jueves, 5 de julio de 2012

Quizá- Reflexiones con vídeo

Quizá
no tenga nada singular
y sé que tengo defectos en mi andar
Tal vez
a veces fallo sin querer
y sé que hasta me vuelve a suceder
Quizá
no tenga nada singular
y sé que tengo defectos en mi andar
Tal vez
a veces fallo sin querer
y sé que hasta me vuelve a suceder
Pero tengo algo mas
que me da libertad
y sé que estoy bien
Es que me ama tanto me ama
y no lo puedo comprender
Es que me ama tanto me ama
y no lo puedo merecer
me acepta tal cual soy
Quizá no siempre logro obedecer
y sé que al intentarlo fallaré
mas se que el siempre llevará mis pies
por sendas donde lograré crecer
Pero tengo algo mas
que me da libertad
y sé que estoy bien

Todos son Importantes-Todos Somos Importantes-vídeo

 Todos son Importantes
Cierto día, un capitán de barco y su rudo jefe de ingenieros conversaban.
Empezaron a discutir sobre quién era más importante de los dos para que el barco navegara.
Como la discusión se tornó acalorada, el capitán decidió que por un día cambiarían de trabajo. El jefe de ingenieros estaría en el puente de mando y el capitán en la sala de máquinas.
A sólo unas pocas horas de haber iniciado el experimento, el capitán salió de la sala de máquinas. Venía sudado y sus manos, su cara y su uniforme estaban llenos de grasa y aceite.
«Jefe», le dijo, «creo que tiene que venir a la sala de máquinas. No puedo hacer que los motores anden»

«Por supuesto que no puede», le dijo el jefe de ingenieros. «Acabo de encallar el barco».
Maxwell, J. C. (2001; 2003). Las 17 Cualidades Esenciales de un Jugador de Equipo; The 17 Essential Qualities of a Team Player (Page 55). Thomas Nelson, Inc.
Que tontería en la vida es cuando comenzamos a creer que somos los únicos y que el mundo depende sólo de nosotros. En la vida estamos rodeados de personas y cada uno tiene un papel vital que desarrollar. Necesitamos aprender a considerar al otro y saber que cada uno es experto en algo, y cuando nos unimos el barco de la vida puede marchar. Dios nos ha dado dones y capacidades a cada uno, pero siempre dejemos que Él sea el capitán del barco.
1 Corintios 1:10
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
Colosenses 2:2
Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo.
Todos Somos Importantes 
Un alfiler y una aguja encontrándose en una cesta de labores y no teniendo nada qué hacer, empezaron a reñir, entablándose la siguiente disputa:
¿De qué utilidad eres tú?, dijo el alfiler a la aguja; y ¿cómo piensas pasar la vida sin cabeza?
-Y a ti, respondió la aguja con tono agudo, ¿de qué te sirve la cabeza si no tienes ojo? ¿Y de qué te sirve un ojo si siempre tienes algo en él?
- Pues yo, con algo en mi ojo puedo hacer mucho más que tú.
Sí; pero tu vida será muy corta pues depende de tu hilo.
Mientras hablaban así el alfiler y la aguja, entró una niña deseando coser, tomó la aguja y se puso manos a la obra por algunos momentos; pero tuvo la mala suerte de que se rompiera el ojo de la aguja. Después cogió el alfiler, y atándole el hilo a la cabeza procuró acabar su labor; pero tal fue la fuerza empleada que le arrancó la cabeza y disgustada lo echó con la aguja en la cesta y se fue.
Con que aquí estamos de nuevo, se dijeron, parece que el infortunio nos ha hecho comprender nuestra pequeñez; no tenemos ya motivo para reñir. ¡Cómo nos asemejamos a los seres humanos que disputan acerca de sus dones y aptitudes hasta que los pierden, y luego… echados en el polvo, como nosotros, descubren que son hermanos!
Filipenses 2:3
 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.
Mateo 5:44
 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.




