domingo, 11 de noviembre de 2018

¿Qué dice la Biblia acerca del evangelio de la prosperidad?

Resultado de imagen de ¿Qué dice la Biblia acerca del evangelio de la prosperidad?En el evangelio de la prosperidad, también conocido como la religión de la “Palabra de Fe,” se le dice al creyente que utilice a Dios, mientras que la verdad del cristianismo bíblico dice justamente lo opuesto – Dios utiliza al creyente. La Palabra de Fe, o la teología de la prosperidad, ve al Espíritu Santo como un poder para ser utilizado de la manera que el creyente lo desee. Mas la Biblia enseña que el Espíritu Santo es la Persona que habilita al creyente para que haga la voluntad de Dios. El movimiento del evangelio de la prosperidad es muy parecido al de algunas de las sectas de destructiva avaricia, que se infiltraron en la iglesia primitiva. Pablo y los otros apóstoles nunca consintieron en adaptarse o conciliarse con los falsos maestros que propagaban tal herejía. Ellos los identificaron como peligrosos falsos maestros y urgían a los cristianos a huir de ellos.
Pablo previno a Timoteo acerca de las
discusiones necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia. Apártate de los tales. 9-11 Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición, porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron atormentados con muchos dolores.” (1 Timoteo 6:59-11).

Pablo dijo que la avaricia es idolatría (Efesios 5:5), y previno a los efesios para que evitaran a cualquiera que llevara un mensaje de inmoralidad o avaricia (Efesios 5:6-7). La enseñanza de la prosperidad niega que Dios trabaje por Él mismo, manifestando que Dios no es Señor de todo porque Él no puede trabajar hasta que nosotros le permitamos hacerlo. La fe, de acuerdo con la doctrina de la Palabra de Fe, no es la confianza sometida a Dios; la fe es un medio o fórmula por medio de la cual manipulamos las leyes espirituales, que los maestros de la prosperidad creen que gobiernan el universo. Como lo implica el nombre “Palabra de Fe,” este movimiento enseña que la fe tiene que ver más con lo que digamos, que en quién confiamos, o qué verdades adoptamos y afirmamos en nuestros corazones. 

Querido Dios...

Resultado de imagen de querido dios gracias por todoPermite que Dios sea la única persona en tu mente mientras lees esta oración.
Si tenemos tiempo para leer otras cosas, podemos sacar dos minutos para Dios.
Amigos que oran juntos, permanecen juntos.
Oremos:
Querido Dios,
Te agradezco por este día. 
Te agradezco por poder ver y oír esta mañana. 
Soy bendito porque eres un Dios comprensivo y de perdón.
Tú has hecho mucho por mí y continúas bendiciéndome cada día.

Perdóname este día por todo lo que he hecho, dicho o pensado 
que no era agradable para ti.
Ahora pido tu perdón.
 Por favor, mantenme seguro, alejado de todo peligro o daño.

Ayúdame a comenzar este día con una nueva actitud y mucha gratitud.
 Déjame hacer lo mejor de cada día para aclarar mi mente y así poder oírte. 
Por favor, expande mi mente para que pueda aceptar todos tus designios. 
No permitas que me lamente de las cosas sobre las que no tengo ningún control.

Que pueda reconocer el mal.
Y cuando cometa pecado, permíteme arrepentirme y confesar con mi boca mi mal procedimiento, y así recibir tu perdón. 
Y cuando este mundo se cierre dentro de mí, déjame recordar el ejemplo de Jesús para irme lejos y encontrar un lugar apartado para orar.
Ésta es la mejor respuesta cuando me empujan más allá de mis límites. Sé que cuando no puedo orar, Tú escuchas mi corazón.

Continúa utilizándome para hacer tu voluntad. Continúa bendiciéndome para que pueda bendecir a otras personas.
Mantenme fuerte, que pueda ayudar al débil.
Mantenme con los ánimos levantados para que pueda tener palabras de aliento para otros.

Ruego por los que se pierden y no pueden encontrar su camino. Ruego por los que son mal juzgados y no los entienden. Ruego por los que no te conocen íntimamente. Ruego por los que no creen.
Pero te agradezco porque yo creo. Creo que Tú cambias a la gente y cambias las cosas.
Ruego por todos mis hermanos y hermanas. Por cada miembro de la familia y sus hogares. Ruego por la paz, por el amor y la alegría en sus hogares, que estén fuera de deudas y todas sus necesidades estén resueltas.
Ruego que cada persona que lea esto sepa que no hay problema, batalla, circunstancia, o situación mayor que Tú, Señor.

Ésta es mi oración. En el nombre de Jesús.
Amén.

¿Dónde está la paz?

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (Romanos 5:1).
¿Todavía tienes esperanzas de que haya paz?, le preguntó un periodista a Bob Dylan.
-Nunca habrá paz, le respondió. Su respuesta generó críticas, pero es innegable que la paz sigue siendo escurridiza.

Unos 600 años antes de Cristo, la mayoría de los profetas preconizaban la paz. Pero Jeremías le recordaba al pueblo de Dios lo que Él había dicho: Obedézcanme. Así yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo (Jeremías 7:23 nvi). Pero ellos siguieron ignorando al Señor y sus mandamientos. Los falsos profetas decían: ¡Paz, paz! (8:11), pero Jeremías predecía desastres; y Jerusalén cayó en el 586 a.C.

Es raro que haya paz. Pero la misma profecía revela a un Dios que ama sin límites y que le dice a su pueblo rebelde: “Con amor eterno te he amado; por eso, te prolongué mi misericordia. Volveré a edificarte: serás reedificada, virgen de Israel. De nuevo serás adornada con tus panderos y saldrás en alegres danzas.(Jeremías 31:3-4).

Dios es un Dios de amor y paz. El pecado quita la paz del mundo y de nosotros. Pero Jesús vino a este planeta para reconciliarnos con Dios y darnos paz interior: Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 5:1). Sus palabras están entre las más esperanzadoras que se hayan escrito.
Ya sea que vivamos en una zona de combate o en un vecindario tranquilo, Cristo nos invita a disfrutar de su paz.
Señor, gracias porque no hay guerra ni conflicto que nos quite tu paz.
Dios no nos da felicidad y paz fuera de Él, ya que no se encuentran en otro lado.