“Cada cosa que pensamos, cada cosa que decimos, está creando nuestro futuro” Marci Shimoff
La verdad es que muchos de nosotros tenemos un villano que nos impide alcanzar nuestros sueños. Debemos entender que el mayor boicoteador de nuestros sueños no es el diablo, no son las personas que nos rodean, somos nosotros mismos. Nuestra falta de confianza y nuestra incredulidad hacen que no podamos alcanzar lo que tanto anhelamos.
La mayoría de las personas no se gustan a sí mismos, y como no se gustan a sí mismos no pueden amarse, y como no pueden amarse a sí mismos tampoco pueden amar a los demás. Ese autosabotaje hace que sus vidas sean complicadas, porque la vida es un asunto de relaciones. Y yo, ¿cómo me estoy relacionando?
El sabio Salomón decía que lo que somos está de acuerdo a lo que pensamos. ¿Cómo son mis pensamientos? ¿Cuáles son las conversaciones que mantengo conmigo mismo cada día? Seguramente muchas de esas conversaciones tienen que ver con lo siguiente:
“Soy un perdedor”
“No valgo nada, soy un gusano”
“No merezco ser feliz”
“Yo no puedo”
Hay muchas más que nos decimos, y decirlas también es fe. La fe viene por el oír, y el oír por las palabras que te repites cada día. Tú eres responsable de guardar tus pensamientos. Tu felicidad y tu éxito dependen de ti, no de lo que puedan decir otras personas. Todo lo que hizo Dios fue bueno y todo lo que Él tiene para tu vida también es bueno. Su plan es de bienestar, de prosperidad, no es de calamidad, no es para darte mal, es para darte esperanza y un futuro mejor.