viernes, 11 de mayo de 2012

El poder de tu amor- Reflexiones con Video

Señor, Vengo a ti cámbiame, renuévame por la gracia que encontré en ti.
Sé que las debilidades que hay en mi sé desvanecerán por el poder de tu amor.
Yo te quiero ver cara a cara Señor y conocer mas de ti en mi.
Prepárame Señor para hacer tu voluntad, viviendo cada día en ti.
Vengo a ti Señor, cámbiame,renuévame
por la gracia que encontré en ti
Ahora sé que las debilidades que hay en mí
desvanecerás por el poder de tu amor
Cúbreme, con tu amor rodéame
tómame cerca quiero estar
y al esperar nuevas fuerzas yo
tendré y me levantaré como las águilas
con el poder de tu amor.
Yo te quiero ver cara a cara hoy
Señor y conocer así mas de ti en mí
prepárame Señor para ser tu voluntad
viviendo cada día con el poder de tu amor 
Cúbreme, con tu amor rodéame
tómame cerca quiero estar
y al esperar nuevas fuerzas yo
tendré y me levantaré como las águilas
con el poder de tu amor.
Cúbreme, con tu amor rodéame
tómame cerca quiero estar
y al esperar nuevas fuerzas yo
tendré y me levantaré como las águilas
con el poder de tu amor.
y me levantaré como las águilas
con el poder de tu amor.
y me levantaré como las águilas
con el poder de tu amor.
 El Poder de Dios
El verdadero poder de Dios se manifiesta como esperanza en tiempos de desastre, clama en tiempos de crisis, dirección cuando se está perdido, y una fe que perdura.
Todos pueden conocer ese poder… si permiten que Dios se convierta en una realidad en sus vidas.
Filipenses 4:13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Salmo 78:7
para que ellos pusieran su confianza en Dios, y no se olvidaran de las obras de Dios, sino que guardaran sus mandamientos
Salmos 44:17
Todo esto nos ha sobrevenido, pero no nos hemos olvidado de ti, ni hemos faltado a tu pacto.


Un hombro para llorar- Reflexiones+vídeo


Quien no ha visitado Chascomús se ha perdido una experiencia formidable: excelentes paisajes naturales que se entremezclan con antiguas estancias y nuevos diseños arquitectónicos, una inmensa laguna que constituye un atractivo único para la pesca y la práctica de diversas disciplinas náuticas, y una población que recibe con suma calidez a los turistas que llegan a su ciudad cada fin de semana.
A pesar de las tremendas inundaciones que han azotado su geografía a lo largo de su historia, la actividad agrícola y agropecuaria sigue adelante gracias al compromiso de quienes trabajan, viven y sienten suya esta hermosa ciudad de la provincia de Buenos Aires.
¡Tengo tantos buenos recuerdos! ¡Tantas anécdotas que contar del tiempo que viví allí durante mi niñez!
Corría el año 1983 y mi primer grado en la escuela primaria me atemorizaba, ¡para qué negarlo!. A mis seis años de edad empezaba a comprender que la situación nacional estaba cambiando. ¡Y cómo no darme cuenta! El candidato que ganó las elecciones presidenciales, constituyendo el retorno de la democracia argentina, era nada más ni nada menos que un chascomunense: Raúl Alfonsín.
Pero lejos de la política y los cambios que estaban por llegar, ese año también ocurrió algo que me sacudió: uno de mis compañeros, Lucas Alfonsín (sobrino del presidente electo), sufrió el fallecimiento de su mamá. ¡Imagínese! ¡Seis años de edad! Debo confesar que no sabía qué hacer. Mis compañeros tampoco. Estábamos profundamente consternados.
Aquella fue la primera vez que sentí muy de cerca el sufrimiento ajeno, y no supe qué hacer. Luego, a través de los años, sucedieron otros hechos similares con amigos, familiares y gente que conozco. Nuevamente no supe qué hacer.
¿Pero sabe algo? Finalmente llegué a la conclusión que aquel que sufre no espera sólo nuestros consejos o nuestros buenos deseos. Sencillamente necesita un hombro sobre el cual llorar, una mirada que preste atención y dos oídos dispuestos a escuchar. Alguien, en definitiva, que traspase la estructura de las frases hechas y con su propia vida exprese: aquí estoy, te acompaño, puedes contar conmigo.
La Biblia señala: El que habla sin pensar hiere como un cuchillo, pero el que habla sabiamente sabe sanar la herida. Las palabras amables son como la miel: endulzan la vida y sanan el cuerpo (Proverbios 12:18, 16:24).
Seamos parte del cambio.. ¡una persona a la vez!
Mateo 5
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

