miércoles, 1 de agosto de 2018

¿Por qué permitía Dios la poligamia/bigamia en la Biblia?

La pregunta de la poligamia en la Biblia es interesante porque la mayoría de la gente en la actualidad ve la poligamia como inmoral, mientras que la Biblia en ninguna parte la condena explícitamente. 
Resultado de imagen de ¿Por qué permitía Dios la poligamia/bigamia en la Biblia?El primer caso de poligamia/bigamia en la Biblia fue Lamec en Génesis 4:19, “Y Lamec tomó para sí dos mujeres”. Muchos de los hombres prominentes en el Antiguo Testamento fueron polígamos. Como Abraham, Jacob, David, Salomón, y otros; todos tuvieron varias esposas. En 2 Samuel 12:8, Dios hablando a través del profeta Natán, dijo que si las esposas y concubinas de David no hubieran sido suficientes, Él le habría dado aún más. Salomón tuvo 700 esposas y 300 concubinas (esencialmente esposas pero de un menor rango), de acuerdo a 1 Reyes 11:3. ¿Qué hacemos pues, con estos ejemplos de poligamia en el Antiguo Testamento? Veamos, hay tres preguntas que necesitan ser respondidas. (1) ¿Por qué permitió Dios la poligamia en el Antiguo Testamento? (2) ¿Cómo ve Dios la poligamia en la actualidad? (3) ¿Por qué cambió?

(1) ¿Por qué permitió Dios la poligamia en el Antiguo Testamento? La Biblia no dice específicamente por qué Dios permitió la poligamia. Entonces, lo mejor que cualquiera puede hacer es “informarse” especulativamente. Existen pocos factores claves a considerar. Primero, siempre ha habido más mujeres que hombres en el mundo. Estadísticas actuales muestran que aproximadamente el 50,5% de la población mundial son mujeres, representando los hombres el 49.5%. Asumiendo los mismos porcentajes en tiempos antiguos, y multiplicándolos por millones de gente, habría decenas de miles de mujeres más que de hombres. Segundo, la guerra en los tiempos antiguos era especialmente brutal, con un increíble alto porcentaje de fatalidades. Esto daría como resultado un porcentaje aún mayor de mujeres respecto a los hombres. Tercero, debido a las sociedades patriarcales, era casi imposible para una mujer soltera mantenerse por ella misma. Generalmente las mujeres carecían de educación y preparación, y dependían de sus padres, hermanos y esposos para su provisión y protección. También hay que considerar que la mujer soltera, con frecuencia, estaba expuesta a la prostitución y esclavitud. Cuarto, la significativa diferencia entre el número de mujeres y hombres habría dejado a muchas mujeres en una situación, como mínimo, indeseable. 

Así que parece que Dios permitió la poligamia para proteger y proveer para la mujer que no pudiera encontrar un esposo de otra manera. Un hombre tomaría varias esposas y actuaría como el proveedor y protector de todas ellas. Aunque definitivamente esto no es lo ideal, vivir en una casa con poligamia era mucho mejor que las otras alternativas: prostitución, esclavitud, inanición, etc. Además de la protección y el factor de la provisión, la poligamia permitió una expansión más rápida de la humanidad, cumpliendo con el mandato de Dios de “…fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella.” (Génesis 9:7). Los hombres son capaces de embarazar a varias mujeres en el mismo período de tiempo, causando un crecimiento 
más acelerado de la humanidad que si cada hombre pudiera procrear solo un hijo por año. 

El Barbero

Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y recortarse la barba, como de costumbre. Entabló una amena conversación con la persona que le atendía. Hablaban de muchas cosas y tocaron muchos temas.
De pronto, tocaron el tema de Dios.
El barbero dijo:
Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice.
– Pero, por qué dice usted eso? – pregunta el cliente.
Imagen relacionadaPues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O…dígame, ¿acaso si Dios existiera, habría tantos enfermos? ¿Habría niños abandonados? Si Dios existiera, no habría sufrimiento ni tanto dolor en la humanidad. Yo no puedo creer que exista un Dios que permita estas cosas.
El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión.
El barbero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio.
Cuando abandonaba la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo; al parecer hacía mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado.
Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero.
– ¿Sabe una cosa? Los barberos no existen.
– ¿Cómo que no existen? -pregunta el barbero-.
Si aquí estoy yo, y soy barbero. – ¡No!, dijo el cliente, no existen porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.
– Ah, los barberos sí existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mí.
– ¡Exacto! -dijo el cliente-.
Ése es el punto. Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van hacia Él y no lo buscan, por eso hay tanto dolor y miseria.
Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí.”

Déjame abrazarte

No te preocupes, no tienes que decirme nada; vine porque te oí llamarme, te escuché mientras tus lágrimas caían por ese hermoso rostro que diseñé desde antes de que existieras. Vengo hoy ante ti porque nunca he podido ver que alguien que amo sufra y piense que está sol@, que no hay salida, o que la vida es un suspiro perdido en el deseo de ser feliz.
Resultado de imagen de Déjame abrazarteVengo porque he estado observándote día y noche mientras caminas, corres, sales, entras, y tratas de ocultar lo que tu corazón siente.
Sé exactamente lo que te pasa, sé exactamente lo que te hace falta; lo sé desde antes que me lo pidieras. Por eso estoy aquí, porque nunca desperdiciaré un corazón triste, porque yo me deleito en venir y estar a tu lado, consentirte y acariciar cada uno de esos hermosos e imponentes cabellos que yo mismo he contado. Me deleito en tomar en mis manos todo aquello que te hace sufrir, todo aquello con lo que no puedes y que pesa sobre ti; vengo a llevarme todo eso sobre mis hombros y a dejarte la paz más acogedora que hayas podido sentir. Me deleito en tomar cada una de tus lágrimas y guardarlas, porque algún día te las devolveré para que recuerdes cada uno de los momentos en los que, a pesar de todo, estuve contigo.
No importa lo que has hecho, no importa tu pasado; solo importa que estás aquí y yo estoy aquí para decirte que nunca más estarás triste, nunca más estarás confundid@, nunca más sentirás que tienes un rumbo incierto y que caminas sol@ en este enorme mundo, no vivirás más como si recorrieras un laberinto constante de inefables muros indolentes, no volverás a mirar al cielo sin encontrar una respuesta. Hoy vine a decirte que la salida está a tu lado, que la luz está aquí contigo y no volverás a abrir los ojos en medio de la oscuridad, porque cada mañana al abrir tus ojos sentirás que la luz entra por tu ventana y no se irá en ningún momento del día. Hoy vine por ti, porque te amo y siempre te amaré, porque soy Padre y por siempre seré Padre; la pregunta es: ¿Quieres tú ser mi hijo?

Yo estoy esperando por ti cada día para decirte, "Déjame abrazarte".