domingo, 29 de noviembre de 2015

El resto lo hago YO

La historia del actor Charlton Heston ilustra nuestra necesidad de hacer todo lo que podamos, y confiarle a Dios lo que no podemos.
benhurDurante la filmación de la gran película épica Ben Hur, Heston trabajó largas horas con entrenadores para aprender a manejar un carro, para la escena crucial de la carrera de carros. Mejoró mucho en su manejo de los caballos y el carruaje, pero finalmente se convenció de que la tarea era un desafío mayor de lo que había previsto en un inicio. Entonces, se aproximó al legendario director de la película, Cecil B. De Mille para hablarle acerca de la escena.
Señor De Mille, le dijo, he trabajado duramente para manejar este carruaje, y creo que puedo hacerlo con toda soltura en esta escena, pero no en todas. Y no creo poder ganar la carrera.
El director le contestó: Usted conduzca solamente. El resto lo hago yo.
Dios tiene diferentes formas de dirigir las distintas carreras que hacemos en el transcurso de nuestra vida. Él confía que hagamos nuestra parte de dominar el carro. Y nosotros debemos confiar en que Él determinará el resultado de la carrera. Como dijo una vez un ingeniero: Dios provee la energía inicial. Nosotros la producción. Y Dios da el resultado final.
El mayor acto de fe para el hombre es reconocer que no es Dios.
Salmo 100:3
Sabed que Él, el Señor, es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado.

La historia de las Avispas


Detrás de la pegadiza y alegre canción de Juan Luis Guerra, se encuentra un texto bíblico en cada línea de sus párrafos.

La historia de la exitosa canción se remonta a cuando Juan Luis Guerra comenzó a estudiar la Biblia en su Iglesia, viendo los pasajes en los que Dios protege al pueblo judío enviando avispas contra sus enemigos en Éxodo 23.28 y Deuteronomio 7.20. 

Otro día, cuando jugaba al baloncesto con su hijo Jean Gabriel, fue picado por uno de esos insectos en la cabeza, lo que le causó un gran dolor y provocó sonrisas compasivas de algunos amigos que presenciaron tal “ataque”. Estas dos situaciones inspiraron al talentoso compositor dominicano a escribir la canción “Las avispas”, incluida en su álbum cristiano “Para Ti”. La canción fue editada por el pastor Daniel Pérez, peruano residente en Santo Domingo, República Dominicana, quien se encargó de desglosar los párrafos de la misma y enviarla al periódico cristiano “Protestante” de Perú, donde salió publicada originalmente.

Deja Las Llaves

Jenny pensó que sus padres no le darían permiso para irse de fiesta con unos amigos, de manera que les mintió y les dijo que iba al cine con una compañera.
Aunque se sintió un poco mal porque no les dijo la verdad, tampoco le dio muchas vueltas al asunto y se dispuso a divertirse.
La pizza estuvo bien y la fiesta genial. Al final su amigo Pedro que ya estaba medio borracho, la invitó a dar un paseo, pero primero quiso dar una fumadita…
De repente, Pedro comenzó a propasarse. Eso no era precisamente lo que Jenny tenía previsto. “Tal vez mis padres tienen razón”, pensó; “quizás soy muy joven para salir así. “¿Cómo pude ser tan tonta?” “Por favor, Pedro, dijo, llévame a casa, no me quiero quedar”.
Molesto, Pedro arrancó el coche y comenzó a conducir a toda velocidad. Jenny, asustada, le rogó que fuera más despacio, pero mientras más le suplicaba, él más pisaba el acelerador.
De repente, vio un gran resplandor. “OH, ¡Dios ayúdanos! ¡Vamos a chocar!

Ella recibió toda la fuerza del impacto, y de repente todo se puso negro. Aún consciente, sintió que alguien la sacó del coche retorcido, y escuchó voces: ¡llamen a una ambulancia! “Estos jóvenes están en problemas”
Le pareció oír que había dos coches involucrados en el choque...

Superando la Adversidad

Un joven periodista, ansioso por conseguir su primer trabajo, encontró lo que pareció ser la oportunidad perfecta. Llamó al periódico y le informaron que los aspirantes iban a ser entrevistados a las diez de la mañana del día siguiente.
Estuvo todo el día ocupado preparando su "currículum vitae" y una carpeta con ejemplos de sus escritos. Llegó temprano la mañana siguiente, y vio, para su consternación, que nueve aspirantes a reporteros habían llegado aún más pronto. Tomó su lugar en la fila y observó ansiosamente a sus competidores. Aparentemente, sus propias expectativas no se veían muy bien. No eran nada seguras.
En lugar de rendirse viendo su situación adversa, escribió una corta nota y se la dio a la secretaria del jefe de personal, diciéndole que era muy importante que su jefe la viese inmediatamente. Cuando éste leyó la nota, se sintió ansioso por conocer al joven que la había escrito. Decía: Estimado señor: Yo soy el joven que está en el décimo lugar de la fila. ¡Por favor, no tome ninguna decisión antes de verme!