domingo, 21 de octubre de 2012

El Piloto - Reflexiones - vídeo

Cuentan de un viaje con destino a Nueva York. Un niño entró buscando su asiento y se sentó tranquilamente. El niño era muy educado y pasó el tiempo coloreando en su libro de pintar.
No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión. El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia. De pronto se sintió una sacudida fuerte y todos se pusieron muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento.
¿Cómo lo hacía?, ¿Por qué su calma? Hasta que una mujer frenética le preguntó:
- Niño: ¿no tienes miedo?
- No señora, contestó el niño y mirando su libro de pintar le dijo:
-”Mi padre es el piloto”.
¿Sorprendido?
Hay tiempos en nuestra vida en que los sucesos nos sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos dónde agarrarnos y no nos sentimos seguros. Pero recordemos que nuestro amadísimo Padre Celestial es nuestro piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el Creador del cielo y la tierra. Y la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, siéntete confiado y di para ti mismo:
¡Mi Padre es el piloto!
Nahúm 1:7
 Bueno es Dios para fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.
Hechos 18:9-10 
Entonces el Señor dijo de noche en visión a Pablo: No temas, sino habla, y no calles: Porque yo estoy contigo, y ninguno te podrá hacer mal.
Salmos 9:9 
Y será Dios refugio al pobre, refugio para el tiempo de angustia.
Salmos 18:2 
Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.
Salmos 32:7
 Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia; Con cánticos de liberación me rodearás.

Hoy… El Señor Pondrá Sus Ojos Sobre Mí - vídeo

Mis ojos pondré en los fieles de la tierra para que estén conmigo; el que ande en el camino de la perfección, éste me servirá. Salmos 101:6.
Si así habla David, podemos estar seguros de que el Hijo de David pensará lo mismo. Jesús piensa en los hombres fieles y tiene fijos sus ojos puestos en ellos para observarles, estimularles y recompensarles. Que ningún hombre de corazón sincero crea que Dios se olvida de Él. El mismo Rey fija sus ojos en él.
De esta observación real se deducen dos cosas. Primeramente leemos: "para que estén conmigo". Jesús lleva los fieles a su casa y les da un puesto en su palacio, les hace compañeros suyos y se goza de su compañía.
Mostrémonos dignos de la confianza de nuestro Señor y Él se manifestará a nosotros. Cuanto más costosa nos sea nuestra fidelidad mayor será la recompensa; cuanto con mayor violencia nos rechacen los hombres, con más alegría nos recibirá el Señor. 
Luego añade: "Éste me servirá". Jesús utilizará para gloria suya a aquellos que, despreciando el fraude y el engaño, son fieles a su persona, a su Palabra y a su Cruz.
Estos siervos honrados de su Majestad formarán parte de su séquito real.
Intimidad y servicio son la recompensa de la fidelidad.
Hoy sus ojos se posarán con ternura sobre sus hijos.
¡Señor, hazme fiel para que pueda morar contigo y te sirva! Gracias por mirarme con ojos de ternura y amor. Amén.

El Hermoso Color del Amor - Reflexiones

¿De qué color es Dios?,
preguntó el niño de piel clara.
¿Es blanco como yo,
son sus cabellos dorados como el sol?
¿Es Dios moreno como yo?.
preguntó el niño de piel bronceada.
¿Tiene el cabello oscuro y rizado,
son sus ojos negros o azulados?
reflexiones colorPienso que Dios es piel roja como yo,
se escuchó decir al niño indio.
Lleva una corona de plumas,
y transforma en día nuestras noches oscuras.
Todos sabemos que allí está Dios,
en todos los colores mencionados.
Pero ten esto por seguro: el único color de nuestro Creador,
es el hermoso color del amor.
Así que cuando tu alma vaya al cielo,
cuando tu vida llegue a su final,
Él estará esperando y hacia ti
su mano extenderá.
No habrá colores en el cielo,
todos seremos iguales.
Sólo serás juzgado por tus actos terrenales,
allí ni tu raza ni tu nombre serán importantes.
Así que cuando llegue tu hora
y admires a Dios arriba en su reino,
verás el único color que en realidad tiene valor,
y es el hermoso color del amor.
1 Juan 4:7-11:
“Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios.
Y todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros:
en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por él.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que él nos amó a nosotros y envió a su hijo en expiación por nuestros pecados.
Amados, ya que Dios nos amó así, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
Nadie ha visto a Dios jamás. Si nos amamos unos a otros,
Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

'Yo Se Que Estas Aquí" - René González - vídeo

                                                                               //Yo sé que estas aquí, siento tu caminar 
                                                                            te mueves entre el pueblo trayendo sanidad 
                                                                                Yo sé que estas aquí, siento tu caminar 
te mueves entre el pueblo trayendo sanidad//

//Con mi fe te alcanzaré, con mi fe te tocaré 
mil milagros recibiré 
y sé que trasformado yo seré
Con mi fe te alcanzaré, con mi fe te tocaré 
mil milagros recibiré
y sé que trasformado yo seré//


