lunes, 20 de agosto de 2012

Cuando Dios Creó a la Mujer - Reflexiones con Vídeo

Cuando Dios creó a la mujer ya era el sexto día de la creación.
En eso llega un ángel y le preguntó:
-¿Por qué gastas tanto tiempo en esta creación?
¿Has visto las hojas de instrucciones especiales para ellas?
Según las especificaciones ella tiene que ser lavable, pero sin ser de plástico.
Tiene que funcionar aunque sea con agua y sobrantes de comidas anteriores.
Tiene que poseer un beso que pueda curar cualquier cosa, desde una rodilla raspada hasta un corazón roto.
Tener un regazo que pueda acomodar a cuatro niños a la vez, y todo esto lo hará solamente con dos delicadas manos.
El ángel se maravilló de los requisitos  -¡Solamente dos manos! -imposible…
¿Y este es solo el modelo estándar?
Es demasiado trabajo para un día, espera a mañana para terminarla.
-¡No! Estoy tan cerca de terminarla y se ha metido tan dentro de mi corazón…
Ella se cura sola cuando está enferma
Y puede trabajar días de 18 horas si su familia lo necesita.
-Pero la has hecho tan suave señor… Dijo el ángel.
-Es suave, dijo Dios, pero fuerte, no tienes idea de lo que es capaz de lograr o aguantar…
-¿Será capaz de pensar? Dijo el ángel.
Dios contestó:   -No solamente será capaz de pensar sino también de razonar y negociar.
El ángel notó entonces algo extraño y alargando la mano tocó la mejilla de la mujer, Señor parece que este modelo tiene una fuga, te dije que estabas tratando de poner demasiadas cosas en ella.
Eso no es una fuga, es una lágrima, lo corrigió el señor.
¿Para qué sirve una lágrima? – Dijo el ángel
Las lágrimas son su manera de expresar su pena, su dicha, su desengaño, soledad, sufrimiento…
Esto impresionó al ángel… -¡Señor, la mujer es verdaderamente maravillosa!
-Lo es, la mujer tiene fuerzas que maravillan a los hombres, aguantan dificultades, llevan grandes cargas, e incluso en su vientre crearé la vida.
Sonríen cuando quieren gritar y cantan cuando quieren llorar.
Lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas.
Luchan por lo que creen y se enfrentan a la injusticia, y no aceptan un no por respuesta cuando hay una solución mejor.
Se privan para que su familia pueda tener, aman incondicionalmente, lloran cuando sus hijos triunfan…
Su corazón se rompe cuando muere una amiga y sufren con la pérdida de un ser querido.
Sin embargo son fuertes cuando piensan que ya no hay más fuerza.
Pero hay un defecto en la mujer…
Se le olvida cuanto vale…

Tomemos El Control-Crecimiento Personal-vídeo

Mamá me arropó bien.  “Mamá, ¿irá a nevar de veras?”  Ella me arropó con la sábana hasta mi barbilla y me besó en la mejilla.
“Eso fue lo que dijo el meteorólogo”.
“¿Suspenderán la escuela?”

“Depende… si caen 25 centímetros de nieve, como dijo, probablemente lo hagan”.

“¡Qué bien!  No quiero ir a la escuela…quiero jugar en la nieve”.
“Bueno, Michael, no te entusiasmes tanto…pudieras decepcionarte”.
-
“Pero el meteorólogo dijo…
-”
“Michael, las tormentas son impredecibles”, me tocó en la mano.  “Duérmete y veremos qué trae la mañana”.
Ella cerró la puerta y la habitación se oscureció.  Fuera, el viento bramaba.  El aguanieve y el hielo golpeaban contra la ventana.  Oí a mamá caminar a la cocina; todo estaba bien.  Me levanté de la cama, levanté las persianas y me asomé por la ventana.  La nieve revoloteaba bajo las luces de la calle y se movía en círculos sobre el pavimento como las arenas en un desierto.  Mi pulso se aceleró… ¡no habrá escuela mañana!
-

