miércoles, 3 de abril de 2013

Le Proclamaré Como Mi Salvador - Devocional - Vídeo

Y ella tendrá un Hijo, y  lo llamará Jesús (cuyo significado es Salvador) porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.  Mateo 1:21
La esperanza de una vida nueva comienza con Jesús. Jesús significa “El Señor salva”. Jesús vino a la tierra para salvarnos, porque nosotros mismos no podíamos salvarnos del pecado y sus consecuencias. Por muy buenos que nosotros creamos que somos, no podemos eliminar la naturaleza pecadora presente en todos nosotros.
Sólo Jesús puede hacer eso. Jesús no vino para ayudar a la gente a salvarse a sí mismos, Él vino para ser el Salvador con poder. Hoy quiero agradecerle su obra de salvación en mí y quiero proclamarle como Salvador para que aquel que aún no le conoce, le conozca y proceda al arrepentimiento.
delicados-salvador29FBLa esperanza de una vida nueva está garantizada por la resurrección de Jesús. Nosotros podemos disfrutar de nuestra vida nueva en Cristo porque nos unió con Él, en su muerte y en su resurrección.
Nuestros deseos perversos, nuestros cautiverios al pecado y nuestro amor al mismo, murieron en Jesús. Ahora, unido por la fe en Él, en su vida y su resurrección, tenemos amistad con Dios y libertad en el Espíritu. Cuando estábamos muertos por nuestros delitos y pecados, y nuestros deseos pecadores aún no estaban cercenados, Dios nos dio una libertad con la vida misma de Cristo y perdonó todos nuestros pecados, borró todos nuestros cargos en la justicia divina y los destruyó al morir Jesús, clavado en la cruz. 
Antes de que yo creyera en Cristo, mi vida era perversa, desobedecí, me rebelé e ignoré a Dios. Pero cuando me humillé ante Cristo y admití mi pecado, Él me dio una naturaleza nueva.

Ese fue el precio - Devocional

“Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó; fueron nuestros dolores los que lo agobiaron. Y pensamos que sus dificultades eran un castigo de Dios; ¡un castigo por sus propios pecados! Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados.
Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz, fue azotado para que pudiéramos ser sanados.”
Isaías 53:4-5 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Hasta la última gota de Su sangre fue el precio que pagó. Después de largas horas de agonía culminó su obra, salvar al mundo. Él detuvo el castigo que la humanidad merecía y a cambio les regaló un nuevo comienzo. Amor como el de Él no lo hay.
En ese madero, a lo lejos, vio Su galardón. Prisiones abiertas para dejar que los cautivos salieran de su martirio personal. La alegría de enfermos terminales al ser sanados. El gozo de pecadores desprendiéndose finalmente de aquello que ataba sus alas. Corazones nuevos que eran entregados a aquellos que fueron oprimidos por el enemigo. Almas que eran restauradas por el bálsamo del Espíritu de Dios, después de llevar una vida de penumbra. Santidad siendo regalada gratuitamente a los que creen; y vida eterna.
Jesucristo le dio a la humanidad vida a través de su muerte. Su pasión fue recibir el castigo que el hombre merecía, para ofrecer de manera gratuita lo que nadie jamás podrá pagar. Su sangre fue derramada para perdonar todos los pecados de la humanidad, para ser el poder que el hombre necesita para sobreponerse a sus debilidades, para sanar a cualquier enfermo y liberar a cualquier persona de su prisión. Jesús se burló, en la cruz, de la muerte y del enemigo. Nada ni nadie puede resistir el poder de Su sangre.
Cualquiera que sea tu debilidad, cárcel, enfermedad o cadena, Jesús tiene el poder para salvarte de ellas. Él pagó el precio para hacerlo posible. Tu libertad, salud, plenitud, prosperidad y santidad, tenían un precio. Y Jesús ya pago el precio en la Cruz.
Si en ti hay alguna debilidad, pecado, atadura, opresión, aflicción, enfermedad o cualquier cosa que te aprisione, cree que Jesús ya te ha liberado de ello y así te será hecho. Si tú has creído, haz esta oración:

“Dios, reconozco que Jesús es tu Hijo, que pagó por mis pecados y el precio de mi plenitud. Recibo por gracia todo lo que Él pagó por mí en la Cruz. Te entrego hoy mis pecados, debilidades, enfermedades, cadenas u opresión. Porque no se trata de mí, sino del precio que Jesús pagó. Lávame, Señor Jesús, con tu sangre, y déjame blanco como la nieve. Sáciame de tu poder, oro esto en el nombre de Jesús, Amén.”

La Adversidad te Fortalece - Crecimiento personal-espiritual - Vídeo

“La vida es demasiada corta para permitir que las dificultades me quiten la alegría de vivir.” 
¿Cómo puedo mantenerme motivado cuando las cosas no están bien? Es cierto que cuando las cosas están saliendo bien nuestra motivación está alta; sin embargo, cuando las cosas no salen como quisiéramos, nuestra tendencia es a desmotivarnos, incluso a desesperarnos.
art-vida01aDebemos recordar las palabras de Pablo a Timoteo: “Pero tú, Timoteo, mantén la calma en todo momento, soporta los sufrimientos y anuncia siempre la buena noticia.  Haz bien tu trabajo.”  2 Timoteo 4:5  ¿Qué puedes ver aquí?
La mayoría de las personas no alcanzan a ver las dificultades como oportunidades para crecer, no creemos que todas las cosas verdaderamente nos ayudan para bien. Y en todas las cosas están incluidos momentos difíciles, momentos de dolor. La clave para mantenerse motivado en tiempos difíciles es evitar caer en desesperanza y concentrarse en buscar el beneficio.
La adversidad nunca te dejará igual; tienes dos opciones para los momentos difíciles: o te debilitan o te dan fuerzas. ¿Qué escoges? ¿Cómo te gustaría vivir la vida? ¿Motivado o desmotivado? Siempre tendrás opciones en la vida y una elección que debes hacer, es la necesidad que tienes para afrontar la adversidad.