De Ti Dependo- Reflexiones con vídeo

Me he vuelto dependiente de tu corazón y de tu amistad
Me he vuelto dependiente de tu dirección en mi caminar
No hay nada que me llene como lo haces Tú, eres mi Diario Pan
Tú eres la razón de cada sueño en mí, eres mi Verdad
De Tí depende mi vida
Mis sueños y mi alegría
Como la lluvia necesita nubes
Como el río del mar

Al otro lado de la cerca-Al otro lado de la puerta

Al Otro Lado De La Cerca
Bob se nos unió justo antes de la Navidad de 2010.  Era un gato callejero que vivía fuera de la oficina donde trabajaba Ginny. Ella y sus compañeros le alimentaron a él y a los demás gatos callejeros.  El clima se tornó frío y Ginny perdió su empleo pero dijo: “¡No le voy a abandonar! ”

Bob vino a casa en Navidad.
Cuatro meses más tarde, Bob seguía con nosotros.  Le llevamos al veterinario y le pusieron sus vacunas.  Pronto será castrado.  Mientras tanto, debido a que Bob no se lleva bien con nuestro gato, vive en la cochera por la noche y en el jardín durante el día.

 Me rompe el corazón porque es un gato amoroso que necesita un hogar.
Esperamos hallarle uno, pero si no, no le abandonaremos.

 Pocas semanas después de que nuestro hogar se convirtiese en el suyo, Bob desapareció. Nuestro patio trasero, rodeado de una cerca de 2 metros de alto, estaba vacío. Le buscamos y llamamos pero no le hallamos por ningún lado… Bob se había ido.
Nos preocupamos; no era nuestro gato pero éramos su familia adoptiva.  Hasta que le tuviéramos para él un hogar definitivo, nos sentíamos responsables. Me fui a la cama preocupada… ¿a dónde se habrá ido?  A la mañana siguiente, le hayamos durmiendo acurrucado en una silla del portal.  Me saludó con un “¡meow!” y corrió hacia la puerta de la cochera y a su comida.
Ginny y yo revisamos la cerca.  No había agujeros lo suficientemente grandes por los cuales pudiese haberse escabullido.  ¿Dónde había ido? ¿cómo había salido?
La respuesta nos vino dos noches después. Una vez más el patio quedó vacío; Bob se había ido.  Le llamé, oí un arañazo y le observé trepar la cerca y saltar de vuelta al patio. Estaba asombrado.

 Bob exploró nuestro patio y afrontó una pared doce veces más alta que él.  ¿Le detuvo eso?  ¡No!  Bob sabía que había más en la vida.
¿Permitió Bob que la cerca le restringiera?  ¡No!  ¿Observó Bob alrededor y al ver las paredes restrictivas, ¿se sentó y lloró?  ¡No! 

Bob miró la pared y pensó que debería escalar más y mejor; tuvo fe y dio un salto al futuro.

 Perdí mi empleo y Ginny perdió el suyo.
Una cerca de desesperación nos rodea.  La observamos y queremos sentarnos y aceptar nuestro destino pero sabemos que eso no estaría bien.  Queremos seguir el ejemplo de Bob; necesitamos saltar la cerca.  Bob comprendió que había más oportunidades al otro lado.
Michael T. Smith

La historia nos permite examinar y aún seguir el ejemplo de un gato callejero que enseñó a sus amos temporales el impacto de una actitud positiva ante circunstancias adversas y aparentemente insuperables.  Claro está que mucho de la aplicación de la historia es netamente especulativa por parte del autor, pero no deja de tener un tono de verdad en el fondo.
Si los animales de la creación pueden afrontar tales situaciones y buscar alternativas mejores, ¿por qué no habríamos nosotros de poder hacerlo también, siendo, como somos, “corona” de la creación divina?  Creo que es tiempo de mirar más arriba, hacia nuestro Salvador, y decidir creer que Sus bendiciones y misericordias son nuevas cada mañana…lo que garantiza un futuro lleno de desafíos y nueva esperanza.  Adelante y que el Señor les continúe bendiciendo.