“Michael, ¿estás en tu cama?” gritó mamá.
-“¡Sí, mamá!”  Corrí de vuelta a mi cama y me cubrí con las sábanas hasta mi barbilla.  ¿Cómo lo sabría ella? -
“¡Más vale que lo estés!”
“-¡Lo estoy, mamá! Ven y podrás verlo”.-
“¡Duérmete!”
-“¡Sí, mamá!” me encogí bajo las sábanas.
El viento bramaba y yo estaba calientito y seguro en mi cama.  Mamá y papá conversaban y veían la televisión.  Escuché el viento y deseé un día de asueto para jugar en la nieve.

-
-
“¡Michael!”  Mamá estremeció mi hombro. “¡Michael!, ¡es tiempo de levantarse para ir a la escuela!”
-“¿La escuela?” me di la vuelta y la miré.  “¿Mamá?”

-“Lo siento, Michael, la nieve nos pasó de largo… se convirtió en lluvia.  Las escuelas están abiertas”.
 -“¿No hay nieve?”
-
“Michael, llegarás tarde”.
-“Pero la nieve”.
-
“No hay nieve, Michael.  Levántate y lávate los dientes”.


Gruñí y me levanté de la cama.  En el lavabo sostuve mi cepillo de dientes y me miré en el espejo.  Mi reflejo imitaba mi tristeza y desilusión.  Me imaginaba la escuela: una prisión para niños sin un día de nieve.  En cada lado de la calle, la nieve restante se derritió creando pequeños ríos de agua enlodada.  Los observé juntarse en corrientes más grandes.  Tierra de color chocolate giraba donde el agua se empozaba antes de fluir al océano.
Las imágenes de buques luchando por mantenerse a flote pasaron por mi mente.  El timbre de la escuela sonó y me trajo a la realidad.  Mi sueño de un día de asueto se derritió como la nieve en la fuerte lluvia.
El día escolar duró una eternidad.  Las palabras de la maestra pasaron desapercibidas; permanecí en mi pupitre autolamentándome.  Seguía pensando, “¿Cómo pudo pasar esto?”  El meteorólogo dijo que nevaría… todo se arruinó”.
“¡Psst!”  Me volteé a mi derecha.  Mi amigo Justin me miró y yo miré a la maestra quien estaba de espaldas.
“¿Qué?” susurré.
-“¿Quieres jugar después de la escuela?
”
Meneé mi cabeza… -“No hay nieve”.

-“¿Y qué?  La quebrada tras la escuela está llena de agua y corre fuerte. Podríamos jugar con nuestros botes.  Los llenaremos con nuestros soldaditos de plástico y veremos si pueden sobrevivir en las aguas turbulentas. Podemos lanzarles piedras pretendiendo que somos piratas cañoneándolas.
--“¿Quién está hablando allá atrás?”  Justin y yo saltamos y miramos hacia adelante.
“¿Están ustedes hablando, muchachos?”  Nuestra maestra se nos quedó mirando.
-“¡No, Señorita Henneberry!” dijimos al unísono.
Ella se volteó al pizarrón.
“Te veo después de la escuela”, le susurré a Justin.  La campana sonó; Justin y yo salimos rápido por la puerta y tuvimos todo el tiempo de nuestras vidas.  Los piratas asediaron los botes en las aguas turbulentas de la corriente.  Nuestros barcos se hundieron en las oscuras aguas.  Dos muchachos rieron y jugaron hasta que sus madres les llamaron para la cena.  La tristeza que sentía en la mañana se había ido.  Arropado bajo mis mantas, aquella noche, sonreí y pensé: “¡Qué gran día!” 

Aquel día de nieve perdido quedó muchos años atrás, pero su lección está fresca.  El día comenzó con desilusión.  Un deseo, un sueño se había ido.
A lo largo de los años, he mirado mi reflejo en el espejo en la mañana y sentido el mismo dolor.  Hubo billetes de lotería que no ganaron el dinero que desesperadamente necesitaba.  “¿Por qué no gané?”  Me lamentaba; lo había deseado con tanto anhelo… ¿por qué no pasó?


