Niños mimados, adultos débiles: llega la ‘generación "blandita". Encontré un escrito con este título, y esto me trajo recuerdos sobre cómo fuimos criados la mayoría de nosotros y lo que somos hoy día:
Cuando yo me caía, mis padres me decían “levántate, que esto te hará crecer”. Hoy, sin importar las adversidades y fracasos que tenga, poseo la entereza de levantarme y comenzar de nuevo sin importar las veces que deba intentarlo.
Cuando sacaba buenas notas no me daban ningún regalo, pues ése era mi trabajo. Así que hoy en día soy responsable de mis deberes y me mantengo en un puesto de trabajo.
Hay cosas que yo quería y que nunca me compraron. Hoy sé cómo trabajar y ahorrar para conseguir las cosas que quiero, y no me ahogo económicamente porque conozco mis limites financieros.
Mi mamá me decía “no eres monedita de oro para agradarle a todo el mundo”. Gracias mami, hoy no sufro depresión si alguien no quiere mi amistad o mi amor, pues nunca agradaremos a todo el mundo.
Hay mucho más que decir pero sin alargarlo más, quiero resaltar que meditemos sobre el carácter que estamos desarrollando en nuestros hijos, al tratar de darles todo lo que nosotros no recibimos cuando fuimos niños; pues hoy somos hombres y mujeres de bien precisamente por las carencias y limitaciones que se nos presentaron.
Cuando yo me caía, mis padres me decían “levántate, que esto te hará crecer”. Hoy, sin importar las adversidades y fracasos que tenga, poseo la entereza de levantarme y comenzar de nuevo sin importar las veces que deba intentarlo.

Hay cosas que yo quería y que nunca me compraron. Hoy sé cómo trabajar y ahorrar para conseguir las cosas que quiero, y no me ahogo económicamente porque conozco mis limites financieros.
Mi mamá me decía “no eres monedita de oro para agradarle a todo el mundo”. Gracias mami, hoy no sufro depresión si alguien no quiere mi amistad o mi amor, pues nunca agradaremos a todo el mundo.
Hay mucho más que decir pero sin alargarlo más, quiero resaltar que meditemos sobre el carácter que estamos desarrollando en nuestros hijos, al tratar de darles todo lo que nosotros no recibimos cuando fuimos niños; pues hoy somos hombres y mujeres de bien precisamente por las carencias y limitaciones que se nos presentaron.