martes, 17 de diciembre de 2019

El motor V-8, un sueño posible

John C. Maxwell nació el 20 de febrero del año 1947 en Garden City, Michigan, Estados Unidos. Renombrado escritor y orador estadounidense, y experto en liderazgo y comunicación, en algunas intervenciones contaba la siguiente historia: El genio del automóvil, Henry Ford, una vez concibió un plano revolucionario para una nueva clase de motor, conocido como el V-8. Ford estaba ansioso por poner esta nueva idea en la línea de producción. Para ello dispuso que algunos hombres dibujaran los planos y se los presentó a los ingenieros. Cuando los examinaron, uno a uno llegaron a la misma conclusión: su visionario jefe no sabía mucho sobre los principios fundamentales de la ingeniería, y le dijeron con toda amabilidad, que su sueño era imposible de ejecutar. 
v8 henry fordEntonces Henry Ford dijo, —fabríquenlo de cualquier manera. Ellos contestaron, —Pero es imposible. —Háganlo, y trabajen hasta que lo logren, no importa cuánto tiempo se requiera. Durante seis meses lo intentaron, dibujo tras dibujo, diseño tras diseño, y nada. Vinieron otros seis meses, y nada. Pasó casi un año, cuando Ford se reunió de nuevo con sus ingenieros, y una vez más le dijeron que lo que él quería era imposible. Henry Ford les pidió que continuaran, y continuaron hasta descubrir finalmente cómo construir un motor V-8. Sin duda una historia interesante.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Juan 14:12
Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible.  Mateo 19: 26.
Es indudable que los ingenieros y Henry Ford no estaban de acuerdo, no tenían la misma visión. Para los primeros era imposible, mas para Ford sí lo era. Jesús afirma que los hijos e hijas de Dios, los que han creído en Él, son capaces de hacer las mismas cosas que hizo mientras estuvo en la Tierra; es más, dice que pueden hacer cosas mayores, y también enseña que la posibilidad de Dios comienza cuando la imposibilidad del hombre se hace manifiesta. Los ingenieros de Ford, una y otra vez dictaminaron que era imposible crear ese motor, pero él se mantuvo en la visión de que era posible. Dios Todopoderoso dice reiteradamente a su pueblo, que en el Nombre de Jesús todo se puede. Él tiene esa visión, y sus hijos deben estar en la misma, creyendo.


¿Por qué me complico la Vida?

“Convierte en peldaños las piedras con las que tropiezas.”
Muchos piensan que la vida es complicada, y se basan en los conflictos que atraviesan, en las dificultades amorosas o económicas, en los enredos que viven día a día a consecuencia de sus decisiones. Pero la vida en sí misma no es complicada, nosotros la complicamos, la vida no da problemas, el causante de los problemas soy yo.
La vida es sencilla, la vida es para disfrutarla, de hecho Jesús vino a traernos vida, vida en abundancia; Él vino a traernos libertad, vino a simplificarnos la vida. Antes de Cristo lo que gobernaba era la ley, y junto a los primeros 10 mandamientos, las personas debían seguir otros mandamientos, tradiciones y ritos, lo que hacía casi imposible que una persona pudiera disfrutar la vida.
Resultado de imagen de ¿Por qué me Complico la Vida?Pero Jesús nos dio el claro ejemplo de que sí es posible disfrutar la vida siguiendo un mandamiento claro y sencillo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Mateo 22;37
Luego dijo: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mateo 22;39, y en estos dos mandamientos, se basa toda la ley.
¿Es difícil amar a Dios? ¿Y a mi prójimo? ¿Y a mí mismo?
El amor es la llave que abre la puerta para disfrutar la vida. Cuando yo amo no me complico la vida, ni le complico la vida a los demás. Cuando yo amo busco el bien, y no tengo sentimientos inapropiados acerca de mí ni de otros; cuando yo amo corro libre de cargas, sin temor ni preocupación.
El amor echa fuera el temor. El amor apaga los fuegos del conflicto. El amor simplifica las áreas de nuestras vidas. 
Hay tres cosas que puedes hacer para simplificar tu vida de manera práctica:
1.     No te afanes ni te estreses en la vida. Confía en Dios para cada una de tus necesidades, aun las más pequeñas. ¿Cuál es la causa de que te compliques la vida? ¿Y qué emociones se disparan cuando sientes que la vida se te complica?
2.     Sé tú mismo. No andes por la vida tratando de ser otra persona. Cumple tu propósito, como dice John L. Mason “Usted nació original, no muera como una copia”. ¿Qué te impide ser tú mismo? ¿A qué le temes?
3.     Deja el pasado atrás. No puedes alcanzar tu futuro si continúas caminando y recordando las heridas y decepciones del pasado. ¿Qué necesitas hacer para soltar tu pasado? ¿Qué pasos debes dar para alcanzar la belleza y la simplicidad de la vida? ¿Y cuándo te pondrás en acción? Establece una fecha.
Vive, desde ya, de manera sencilla, sin complicaciones. Es el mejor día para amar y caminar hacia tu destino. Es el mejor día para vivir la vida al máximo.

La posesión exclusiva de Dios

Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey, una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa. 1 Pedro 2;9
Imaginemos un salón enorme. Sentado en el trono hay un gran rey, rodeado de toda clase de asistentes, cada uno comportándose correctamente. Ahora imaginemos una caja a los pies del rey. De vez en cuando, el rey mete su mano en ella y toca su contenido. ¿Qué hay en la caja? Joyas, oro y piedras preciosas que son sus preferidas. La caja contiene las posesiones exclusivas del rey; una colección que lo alegra mucho. ¿Puedes imaginarte esto?
En pasajes del Antiguo Testamento, como Éxodo 19:5, Deuteronomio 7:6 y Salmo 135:4, esa "posesión" o "tesoro especial" hace referencia al pueblo de Israel. Pero el Nuevo Testamento muestra la misma imagen de la pluma del apóstol Pedro, quien describe al "pueblo de Dios", como aquellos que habían "alcanzado misericordia" (verso 10); israelitas o no. En otras palabras, los que creen en Jesús, tanto judíos como gentiles. Y agrega: Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey, una nación santa, posesión exclusiva de Dios.(verso 9 ntv).
¡Imagínate! El gran y poderoso Rey del cielo te considera parte de su tesoro especial. Te rescató de las garras del pecado y la muerte. Te reclama como suyo. Su voz declara: A este es a quien amo. Este es mío. 

Altísimo Rey del cielo, gracias por considerarme tu posesión exclusiva, tu especial tesoro. Sé que no es por lo que yo haya hecho, sino por todo lo que Tú eres.