Ha habido días en los que no quería levantarme de la cama porque no había nada esperándome.  El empleo que tenía había terminado el día anterior.  ¿Por qué tuvo que pasarme a mí?  Mi primera esposa murió.
Miré en el espejo al día siguiente y sentí el mismo vacío de “un día sin nieve”.  “¿Por qué tuvo que pasar?  Todos los sueños que teníamos para el futuro se habían ido”.
En cada caso, las circunstancias estaban fuera de mi alcance.  No servía de nada lamentarme.  Tenía que levantarme de la cama, afrontar el día y sacarle el máximo provecho a mi situación.  Si no lo hubiera hecho, nunca hubiese hallado un nuevo empleo.  Si no me hubiese sobrepuesto a la pérdida de mi primera esposa, nunca hubiese hallado un nuevo amor.  Si la escuela se hubiese suspendido, me hubiera perdido un gran rato con mis amigos.


Cuando nuestro día no comienza de la manera que hubiésemos deseado, necesitamos tomar el control de la única cosa sobre la que tenemos control… nosotros mismos.

Hoy… Viviré Y Ejerceré Autoridad - Delicados Pastos

“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia”. Mateo 10:1
El Señor ejerció su autoridad en todo su ministerio. El decidió transferir a sus Discípulos esa misma autoridad y por ende a todos los creyentes. Hoy quiero comprender mi papel ejerciendo la autoridad en todas las áreas de mi vida. Este mundo no conoce lo que es la verdadera autoridad.
Autoridad no es controlar. Autoridad no es imponer. Autoridad no es gritar.               

“Dios me ha dado autoridad en el Cielo y en la Tierra” , dijo el Señor Jesús.  Pero esa autoridad no fue impuesta sino que fue demostrada en su manera de vivir. La autoridad de un creyente cuando es impuesta  destruye vidas….Para él lo más importante es el reglamento.  Para el siervo lo más importante es demostrar con su vida que la autoridad le ha sido transferida. La autoridad del siervo es demostrada en su propia vida y cuando la ejerce, aunque no guste, todos saben que es necesaria.
No hay autoridad más fuerte e impresionante que la vida misma. La credibilidad, la honestidad, la vida con carácter es la fibra central, la médula indiscutible de la autoridad. Hoy, la gente ya no busca tener líderes con carisma, verbo y estilo, lo que el pueblo busca hoy son siervos con una autoridad que fluye del corazón.
La autoridad del cielo se extiende hacia la tierra a través de hombres y mujeres que saben someter todas las áreas de su vida a la autoridad del Señor.
Señorío de Cristo en mi vida no puede seguir siendo una frase desnutrida y descolorida, sino una vivencia clara y real de someter mis anhelos, proyectos y deseos a la aprobación de Dios.
Cuando la autoridad de Dios en mí define mi existencia entonces la bendicion de Dios no se hace esperar.

Señor, Gracias por ser el Señor en todas las áreas de mi vida. Hoy me someto a ti continua y totalmente para que de esta manera pueda ejercer tu autoridad en los eventos, circunstancias y personas que quieran manipular o manejar mi vida. Creo firmemente en tu poder que actua hoy en mí. Amén.

No Puedes Olvidar…- Reflexiones con Video

Muchas veces olvidas las cosas más simples de la vida, como que Dios te hizo con amor y que quieres que seas feliz…

Dios nos dió la vida de gratis,

Dios nos trajo para jugar,
Si Dios nos puso boca fue pa´ besarnos,
si nos dió brazos fue pa´ abrazar..

Dios está pensando en retiro,

Dios está cansado y se vá,
no te dió pies pa´ que metieras la pata,
te trajo aquí para ser feliz,

Está prohibido olvidar,

que venimos del amor,
que el Mesías es uno y no son dos,
que la vida es un ratito apenas,
que hay que ganarse la eternidad.

