el Poder Soberano de nuestro Dios. A nuestro Dios le agrada que confiemos en Él y le sorprendamos con la manera en que le presentamos nuestras peticiones, honrándolo al reconocer su Poder.
La manera en que debemos acercarnos a nuestro Dios es con reverencia, amor y honrándolo. Así como hizo el centurión, quien no se sentía digno de que Jesús fuera a su casa, quien además reconoció que todo cuanto es visible y no visible está bajo su autoridad, rogándole que solo dijera una palabra para que su criado fuera sanado. Eso, mi hermano, es reino de Dios en la tierra. Tanto es así que a nuestro Dios no le quedó más que decir: "Ni aún en Israel he hallado tanta fe".
“Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.”
Mateo 8: 8-10
Te invito a que el día de hoy elijas deleitarte en el Señor y lo bendigas. Reconoce todo lo que Él ha hecho en tu vida, alábalo por lo que Él es y por la historia que tienen juntos, y aquello que veías como un problema tomará su justo tamaño.
Reconoce su Dominio, Poder, Soberanía y Autoridad sobre todo; deléitate en todo lo que te permite vivir, y ciertamente Él concederá las peticiones de tu corazón.

“Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.”

Salmos 37:4 (Reina-Valera 1960)