Lo que Dios hará en ti - Mensaje

Eres el resultado del amor de Dios perfeccionándose cada día en tu vida, ¿Por qué te menosprecias?
Tal vez no seas como otros, quizá haya muchas cosas en ti que no te gusten, puede que no tengas aquel talento que te gustaría tener, sin embargo TIENES EL AMOR DE DIOS, eres AMADO(A) por Dios.
No puedes pasarte la vida menospreciándote, creyendo que no tienes un propósito, pensando que nunca avanzarás o que todo lo que hagas siempre saldrá mal; esa no es la mentalidad de un hijo de Dios, esa no es la mentalidad de un príncipe o una princesa que tiene como Padre al Rey de reyes.
Quizá durante tu vida hayas escuchado frecuentemente palabras negativas hacia tu persona, y quizá has llegado a pensar que a lo mejor tienen razón en lo que dicen de ti, que no llegarás lejos, que nunca te irá bien, que no serás feliz, pero eso es ¡MENTIRA!
Cuando Dios te llamó no vio en ti a un perdedor, Él vio en ti la capacidad que tienes para serle útil a Él; tú naciste con un propósito, el propósito perfecto de Dios que ha de cumplirse en tu vida, pero que no se cumplirá mientras sigas menospreciándote a ti mismo, mientras sigas creyendo que es imposible que alcances otras metas o que cumplas tus sueños.

Es hora de comenzar a creer no en lo bueno que soy o en las cualidades que tengo, sino en lo que Dios puede y quiere hacer en mi vida, pues Él puede hacer cosas que ni imaginamos, cosas que nos sorprenderán, cosas que no creíamos que fuésemos capaces de hacer, pero que Él y sólo Él nos da la capacidad para hacerlo.
Tú eres un príncipe, tú eres una princesa de Dios; toma posesión de tu lugar, de tu estatus, no te creas poca cosa, lo que los demás digan no es lo que Dios piensa de ti.
Cuando escuches a personas decir cosas de ti que sientes que no te corresponden, cuando te quieran menospreciar, cuando las personas a las que les comentes tus sueños no crean en ti e incluso se burlen, ¡tranquilízate! Lo que ellos digan, piensen o cómo actúen, no determinará realmente lo que Dios hará en ti.
Tienes que comenzar a pensar como príncipe o como princesa, no puedes pasarte la vida pensando como esclavo o mendigo, tú has sido llamado o llamada para grandes cosas, para conquistar, para avanzar, para no detenerte salvo para respirar y seguir avanzando; tú tienes en tu vida la presencia de Dios y ello te ha hecho más que vencedor, por lo que ahora eres un victorioso; por lo tanto comienza a vivir como tal.

Que nadie arruine tus sueños, que los comentarios de las personas no te hagan detener, al contrario, que cada comentario negativo hacia tu persona, sea una frase más que te motive a luchar por alcanzar lo que tanto has soñado; piensa que lo que digan, piensen o hagan en contra de ti, no determinará lo que DIOS SÍ HARÁ EN TÚ VIDA.

¡Avanza sin temor!

“El Señor llevará a cabo los planes que tiene para mi vida, pues tu fiel amor, oh Señor, permanece para siempre. No me abandones, porque tú me creaste”.

Salmos 138:8 (Nueva Traducción Viviente)

Tengo un Sueño, Pero… - Crecimiento personal-espiritual - Vídeo

El hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo” Antoine de Saint-Exupery
Últimamente he tenido la oportunidad de aprender del tema de “Elévate… haciendo tus sueños realidad”. Es increíble que todas las personas tienen sueños, pocas las que creen en sus sueños y muy pocas las que van tras sus sueños.
¿Por qué muchas personas no van tras sus sueños? La mayoría piensa que al encontrarse con el primer obstáculo van a creer que no pueden, y por lo tanto desisten de ellos, prefiriendo acomodarse. Claro es que la vida sin sueños parece segura, pero su final es muy aburrido. ¿Te ha pasado así? ¿Estás disfrutando tu vida o estás viendo pasar los años sin sentido?
Mientras tú piensas que no se puede, hay otros que piensan que sí se puede. Ellos son "pensadores de posibilidades", creyendo. Recuerda que para el que cree todas las cosas son posibles. ¿Eres de los que creen o de los que dudan?
art-creer06¿Cuál es tu excusa para no ir tras tus sueños?
Todos los sueños vienen con desafíos, con obstáculos para ser superados, y si quieres lograrlos, tienes que estar dispuesto a pagar un precio. Siempre hay un precio que pagar. Piensa en José, quien pasó de esclavo a primer ministro de Egipto. ¿Fue fácil para él? No,  él tuvo que vencer muchos obstáculos para ver sus sueños hechos realidad.
Hoy es un buen día para sobreponerse a los obstáculos, para decir adiós a las excusas que te paralizan. Las excusas no te ayudan para nada. Recuerda lo que le pasó al hombre que se le dio un talento o mil monedas, lo vemos en la Biblia. ¿Qué hizo este hombre cuando su jefe le llamó para rendir cuentas?
Veamos en Mateo 25: 24-27
“Por último, llegó el empleado que había recibido mil monedas y dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible. Me dio miedo y escondí el dinero bajo tierra. Aquí le devuelvo exactamente sus mil monedas”. “El hombre le respondió: “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente, ¿por qué no llevaste el dinero al banco? Al volver, yo recibiría el dinero que te di, más los intereses”.