domingo, 4 de enero de 2015

El año Nuevo – Tres Consejos para El Nuevo Año

Perdona
No comiences el año entrante con un corazón lleno de heridas, que no has sanado por no perdonar el daño que alguien provocó en tu vida. Antes de que llegue la hora del fin de año, perdona a los que tanto daño te han hecho este año y deja atrás lo que te hicieron,  y olvida el dolor y la amargura que te causaron. Que perdones no quiere decir que todo volverá a ser igual con esa persona, pero sí libera tu corazón de ataduras y te permite continuar creciendo. Que tu próximo año lo comiences sin rencor ni amargura para nadie.
Agradece
Es muy probable que este año no haya sido el mejor de toda tu vida. Piensa que todos tienen un parecido sentir respecto a su año. Cuando nos sentamos a reflexionar sobre las experiencias vividas, nos damos cuenta que este año fue muy difícil, doloroso o simplemente no trajo todo lo que esperábamos. Sin embargo, estás vivo, y recuerda que DIOS TE AMA y te ha tomado en cuenta para su propósito. Si aún estás aquí en la Tierra es porque Dios tiene planes contigo, planes que desea cumplir. No despidas este año sin agradecerle a Dios por las bendiciones que recibiste, por tu vida y la de los que aún están a tu lado, por las enseñanzas, los momentos buenos y los malos, también.
Escoge a Dios
En este año que pasó ya no se puede hacer nada más, solo queda despedirlo y guardar en nuestra memoria los recuerdos de las experiencias vividas. Pero un año nuevo comienza y esto presenta nuevas oportunidades, decisiones que tomar, proyectos que desarrollar y la famosa lista de resoluciones. Antes que nada, decide permitirle a Dios guiar tus pasos en este nuevo año, que Él sea tu guía, refúgiate en Él en medio de las tormentas, escucha su voz en el momento de tomar una decisión y escógelo a Él como prioridad en tu vida.

Hágase Tu Voluntad, no la Mía

Cuando Dios nos llama para ser usados por Él, encontramos Su gracia y Su favor. El temor de Él (bien entendido) y la obediencia sin reservas es lo que nos hace ser favorecidos por Dios. Dios siempre ha tenido Su remanente escogido dispuesto para obedecer Su voluntad. Somos favorecidos cuando prestamos oído y obedecemos El Plan Divino de Dios; esta obediencia nos hace partícipes de Su Reino. Cuando desobedecemos al llamado de Dios, pagamos nuestro propio pasaje con destino hacia puertos inseguros. Dios le dijo a Jonás: “Levántate y ve a Nínive, gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de Mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse a Tarsis, lejos de la Presencia de Jehová” (Jonás 1:1-3 (RVR1960). 

Inline image 1Todos sabemos el resto de lo que le aconteció a Jonás. Dios visitó a Jonás para una encomienda hacia el pueblo de Nínive, pero desobedeció al llamado. Jonás no fue favorecido por Dios hasta que reconoció que era necesario obedecer la voluntad del Señor. Cuando Jonás se vio en las profundidades del mar y dentro del gran pez, se humilló en oración para clamar la ayuda a Jehová. Hasta en las profundidades del mar, Dios escuchó la oración de Jonás. El Señor nuestro Dios, extendió Su Cetro de Misericordia hacia Jonás y lo ayudó, Él tuvo piedad de él.

Quizá en estos momentos te encuentras en la misma situación de Jonás y sabes que Dios te está llamando, pero tu agenda no tiene lugar ni tiempo para obedecer lo que Dios te ha encomendado hacer. El barco de desobediencia que Jonás escogió, lo condujo a caminos tormentosos e inseguros, en cambio, cuando abordamos el barco de obediencia a Dios, Él nos lleva siempre a puertos seguros. 
Hoy el Señor está buscando a hombres y mujeres como María cuando dijo: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a Tu palabra” (Lucas 1:38) (RVR1960). María fue vaso escogido por Dios para hacer y obedecer Su voluntad. Ella no tuvo que pasar por lo que Jonás pasó porque su decisión fue inmediata y acorde a la voluntad de Dios. 

Con mi corazón y mis manos

Un predicador meditaba en su cuarto de estudio buscando una ilustración sobre el amor, cuando de pronto, entró en el cuarto su hijita pequeña, diciendo:
-Papá, siéntame un poco sobre tus rodillas.
-No, hijita, no puedo ahora; estoy muy ocupado, contestó el padre.
-Quisiera sentarme un momento en tus rodillas, súbeme, papá, dijo ella.
El padre no pudo negarse a una súplica tan tierna, y tomó a la niña; la subió a sus rodillas, y dijo:
-Hijita mía, ¿quieres mucho a papá?
-Sí que te quiero -contesta la niña-, te quiero mucho, papá.
-¿Cuánto me quieres, pues?, preguntó el padre.
La niña colocó sus manitas en las mejillas de su padre, y apretándolas suavemente, contestó con afecto:
-Te quiero con todo mi corazón y con mis dos manos.
Esta respuesta encerraba en pocas palabras, lo que debe entenderse por una dedicación completa, y dieron al predicador el ejemplo que buscaba.
A veces, no tenemos palabras para expresar cuánto es el amor que sentimos por alguien, pero podemos echar mano de la imaginación de un niño para expresar lo que sentimos.
Dios quiere que le amemos a Él con todo el corazón y con las dos manos…pero que también amemos a quienes nos rodean con todo el corazón y con las dos manos.
Génesis  24:18
Sírvase, mi señor le respondió.Y en seguida bajó el cántaro y, sosteniéndolo entre sus manos, le dio de beber.