La historia de Francisco - La máscara

Oír cantar a Francisco un día de servicio en la iglesia es como oír cantar a los mismos ángeles del cielo, y es que Francisco tiene un talento muy especial para el canto con una voz increíble, pero sobre todo su interpretación lleva a todo el auditorio a un encuentro con Dios en cada adoración.
No sólo eso, Francisco también puede ser visto los días que no canta en la Iglesia sirviendo en diferentes actividades. Todos admiran el espíritu de servicio que hay en él y nadie se atrevería a decir que Francisco anda mal espiritualmente.
Realmente Francisco tiene un problema; estando en la iglesia se muestra como un excelente servidor y casi un perfecto cristiano, pero su problema llega cuando no está en la iglesia, en su vida diaria, en donde vive desordenadamente y en donde nadie creería que es el mismo Francisco que sirve o canta en aquella congregación.
Las noches en que Francisco no va a la Iglesia sale con sus amigos, aquellos que no son cristianos y que sólo andan en busca de acción y desorden. Salen a tomar licor, a fumar, a emborracharse, a buscar mujeres y, si el dinero alcanza, probar una que otra droga barata.
Después de su noche de fiesta Francisco regresa a su casa con muchas lágrimas en sus ojos, preguntándose una y otra vez: “¿Qué estoy haciendo?”. Sin embargo su reflexión queda sólo en un momento de tristeza por hacer lo que no debería hacer, pues cada noche que sus amigos le invitan a salir él no pone ningún obstáculo para acompañarles y repetir la triste historia.
Las noches de servicio en la iglesia se puede ver a un Francisco servidor y entregado a Dios, pero nadie imagina que detrás de ese personaje tan admirado en su congregación se encuentra un hombre con un problema serio de adicción y desórdenes en su vida.
A veces Francisco tiene remordimientos por andar haciendo esas cosas que no debería hacer, sin embargo una vocecita le susurra al oído y le dice: “No te preocupes, nadie es perfecto, además, si le pides perdón a Dios, él te va a perdonar, de todas formas nadie te ve lo que haces”, y entonces Francisco, aconsejado por ese pensamiento real e irreal al mismo tiempo, se acomoda un poco y, aprovechándose del perdón que Dios le puede otorgar más tarde, va y hace siempre lo que realmente no debería hacer.
Francisco piensa que mientras nadie en la Iglesia se entere de su doble vida no hay ningún problema. Por eso trata de ir con sus amigos a lugares en donde está seguro de que no se  encontrará con alguien que le reconozca. Francisco ha vivido así los últimos cinco años de su "vida cristiana” usando diferentes máscaras para cada ocasión.
La historia de Francisco es la historia que muchas personas viven hoy en día usando diferentes máscaras para cada ocasión, poniendo cara de santos, entregados en su Iglesia, y al salir a la vida diaria vivir contrariamente a lo que se muestra en la Iglesia.
El mayor problema de estas personas es que piensan que nadie les ve y mientras nadie se dé cuenta no hay problema, pero la Biblia dice: “Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos” Proverbios 15:3 (Reina-Valera 1960). Eso significa que, aunque nadie humanamente se dé cuenta de tu actuar, Dios esta al tanto de lo que haces pues también la Biblia dice: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” Gálatas 6:7 (Reina-Valera 1960). Aunque burles a la gente que te conoce a Dios no le puedes engañar; huir de la gente es querer vivir por la gente, pero Dios no te manda a vivir para la gente, para el que dirán; no puedes pasarte la vida viviendo sólo para ellos, porque Dios quiere que vivas para Él; por eso lo más importante es lo que vea Dios en ti, no lo que vean los demás, por eso no puedes andar aprovechándote de Dios pensando que como te va a perdonar, le vas andar fallando deliberadamente. La Biblia dice: “Ahora bien, ¿deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa? ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado?” Romanos 6:1-2 (Nueva Traducción Viviente).
¿Qué clase de vida has estado llevando?, ¿Te identificas en algo con Francisco?, ¿O eres un Francisco?
Reconoce tu error, reconoce que no puedes vivir para el ojo humano porque hay un ojo divino que todo lo ha visto, lo está viendo y lo seguirá observando; por tal razón arrepiéntete de tu actuar y confiesa delante de Dios tu pecado, y entonces Él te perdonará, pero luego intenta con toda tu voluntad y con la fuerza de Dios no volver a cometer el mismo error.
Es hora de vivir para Dios, para aquel que te dio vida y vida eterna. Al que realmente tienes que intentar agradar es a Dios, y nuestro Señor está EN TODAS PARTES y su ojo todo lo ve, incluso las intenciones de nuestro corazón.
Dios no está avergonzado de ti; puede ser que muchos, al reflexionar sobre la doble vida que han llevado durante mucho tiempo, piensen que Dios ya está cansado de ellos o que Dios está defraudado pero, más allá de lo que puedas pensar, hay un Dios tan Maravilloso, lleno de amor, misericordia y gracia para tu vida, que si en esta hora estás leyendo estas líneas es porque Él te está dando una nueva oportunidad para arrepentirte y volver a comenzar, y eso habla de que ¡Te Ama! Hasta tal punto que busca cualquier medio para hacerte saber lo importante que eres para Él y lo mucho que anhela ver tu vida restaurada.

¡RECONOCE TU ERROR, VUELVE A DIOS, ARREPIÉNTETE DE CORAZÓN Y PÍDELE PERDÓN Y ÉL TE LO CONCEDERÁ! 

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. 

1 Juan 2:1 (Reina-Valera 1960)