El tío sin nombre- Reflexiones


 
Su nombre era Wally Amos y levantó una empresa de cien millones de dólares vendiendo galletas “Famous Amos Cookies”.
Perdió la empresa por una serie de circunstancias. Pasó de la fama y fortuna a deber un millón de dólares. Peor aún, perdió el derecho de usar el nombre que le hizo famoso. Sin embargo, no perdió lo que lo llevó al éxito la primera vez: mantuvo su sentido del humor, persistencia, optimismo y seguridad en sí mismo. Como era de esperar, volvió a triunfar.
El hombre comenzó una nueva aventura bajo el nombre de “Wally Amos Present Chip´s Cookie”
La Revista People publicó la historia y Fitz y Floyd fabricó galletas Chip´s Cookie. JC Penney distribuyó muñecas Chips´s Cookie. Todo el mundo estaba feliz con el regreso del señor Amos, menos los nuevos propietarios de “ Famous Amos”. Le pusieron una demanda y de nuevo le sacaron del mercado. Wally dice que obtuvo fama y riqueza, y que pagó el precio por ello.
Hoy día viaja promocionando su nuevo libro “El hombre sin nombre”, que está recibiendo una entusiasta acogida. También regresó al negocio de las galletas. Su nueva empresa se llama “El Tío sin Nombre”. Es obvio que Wally Amos es un buen ejemplo de un hombre golpeado pero no acabado. Regresó a la lucha con el mismo entusiasmo y afán que demostró la primera vez. Predigo que le irá bien.
Wally Amos es un hombre clásico de un hombre que se levanta una y otra vez. El antiguo dicho de que una persona que no recibe golpes no puede golpear se volvió cierto en el Tío sin Nombre.
Nunca claudiques ante las crisis de la vida. Mira al cielo, de allí Dios te enviará su socorro, levántate y vuelve a andar.
Como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, y he aquí, vivimos; como castigados, pero no condenados a muerte; como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, aunque poseyéndolo todo. Nuestra boca, oh corintios, os ha hablado con toda franqueza. Nuestro corazón se ha abierto de par en par. No estáis limitados por nosotros, sino que estáis limitados en vuestros sentimientos. 2 Corintios 6:9-12.

