domingo, 17 de junio de 2018

La antigua Promesa que aún resuena en todo el mundo

En nuestros días hay patrones en las noticias mundiales que merecen ser destacadas. Todos los meses, y casi todas las semanas, suele aparecer un flujo constante de informes que mantienen a la nación de Israel regularmente en los titulares de las noticias. Todos, desde el conflicto con los palestinos, pasando por las guerras de sus alrededores, hasta las tensiones en Medio Oriente que, por lo general, son magnificadas por el Estado de Israel para que el resto del mundo siempre esté oyendo acerca de este país. Aún así, estos informes no son lo suficientemente coherentes al considerar que Israel es un país pequeño en términos geográficos, económicos y de población.
El hecho de que los acontecimientos en este pequeño Israel de hoy en día hallen eco en todo el mundo, debería llevarnos a considerar lo que fue el origen de la cadena de acontecimientos que ha llevado a esta peculiar situación. Para entender esto tenemos que ir a las primeras páginas del libro del Génesis en la Biblia, donde hace unos 4000 años un individuo solitario y sin importancia partió en un viaje de campamento sin fin, que dio lugar a que se convirtiera en un hombre renombrado en todo el mundo hoy en día. Lo cual es bastante notable, pero la comprensión de esta historia tiene implicaciones que van más allá de la causa y efecto del simple hecho histórico. El ‘Libro’ dice que el patrón de esta historia afectaría al resultado de tu destino eterno y el mío. Con solo una remota posibilidad de la certeza de este hecho, deberíamos, entonces, haber prestado atención.
Imagen relacionadaEste antiguo hombre en cuestión es Abraham (también referido como Abram). El relato en la Biblia es tan antiguo que no hay muchas evidencias externas para refutar o confirmar los hechos. Pero sí existen algunos indicios. Entre las 17.000 tablillas de Ebla (ciudad al Norte de Siria) descubiertas entre 1975 y 1976, fechadas hace 4200 años, se habla de Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim, y Zoar como “ciudades de la llanura”, los mismos nombres y frases descriptivas utilizadas en Génesis 13:2 y Génesis 14:2, que son los lugares donde Abraham hizo sus ‘campamentos’. Así que tenemos razones preliminares para tomar estos reportes seriamente.

La promesa a Abraham

El relato bíblico de Abraham comienza con Dios haciéndole las siguientes promesas:
»Haré de ti una nación grande, te bendeciré, haré famoso tu nombre y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra.” (Génesis 12: 2-3) NVI

 … cumpliéndose que el nombre de Abraham sería Grande.

Actualmente, la mayoría de nosotros se pregunta si hay un Dios y si realmente se reveló a través de la Biblia o no. ¡Y aquí tenemos ante nosotros esta promesa!, promesa que se puede verificar. El relato muestra a Dios prometiendo directamente a Abraham que “hará famoso su nombre’. Nos encontramos en el siglo 21 y vemos que el nombre de Abraham/Abram es uno de los nombres históricos más reconocidos a nivel mundial. Esta promesa se ha hecho literal, histórica y su realidad es totalmente verificable. La copia más antigua del Génesis es la de los Rollos del Mar Muerto que datan del 200 al 100 A.C. Esto significa que esta promesa ha sido escrita desde entonces. Sin embargo, en aquel entonces la persona y el nombre de Abraham no eran muy conocidos, de hecho solo una minoría de los judíos que seguían la Torá lo conocían. Así podemos ver que el cumplimiento se ha comprobado como real después de que fuera escrito. 

… por medio de su gran nación

Lo que también sorprende es que Abraham no hizo nada realmente digno de resaltar en su vida, o el tipo de cosas que normalmente hace que el nombre de una persona sea “grande”. No escribió nada extraordinario (como la Ilíada de Homero o la Odisea), no gobernó un imperio (como los faraones de Egipto), no condujo a un ejército con impresionantes campañas militares (como Aníbal o Alejandro Magno), tampoco inventó nada. No hizo nada excepto acampar y engendrar linajes. Si usted hubiera sido un apostador viviendo en los días de Abraham, habría apostado por los reyes, generales, guerreros, o los poetas de la corte creyendo que ellos sí serían nombres grandes en la historia. Pero sus nombres están olvidados, mientras que el hombre que apenas logró tener algunos hijos en el desierto es muy conocido en todo el mundo. Su nombre es grande solo porque la nación que él engendró mantuvo su historia viva, y así los individuos y las naciones que provienen de él se hicieron grandes. Esto es exactamente lo que se le prometió en Génesis 12 (“Haré de ti una nación grande… haré famoso tu nombre”). No hay nadie más en toda la historia que fuera tan grande tan solo por los descendientes que dejó, más que por los logros que realizó en su vida.