Génesis 49:24
Mas su arco se mantuvo poderoso, Y los brazos de sus manos se fortalecieron. Por las manos del Fuerte de Jacob.
Éxodo 29:24
y lo pondrás todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Dios.

Imaginación y Creatividad en Tiempos de Crisis

Las crisis no son fáciles. De hecho, algunas nos pueden llegar a enloquecer. Sin embargo, viéndoles el lado positivo, las crisis pueden revelar lo mejor de nosotros. En tiempos de crisis es cuando demostramos realmente quiénes somos. Las crisis a algunas personas, en vez de menguarlos, lo que ha hecho es ponerles en funcionamiento su lado creativo e ingenioso y hacerlos brillar como el oro. Muchos han sacado entonces, sus obras más famosas y sus libros más leídos,  y otros lograron arrancar hacia adelante negocios innovadores.
Hay muchos ejemplos, historias de personas que se han quedado sin trabajo y cuando estuvieron a punto de rendirse, se les ocurrió una idea fabulosa; y de eso viven hasta el día de hoy. Inclusive han ayudado a otras personas a crecer.
Alguien dijo “que la necesidad era la madre de los inventos”. Una maestra relató hace algunos años a un grupo de estudiantes, una historia sobre algunas de las comidas que hoy día se hacen y que encontramos deliciosas, que las inventaron los africanos cuando los trajeron como esclavos. Ella dijo que los amos solo les dejaban comer las sobras a los esclavos, y de ahí nacen platos conocidos como el mofongo (plátano frito machacado en el pilón) y el mondongo (patitas de cerdo guisadas). 

Solo la mujer sabe los platos que tiene que inventar en su casa a la hora de preparar la comida cuando el dinero escasea. Solo una costurera sabe los remiendos e inventos que le hace a la ropa para poder reciclarla o que se vea diferente, cuando no hay dinero para poder ir a comprar ropa nueva a la tienda. O cuando no podemos ir al salón de belleza y hay que inventarse un nuevo corte o alguna cosa por el estilo. Y las cremas que han sido descubiertas cuando se utilizan los remedios caseros como alternativa.

Emprende tu propósito

Dios te formó con un objetivo. No eres producto de un "accidente". Puede que las circunstancias de tu concepción no fueran las ideales, pero tienes vida porque el Padre lo planeó y decidió, así que hay un propósito para tu existencia.
Nuestra memoria humana no recuerda cómo fuimos formados en el vientre ni cuándo recibimos nuestro llamado, pero nuestra memoria espiritual sí lo recuerda. Todos tenemos ese mensaje pero no lo buscamos en nuestro interior. Por eso hay una alarmante estadística que dice: "De cada 100 personas, solo 5 tienen una misión para su vida, las 95 restantes caminan sin misión y sin dirección, van donde los lleve la corriente, por lo que no encuentran su realización personal". Pero Dios quiere mostrarte Su propósito, quiere que veas dentro de ti y descubras la razón de tu nacimiento. Muchos preguntan por qué alguien muere pero nunca por qué nació, y todos tenemos una razón por la cual Dios nos regaló la vida.

La Palabra es enfática al decir Todo ayuda a bien si amamos a Dios, de acuerdo al propósito con el cual nos llamó (Romanos 8:28). Esto significa que cuando encuentras el propósito de Dios para tu vida, encuentras la dirección para tu futuro, y también la revelación de cómo lo pasado ayuda a tu porvenir.
Cada circunstancia que te ha rodeado influye en tu futuro y ayuda al cumplimiento del propósito en tu vida. Como el día de tu nacimiento, el tipo de familia con la que creciste, el colegio donde estudiaste, los amigos que tuviste desde pequeño, ¡incluso el barrio donde viviste y el nombre que te pusieron son producto de la voluntad de Dios, no de la casualidad! Claro que no todo parece bueno cuando sucede, pero Dios es poderoso para transformar incluso lo malo, incómodo y desagradable en algo provechoso para tu misión. Solamente poniendo tu mirada hacia adelante podrás encontrarle sentido a lo que dejaste atrás. Todo va encajando y tiene sentido al verlo a través de los ojos de Dios.
Nuestro Padre te formó, te regaló dones y talentos para cumplir un llamado. Cada talento está asociado a lo que Dios quiere que cumplas. Cuando descubres para qué eres bueno, descubrirás para qué te hizo Dios. Identificar lo que nos apasiona también es una buena forma de descubrir tu llamado. Todo lo que te gusta realizar está ligado a lo que Dios quiere que hagas.
Otra forma de descubrir la misión que Dios tiene para ti es recordar qué soñabas ser y hacer cuando eras niño. Todos tuvimos sueños que incluían el deseo de bendecir a otros. Soñábamos con ser bomberos, policías o médicos. Yo soñaba con hacer algo para cambiar mi país. No dejes que el tiempo ahogue tus sueños, recuérdalos para descubrir tu propósito en la tierra.
Otro indicio que te ayuda a encontrar tu misión es pensar en qué te gustaría que dijeran sobre ti en tu funeral. Piensa un momento, ¿te gustaría que te identificaran como un gran educador, empresario o padre?