Vivir sin miedo- Crecimiento Personal+vídeo


 
El diccionario de la Real Academia de la lengua española define al miedo como: “Una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”. De una manera sencilla, sin la pretensión de ser experto en el área, entendemos que según la psicología, el miedo le permite al ser humano adaptarse al medio, ya que las emociones producidas ante el peligro inminente le proporcionan la capacidad de reacción y, por ende, de defensa. Es también considerado como una de las emociones primarias derivadas de la confrontación con la amenaza.
De acuerdo a las ciencias sociales el miedo puede aprenderse en la sociedad, de hecho, es factor primordial en el desarrollo del individuo al permitirle establecer límites dentro de su campo de acción, para no incurrir en situaciones que amenacen su integridad. Es esa “emoción primaria” la que nos permite dar una respuesta para defendernos y al mismo tiempo adaptarnos. Además, estas ciencias también expresan que de la misma manera que el miedo se aprende, también se puede aprender a no tener miedo.
Y eso es precisamente lo que anhelo y en lo cual trato de entrenarme todos los días, a aprender a vivir sin miedo. Porque vivir con miedo es vivir en la cárcel de nuestros pensamientos; es sentir que esa “perturbación angustiosa” va perdiendo su temporalidad para convertirse en un estado casi permanente. Es como una batalla constante de nuestro ser interior. Una batalla que mantiene nuestros músculos tensos y nuestra respiración muy corta. Una batalla sin tregua que va consumiendo nuestras fuerzas.
No es una tarea fácil dejar de sentir este miedo cuando vivimos rodeados de un peligro real que amenaza constantemente contra nuestras vidas. Pero no podemos convertirnos en ermitaños en nuestras cuevas. Debemos ser muy prudentes, pero jamás permitir que este estado de anarquía e indiferencia nos arranque el derecho a vivir sin miedo. El derecho a sentir que nuestro corazón late a su ritmo fisiológico y no que defendiéndose quiera salirse de nuestro pecho y siga latiendo aceleradamente cada día.
“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. Este es un derecho fundamental del hombre y todas las naciones están en la obligación de convertirlo en su máximo ideal. Y de esforzarse en promoverlo en sus instituciones mediante la educación y el respeto para asegurar que cada individuo sea plenamente capaz de disfrutarlo.
Al pensar en esto, siento que la manera de transformar la fuerza del miedo que destruye y anula, en una fuerza positiva que nos levanta, es acercándonos a Aquel que nos dio la vida y nos ha prometido una existencia con paz y sin miedo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Juan 4:27

Dar sin esperar-Reflexiones+vídeo


Este norteamericano recibió un título de medicina del Colegio de Medicina de la Universidad de Nueva York. Recibió una asignación para el Laboratorio de Investigación de Virus, en la Universidad de Pittsburgh. Le fue indicado por parte del ejército desarrollar una vacuna contra la influencia de la polio y entre los muchos honores que recibió se encuentra la Medalla Presidencial de la Libertad.
Sin embargo, Jonas Salk no es conocido por lo que recibió, sino por lo que ofreció.  Él y su grupo de investigadores dieron su esfuerzo para preparar un virus que inactiva la polio y que puede servir como un agente inmunizador contra ella.  Para 1952, ellos habían creado una vacuna y en 1955, fue difundida para ser usada en los Estados Unidos, prácticamente así terminando con las consecuencias catastróficas de la polio.
Recibirás muchas oportunidades en tu vida, y lo más probable, un número de certificados, diplomas, y premios.  Pero lo que al final contará es lo que haces con el entrenamiento que has recibido y las habilidades y características que has desarrollado.
Encuentra la forma de dar, crear o generar algo hoy que pueda ser de beneficio a otros. En tus acciones no solo habrá un potencial para la fama y la recompensa, sino también una gran satisfacción personal, la recompensa de los más altos valores.
Ninguna persona jamás fue honrada por lo que recibió.  El honor fue la recompensa de lo que dio.
Proverbios 21:26
El justo da y nada recibe.