Aguas de vida

Miró sus manos resecas. Estaba sentada junto al fuego en aquellos pocos minutos con que ella cuenta diariamente para meditar y leer su Biblia. Esas manos envejecidas por el trajín diario le hicieron recordar sus “mejores tiempos”.
Aquellos días de vitalidad y belleza que el tiempo y las malas decisiones le habían arrebatado. Tiempos de vida abundante. Años atrás sus manos eran hermosas, pero también era hermosa su alma. Hoy,... todo había cambiado.
La aridez de sus malos días la estaba consumiendo. Sus manos no eran más que el reflejo en su realidad actual. Con amargura y apatía cerro su Biblia y no volvió a leerla.
¿Has tenido días parecidos a éste? ¿Días en los que añoras volver a tiempo atrás, volver a aquellos momentos de dicha, de vigor?
Resultado de imagen de aguas de vida eternaEn días de sequedad la oración no parece tener fervor ni aliciente alguno. Es como un rezo aprendido, parece una obligación, parece un hastío. Crees que Dios no tiene intención de hablarte o responder, y el entorno simplemente fastidia el corazón.

Son los tristes días de sequedad espiritual; ¡Todos los hemos tenido! Pero tus malos días no durarán para siempre, y tu sequedad ¡tampoco lo hará!
Solo un poquito más de resistencia y saca fuerzas de debilidad para poder clamar como lo hizo el rey David en el Salmo 63:
Mi alma tiene sed de ti.. Mi alma te anhela. Salmo 63;1
Su Palabra indica que seremos como árboles plantados junto a corrientes de agua. ¡Hay tanta vida esperándonos...!
Salmo 1:3 “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará“.

¡Párate junto al Agua de Vida!

Apuntes de la Gloria de Dios

"Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos" (Salmo 19:1).
Gloria de Dios¿Qué es la Gloria de Dios? Primeramente debemos expresar que es un reto casi imposible e inalcanzable que a criaturas creadas, y caídas, se les ocurra describir la Gloria del Creador. No obstante, en su gracia y amor, Dios perdona a los pecadores en este fallido intento de escribir apuntes sobre Su Gloria.

La Gloria de Dios es la belleza de Su Espíritu, es todo lo que emana de Su carácter y de todo lo que Él es. No tiene que ver quizás tanto con Su poder o Su fuerza sobrenatural, sino más bien con Su influencia y eterna presencia en toda Su creación.

La Gloria de Dios puede coronar a un hombre y llenar toda la tierra. (Salmo 57:11)

Mientras la gloria del hombre está asociada a tesoros materiales, siendo falible y pasajera, contrariamente la Gloria de Dios se manifiesta en el conjunto de todos Sus atributos, siendo eterna, nunca se desvanece.

En el Antiguo Testamento se observa que la Gloria de Dios está asociada a muerte y a juicio. Hay una condenación terrible en muchas de las historias del Antiguo Testamento.

Cristo en la cruzEn el A.T. notamos que La Gloria de Dios irremediablemente choca con la presencia del pecado de los mortales. La naturaleza pecaminosa de los hombres no puede ni acercarse al más mínimo destello de Su Gloria. Esta Gloria de Dios no acepta la infidelidad y la pecaminosidad del ser humano, e inmediatamente el resplandor de Su Gloria puede consumir a cualquiera de los pecadores.

Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios. (2da de Crónicas 5:14). El fuego de Dios es otra frase empleada en el A.T. para referirse a esta Gloria del viejo pacto.

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo. (Gálatas 4:4-6).