sábado, 23 de noviembre de 2019

No le permita a Darwin hacer un mono de usted

Aceptamos demasiadas cosas en esta vida como verdaderas, cuando realmente no lo son. Unas veces parecemos niños a pesar de estar crecidos, y creemos en cosas como Santa Claus o Papá Noel, cosas infantiles, etc., y otras, aceptamos, sin reflexionar en ellas, algunas “verdades” previamente admitidas como reales, y luego nos enteramos de lo que es verdaderamente real del mundo a nuestro alrededor.
Sin embargo, algunos no cambian de creencia, y van por la vida creyendo la misma cosa, principalmente porque nada ha venido a enseñarles de otra manera. Esto está bien siempre que exista algún indicio de verdad en lo que están creyendo, pero seguro que hay algunas cosas que les enseñaron que eran falsas. A pesar de todo ello, el mundo ha continuado y esas explicaciones están presentes aunque hayan sido olvidadas. Lo que es más importante de lo que se piensa.

¿El término “caldo de cultivo” agita cualquier célula cerebral? Esto fue un experimento de Stanley Miller en los años cincuenta, que pretendía producir vida a través de un “caldo” de productos químicos, puestos en un recipiente lleno de gases, a los que dio energía con una conexión rápida de electricidad.
Resultado de imagen de No le permite a Darwin hacer un mono de ustedLa idea era que esta combinación reprodujera todas las condiciones de aquellos millones de años primeros sobre la Tierra, cuando la primera vida apareció, y el experimento se intentó hacer en un laboratorio. ¿Es posible la creencia, aún, de que ésta es la mejor explicación de cómo la vida se produjo? Piénselo de nuevo.
Este experimento ha sido, durante los últimos 20 o 30 años, totalmente desacreditado por la comunidad científica. Menos mal que esta “gema” pequeña de información, no se ha filtrado a través de nosotros definitivamente, a nuestro sistema de educación. Las objeciones incluyen el hecho, de que se hicieron mediciones equivocadas acerca de los gases y la cantidad de electricidad necesitada para hacerlo trabajar. En otras palabras, ellos se las arreglaron para conseguir la mayor parte del experimento equivocadamente.

¿No nos llena esto de confianza? ¡Todavía algunos libros de texto de escuela ofrecen el experimento y, aunque otros lo presentan con la advertencia de que no es el dato más apropiado, es incluido porque los científicos no han encontrado una mejor prueba para los datos, y ya habrían dado alguna explicación para reflejar su criterio al mundo!


Mas hay iniciativas más profundas sobre la teoría de que la vida en la Tierra podría haber comenzado de una manera parecida. Preguntas como de dónde vinimos, son contestadas estos días por muchos científicos, siguiendo los principios propuestos a mediados del siglo XIX por Charles Darwin, bajo la "Teoría de la Evolución". Esta creencia se ha venido presentando como cierta desde entonces, con la firme convicción en los corazones y mentes de los científicos, de su certeza por encima de todo. ¿Es porque era una buena teoría? No precisamente. El problema está en que ha sido la única teoría que la ciencia ha propuesto y, para muchos científicos, es la única posibilidad; para ellos otra alternativa sería inconcebible.
Aseguran no haber cometido errores debido a este programa, organizado por el enemigo de la religión, aunque la mayoría de los científicos trabaja hoy en una variedad de disciplinas. La Teoría de la Evolución ha venido a ser un sistema "religioso" del más alto orden.

El Mendigo Musical

La historia es sobre un hombre que reflejaba en su forma de vestir la derrota, y en su forma de actuar la mediocridad total.
Ocurrió en París, en una calle céntrica aunque secundaria. Este hombre, sucio, maloliente, tocaba un viejo violín.
Frente a él y sobre el suelo estaba su boina, puesta ahí con la esperanza de que los transeúntes se apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas que llevar a casa.
Resultado de imagen de El Mendigo MusicalEl pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero era totalmente imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento, y a la forma displicente y aburrida con que tocaba ese violín.
Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salía de un teatro cercano, pasó frente al mendigo musical.
Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan discordantes. Y no pudieron por menos que reír de buena gana.
Pero la esposa le pidió, al concertista, que tocara algo. El hombre echó una mirada a las pocas monedas habidas en el interior de la boina del mendigo, y decidió hacer algo.
Le solicitó el violín. Y el mendigo musical se lo prestó con cierto recelo.
Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas.
Y entonces, vigorosamente y con gran maestría, arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir y los transeúntes comenzaron
a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo.
Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió también y pronto había una pequeña multitud escuchando arremolinada el extraño concierto.
La boina se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las denominaciones. Mientras, el maestro sacaba una melodía tras otra con mucha alegría.
El mendigo musical estaba aún más feliz de ver lo que ocurría, y no cesaba de dar saltos de contento y repetir orgulloso a todos: ¡Ése es mi violín! ¡Ése es mi violín! Lo cual, por supuesto, era rigurosamente cierto.

¡Victoria!

Jesús después de ser bautizado, según Mateo 4:1, subió al desierto guiado por el Espíritu. El desierto siempre ha sido prototipo de tiempos difíciles; ahí el corazón y el carácter son probados y formados (Oseas 2:14). La justicia es la conservación de la inocencia ante la presencia de la tentación, y el carácter se desarrolla según como sea nuestra respuesta ante esta última.
En el desierto, el ser humano, física y emocionalmente, no está en sus mejores condiciones porque el desierto absorbe las fuerzas, y es en ese momento cuando el tentador ataca.
Después de 40 días y 40 noches de ayuno en el desierto, Jesús tuvo hambre y el tentador actuó inmediatamente, ofreciéndole lo que en ese momento satisfaría su necesidad. Satanás le dijo (Mateo 4:3): ya que eres el hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Según el texto original, la expresión es de adulación, es como decir: El Hijo de Dios que es lleno de poder, ¿se muere de hambre? Usa tus métodos para resolver este asunto. ¿Sabes lo que es estar hambriento, realmente hambriento?
Resultado de imagen de ¡Victoria! bíblicaEs desesperante y más si no ves la respuesta, ¿Cuántas veces has pecado por hambre? ¿Por hambre? ¡Si! 
La Biblia cuenta la historia de un hombre que por un simple plato de lentejas perdió la bendición de su padre y de Dios, porque al satisfacer sus necesidades menospreció la bendición de Dios. Después, aunque procuró con lágrimas tener la bendición, no tuvo otra oportunidad (Génesis 25: 34Hebreos 12:17). 
¿De qué ha tenido hambre tu carne? ¿Tanta que por satisfacerse podrías menospreciar la bendición de Dios? (relaciones sexuales ilícitas, hambre de venganza, glotonería, vicios, malos hábitos, el cumplimiento de un sueño por el camino incorrecto)...
El tentador te puede ofrecer un pan que no es el que necesitas, un pan que aunque es normal para el mundo, no llenará verdaderamente tu necesidad. Jesús responde a la tentación con la Palabra de Dios; escrito está: no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4;4). Es la misma palabra que Moisés usó para recordarle al pueblo de Israel que Dios responde a la necesidad de maneras más poderosas, cuando aprendemos a confiar y esperar en Él.