Hoy…Seguiré cimentado en la belleza del perdón+vídeo


 
 “Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada; perdonarás y darás a cada uno conforme a sus caminos, habiendo conocido su corazón; porque sólo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres”. 2 Crónicas 6:30.
¿Te percataste de que el pecado es ambas cosas: el hecho (pensamiento, comportamiento, etc.) y la consecuencia incorporada a éste? ¿Cómo definirías el pecado (con tus propias palabras) a alguien que nunca ha oído al respecto?
¿A qué le tienen más miedo las personas cuando el tema del pecado es mencionado? ¿Por qué Dios habla de él? Cuando trata con nosotros ¿cuál es Su propósito al hacerlo un tema tan central?
¿Por qué “encerró” a todos los hombres en desobediencia [bajo pecado]”?
¿Cómo corta el pecado la relación entre nosotros y los demás, especialmente la del Señor?
¿Qué es el perdón? ¿Puedes pensar en una analogía de lo que es el perdón y lo que éste hace con el pecado?
¿De qué maneras has errado en el blanco, te has quedado corto, o no has terminado en el lugar donde se supone debías estar? Aun cuando sabías que estabas haciendo algo malo, y proseguiste con esto de todas formas, el Señor te perdona. Recibe ese perdón.
¿Hay algo de tu pasado que te esté causando remordimiento aun cuando ya fuiste con la persona o las personas involucradas y dijiste: “perdóname”? Perdónate a ti mismo.
Permítete estar en la presencia de Dios y sentir que te quitó la carga del remordimiento. El deseo de ser perdonado es tu reconocimiento de que deseas haber hecho mejor las cosas en el pasado y es tu compromiso para hacer las cosas mejor ahora y en el futuro. Pero más que nada es un reconocimiento de que no puedes vivir como deberías sin Su poder y gracia.
Agradécele a Dios el perdón total y completo que lava y limpia cada fragmento del residuo de las malas  decisiones y las rebeliones premeditadas de tu vida.
Aquí hay dos oraciones sencillas. La primera es para ti si todavía no le has dado la bienvenida a Jesús en tu vida para que perdone tus pecados completamente.
La segunda oración es para ti si previamente has aceptado el perdón de Dios mediante Jesús pero te has distanciado un poco de Él. Es posible que quieras hacer ambas oraciones porque expresan en palabras lo que nuestro corazón más desea decirle al Señor.
Para recibir perdón por tus pecados y convertirte en cristiano
Dios, reconozco que he hecho muchas cosas malas en mi vida. He pecado contra Ti al pecar contra otros. Mi mente y mi corazón han participado en demasiadas formas de injusticia y maldad. He actuado en maneras inapropiadas un sin número de veces. Soy culpable de muchos pecados.
No puedo culpar a nadie de lo que he hecho. Pido Tu perdón. Creo que Tú diste a Tu Hijo, Jesucristo, para ser un sacrificio por mis pecados. Él pagó el castigo por mis  malas obras cuando lo mandaste a que muriera en la cruz.
Gracias a Ustedes dos, por  Su gran amor y misericordia hacia mí. Quiero aceptar lo que has hecho por mí. Le doy la bienvenida a la nueva vida que Tú me ofreces, completamente perdonado por mis pecados.
Jesús, te invito a entrar a mi corazón. Creo que Tú has sido levantado de entre los muertos, tal y como Tú me levantarás de entre los muertos para que pueda vivir para siempre en el cielo contigo. Deseo que me dirijas y me guíes para que pueda conocerte mejor. Deseo vivir mi vida para Ti, en lugar de vivirla para mí mismo. Sé el Señor de todo mi ser. Te entrego mis días. Gracias por escuchar mi oración. Gracias por Tu Santo Espíritu que ahora ya está habitando en mi corazón.  Amén.
Para renovar tu compromiso con el Señor y para sentirte renovado por la gracia de Su perdón, dile. . .
Señor Jesús, mi Salvador, sé que he hecho mal. Hay cosas que quisiera no haber hecho nunca y cosas que no hice que quisiera haber hecho. No sólo he manchado mis propias vestiduras, sino que he manchado las vestiduras de otras personas, especialmente las de aquéllos a quienes más amo.
Todavía estoy tentado a cubrir mis faltas y a esforzarme para corregirme antes de venir a Ti. Muéstrame, Señor, en dónde y cómo estoy intentando ganarme un lugar contigo en vez de aceptar el lugar de perdón y libertad que ya hiciste para mí. Quiero empezar a confiar más en Tu perdón y menos en mi esfuerzo. Jesús, Tu sangre en la cruz cubre cada mancha de pecado que haya cometido en la vida (y que cometeré).
Tú estuviste dispuesto a dar Tu vida para que pudiera ser perdonado de la sentencia que mis fallas  merecen… la sentencia de muerte. Confieso cuánto necesito el perdón que sólo Tú tienes el poder y la autoridad de concederme. Así que ahora vengo a Ti para recibir la limpieza de Tu sangre, por medio de la cual Tú me separas de lo que hice, y por medio de la cual me restauras para Ti mismo.
Padre, libérame de los pecados que tan fácilmente me enredan y guíame en Tu camino de obediencia. En el nombre de Jesús, amén.