martes, 14 de julio de 2015

De La Oscuridad a La Luz

La semana pasada vi a Antonio, quien fuese mi compañero en la secundaria. Antonio tiene un caso severo de parálisis cerebral, se encuentra discapacitado en una silla de ruedas. Bueno, gracias a Dios su mente está lúcida. Tenía muchos problemas moviéndose de una clase a otra. Y además, nuestro colegio era muy antiguo, con muchos pisos y muchas escaleras.
Habían pasado casi treinta años desde la última vez que lo vi y… nada ha cambiado, es todavía el mismo. Siempre tan lúcido como entonces, con la misma sonrisa vibrante en el rostro. Y parecía acomodarse a las circunstancias ya que lo estaban subiendo a un coche cuando lo vi.
Cuando voy en carretera montando en bicicleta o practicando otro deporte, pienso en gente como él. Pienso en lo afortunados que somos en tener salud y poder usar nuestros cuerpos convenientemente. Estos fallan cuando no los usamos, o cuando no comemos adecuadamente.
Por contra, el ejercicio mejora nuestro estado anímico; la actividad física estimula ciertos aditivos en el cerebro que nos hacen sentir más felices y relajados que antes de ejercitarnos. También nos veremos y sentiremos mejor cuando nos ejercitamos regularmente, porque así seguramente aumenta nuestra confianza y mejora nuestra autoestima.
La actividad física regular puede además, ayudar a prevenir la depresión, y el ejercicio combate las enfermedades crónicas. Y puede ayudarnos también, a prevenir o manejar la hipertensión y disminuir la acumulación de placa en las arterias.

Estupenda esperanza

esstupenda esperanza
Realmente fantástico se ve el día de hoy.
Todo depende del ángulo en que lo veas
para darte cuenta que está hecho con mucha pasión.
Francamente, fantásticos comienzan tus sueños
a albergar todo tu ser, y tienes a la esperanza viva gritando por salir,
para hacer un festín o un gran cocktel.
Déjala divertirse con la alegría y que se contagie de mucha felicidad,
para que hoy puedas sonreír un poquito más.
Permítele danzar con todas sus letras y no le des tregua a la negatividad
que viene rondando por aquí y por allá.
Sonríele a la vida con una sonrisa nueva, y deja, por favor, a la antigua que te estorba en verdad.
Comprende lo que tienes y lo que vales.
Mírate a través de la naturaleza y siente a tus sentidos amanecer,
mientras tocas una suave flor o una amarga hiel.
No importa lo triste que sea el panorama, ¡para ya de llorar!
No te agites mientras piensas y tampoco te conmuevas mientras ves la soledad.
Solo, sola no estás, pero si sientes ese frío tormentoso, por favor, dedícate a caminar.
Pero no le des tregua a la negatividad.
La esperanza es tu aliada de un mañana mejor.
La esperanza es tu amiga y quiere hacerte una corona de ilusión.
Tienes de todo en esta vida y con ella nunca te faltará el amor.
Conquista nuevas murallas y derríbalas con tu puño esperanzador.
No te aniquiles las alas,
porque duele y tú ya estás cansado de tanto dolor.
Conserva la vida viva y activa, mira el sendero y conquista sueños.
Teje aquellos anhelos muy lejos de tu almohada, que ella ya se cansó
de acumularlos y ver que tú no haces nada para hacerlos realidad.
Date cuenta que no ha sido en vano que se te haya dado tanta originalidad.
¡VAMOS, PONTE EN MARCHA Y DALE VIDA
A ESA ESPERANZA QUE NO PARA DE LUCHAR!

Perseguidos por causa de Cristo

Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución. 2 Timoteo 3:12.
Así como Cristo fue aborrecido sin motivo, así también lo será su pueblo debido a su obediencia a los mandamientos de Dios. Si Aquel que siempre fue puro, santo e inmaculado, Aquel que hizo el bien y solo por hacer el bien fue tratado como el criminal más abyecto y condenado a muerte, sus discípulos no pueden esperar un trato diferente por irreprensible que sea su vida e impecable su carácter.
Los estatutos humanos y las leyes elaboradas por los agentes satánicos, con el pretexto de fomentar el bien y restringir el mal, serán exaltados, en tanto que se despreciarán y pisotearán los sagrados mandamientos de Dios. Y todos los que por su obediencia demuestren ser fieles a la ley de Jehová, deberán estar preparados para afrontar arrestos y ser llevados ante asambleas, cuya norma no será precisamente la elevada y santa ley de Dios.
Quienes vivan en los días finales… sabrán lo que significa ser perseguidos por causa de la verdad. En las cortes prevalecerá la injusticia. Los jueces rehusarán escuchar las razones esgrimidas por los que sean fieles a los mandamientos de Dios, pues sabrán que es imposible refutar los argumentos en favor de estos mandamientos. Dirán entonces: “Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley deben morir”. No darán importancia a la ley de Dios. Considerarán como suprema ésa, a la que llamarán “nuestra ley”. Los que respeten esa ley humana serán favorecidos. Pero quienes no se inclinen ante el ídolo constituido por el falso día de reposo, no recibirán la menor muestra de simpatía.

La hora exacta

Una historia cuenta que en un pequeño pueblo, un hombre, al ir todos los días a trabajar en la fábrica, siempre se detenía delante del escaparate de una tienda, permanecía allí unos segundos y después seguía su camino. Esto lo hizo varios años, dos veces al día.
El dueño del establecimiento estaba intrigado, quería saber por qué motivo aquel vecino miraba el escaparate pero nunca entraba en la tienda. Así que, un día decidió preguntarle qué era lo que le hacía detenerse y mirar. Esperó a que pasara, y cuando llegó le dijo:
 - Vecino, llevo muchos meses observando que usted se pone frente a mi escaparate, mira y luego se va. ¿Qué es lo que mira?
- Yo trabajo en la fábrica del pueblo, respondió el hombre, y una de mis responsabilidades es tocar la sirena a la hora de entrar al trabajo. Al ir cada día a la fábrica, paso por aquí para comprobar si el reloj que usted tiene en la pared lleva la hora exacta. Si hay alguna variación con el mío, adecuo mi reloj con el suyo y así toco la sirena en el momento exacto.
El comerciante lo había estado escuchando, primero con curiosidad y después con asombro, y cuando el hombre terminó su explicación le dijo:
- Pues mire lo que son las cosas de la vida, yo pongo en hora mi reloj cuando escucho el toque de la sirena de la fábrica. Cada vez que suena la sirena, yo miro mi reloj y si hay variación la corrijo, poniéndolo a la misma hora del toque de la sirena.