Al Otro Lado de la Puerta
Un hombre enfermo se dirigió a su médico mientras se preparaba para dejar el consultorio y le dijo: “Doctor, tengo miedo de morir. Dígame, ¿qué hay del otro lado?”
Muy tranquilamente el médico le contestó: “No lo sé”
“¿Usted no sabe? Usted, un cristiano, ¿no sabe lo que hay del otro lado?”
El médico tenía su mano en la manivela de la puerta; del otro lado se oyó un ruido de rasguños y lloriqueo y, al abrir la puerta, un perro entró apresuradamente en el cuarto y le saltó encima con una evidente manifestación de alegría.
Vollteándose al paciente el médico dijo: “¿Observó a mi perro? Nunca había estado en este cuarto antes. Él no sabía lo que había aquí dentro. No sabía nada más que su amo estaba aquí y, cuando se abrió la puerta, dio un salto hacia adentro sin temor alguno. Conozco muy poco de lo que hay del otro lado de la muerte, pero sé una cosa… sé que mi Señor está allí y eso es suficiente”

La seguridad del cristiano está en el Señor en quién él o ella creen. Aunque el paso más alla nos produzca muchas interrogantes, la seguridad de que Dios está al otro lado de la puerta, nos reafirma. No esperes mucho para entrar en contacto con Él. Vale la pena vivir sabiendo quién está al otro lado de la puerta.
No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.
En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.
Y conocéis el camino adonde voy. Juan 14:1-4

Pan de maíz- Maíz

Pan de Maíz
Nuestro grupo había llegado a un edificio de apartamentos en el pueblo. Era un lugar muy deprimente, con vendedores de droga y adictos sin esperanza alguna. Uno de los residentes, de nombre Louie, tenía la mente de un adolescente.Una amiga mía, Kathy, le prometió a Louie y a otros que les llevaríamos chili el domingo. Louie me preguntó si podía hacerle pan de maíz. Me dijo que no lo había comido en años. Le prometí que lo haría.
Cuando fui a la tienda en la semana, se me olvidó comprar harina de maíz. Para cuando me di cuenta que no la tenía, también me di cuenta de que no me quedaba dinero alguno. Pensé tener lo suficiente para comprar la harina pero estaba quebrada, sin cuartos. Pensé en Louie durante varios días, preocupada por qué hacer. Para mí era como hacerle una promesa a un niño y, entonces, romperle el corazón.
Cuando no sé qué hacer… oro, que fue lo que debí haber hecho en primer lugar.
Al día siguiente alguien tocó a mi puerta. Mi vecina estaba parada en mi terraza con un saco de harina de maíz. Me comentó que su marido lo había comprado erróneamente en vez de harina regular por lo que no la necesitaba. Se preguntaba si la gente en los apartamentos tendría algún uso para ella. Todo lo que pude decir fue: “¡Gracias, Jesús!”
Janice Milbourn
Son muchos los que se contentan con decirle al Señor que estarían dispuestos a hacer algo por su prójimo si tuviesen los recursos, pero como no los tienen…
El problema es que los recursos jamás se interpondrán entre nuestro prójimo y nosotros. El estirar una mano amiga es mucho más asunto del corazón que de lo que tengamos a mano. De hecho, si nuestro corazón anhela ayudar a otros, ¿por qué no acercarnos en oración a Aquel que todo lo tiene y todo lo puede?
La Biblia dice que cuando pedimos cosas de acuerdo con la voluntad de Dios, ¡podemos estar más que seguros de que las recibiremos!
Dad gracias al SEÑOR, invocad su nombre; dad a conocer sus obras entre los pueblos. 1 Crónicas 16:8 Dad gracias al SEÑOR, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia. 1 Crónicas 16:34
 Maíz
 En cierta ocasión, un reportero le preguntó a un agricultor si podía saber el secreto de su maíz, que ganaba el concurso al mejor producto año tras año. El agricultor confesó que el secreto se debía a que compartía su semilla con los vecinos.
- ¿Por qué comparte su mejor semilla con sus vecinos, si usted también entra al mismo concurso? preguntó el reportero. -Verá usted, dijo el agricultor. El viento lleva el polen de una siembra a otra. Si mis vecinos cultivaran un maíz de calidad inferior, la polinización cruzada echaría a perder la calidad del mío. Si siembro buen maíz, debo ayudar a que mi vecino también lo haga.
Lo mismo ocurre en nuestra vida. Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, pues el bienestar de cada uno está unido al bienestar común.

Gálatas 6:2
Sobrellevad los unos las cargas de los otros; y cumplid así la ley de Cristo.