Está prohibido olvidar,

a qué huele la libertad,
cómo usar la paciencia de arsenal,
tolerancia como contraataque,
como decreto la compasión y el amor.

Dios plantea un paro forzoso,

huelga de hambre y manifestar,
le va a echar llave a las compuertas del cielo,
y de milagros no quiere ni hablar.

Está prohibido olvidar,

que venimos del amor,
que el Mesías es uno y no son dos,
que la vida es un ratito apenas,
que hay que ganarse la eternidad.

Está prohibido olvidar,

a qué huele la libertad,
cómo usar la paciencia de arsenal,
tolerancia como contraataque,
como decreto la compasión y el amor.

De qué vale nacer si me vas a matar,

doy la vida a cambio de pan,
no hay por qué traicionar ni mentir ni callar,
si al final tendrás que pagar….

Está prohibido olvidar,

que venimos del amor,
que el Mesías es uno y no son dos,
que la vida es un ratito apenas,
que hay que ganarse la eternidad .

Está prohibido olvidar,

a qué huele la libertad,
cómo usar la paciencia de arsenal,
tolerancia como contraataque,
como decreto la compasión y el amor.

Está prohibido olvidar,

a qué huele la libertad,
cómo usar la paciencia de arsenal,
tolerancia como contraataque,
como decreto la compasión y el amor. .

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Napoleón y El Soldado - reflexiones

Se dice que en cierta ocasión el Emperador Napoleón I se encontraba delante de un grupo de soldados, cuando de repente su caballo se desbocó; entonces un soldado raso se lanzó hacia el caballo y, cogiendo el freno del caballo, pudo pronto detenerlo.
Se dice que Napoleón saludó al soldado raso y le dijo: “Gracias, mi capitán”. El soldado se sorprendió al oir a Napoleón decirle “capitán”, pues él era un simple soldado raso, pero inmediatamente pensó que se encontraba delante de Napoleón, y que si él quería, podía hacerle capitán.
Así que, saludó a su emperador y le preguntó: “¿De qué regimiento, mi emperador?” El emperador le contestó: “De mi guardia personal.”
Aquel soldado raso se presentó como capitán ante el jefe de la guardia personal de Napoleón; el oficial, viéndolo con uniforme de soldado raso, le preguntó: “¿Capitán, por órdenes de quién” – “Por órdenes de mi Emperador, Napoleón I.”
En ese momento dejó de ser soldado raso y llegó a ser capitán. Si este soldado raso no hubiese tenido fe, hubiera dicho: “Mi Emperador me dice capitán, pero yo no soy más que un soldado raso. Por el susto que le dio el caballo, se equivocó y me dijo capitán”, y se hubiera ido a tomar su lugar y habría permanecido soldado raso toda su vida.
Todos nosotros por naturaleza somos “hijos de ira”, hijos de desobediencia; pero Dios en su infinito amor e infinita misericordia quiere hacernos sus hijos. En el evangelio de nuestro Señor Jesucristo según Juan 1:12, encontramos estas preciosas palabras: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
Además de ser hijos de Dios, hay momentos en la vida en que necesitamos mirar más alla de la condición en la que estamos y estar listos para ocupar la posición que Dios quiere que tengamos. Son muchos los que se conforman con ser simplemente soldados rasos, cuando Dios incluso les está abriendo las puertas para ser capitanes.
Si creemos… al que cree todo le es posible. Dios jamás le abre las puertas a nadie sin antes prepararlo para que entre por ellas.
Con quienes lo honran, Dios es tan tierno como un padre con sus hijos.Salmo 103:13
Si ellos cumplen con mi pacto y con mis leyes también serán reyes sus hijos y reinarán en tu lugar para siempre”. Salmo 132:12
Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo, pues ellos serán llamados hijos de Dios. Mateo 5:9