Si te preguntaras ahora cuál es tu palabra ¿qué te dirías?, ¿la tendrías?, ¿dirías primeramente un rol o una actividad y te costaría dar con ella, o tendrías la absoluta certeza de saber cuál es? Saber cuál es tu palabra es mucho más profundo de lo que aparenta; el saberla es indicador, primero, de que te conoces bien a ti mismo, y segundo, de que es esa palabra la que dirige y orienta lo que haces. Es como si fuera tu timón, tu brújula y la que guía tus pasos.
Piénsalo de este modo, si tu palabra es “decepción”, todo lo que vivas, tu biografía completa tratará de encuadrarse en esta palabra. Pero si tu palabra es “optimismo”, ante cualquier situación adversa te sentirás capaz de sobreponerte y de ver lo positivo de lo que te ocurre, porque sabrás que te ayuda para bien y aporta en la construcción de tu biografía personal. Si te das cuenta, TODO está en la palabra que te identifique.
En la escena final de la película, después de un año de viaje de la protagonista, Liz descubre que su palabra es “attraversiamo” que en español quiere decir “crucemos”, haciendo alusión a ser capaces de atreverse a dar el siguiente paso. Esta palabra orientará su vida, las decisiones que tome y todo lo que formará parte de su futuro. Si te das cuenta, el poder de esta palabra abre un mundo de posibilidades para este personaje.