lunes, 9 de octubre de 2017

El vacío en el corazón del ser humano

Génesis 1:2 La tierra era un caos totallas tinieblas cubrían el abismoy el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas.
Dios vino al ser humano y encontró en él una tierra en un total caos (su corazón), en desesperanza,  sin consuelo, abrumado por sus problemas; la oscuridad nublaba su vista y su entendimiento ocasionando en su vida un caos total. Pero había una esperanza para el ser humano. El Señor Espíritu Santo estaba sobre nosotros mirando nuestra situación y dijo Dios: es necesario llenar al hombre de amor, vamos a derramar sobre él nuestra misericordia para que logre alcanzar la salvación.
Juan 3:16 Amó tanto Dios al mundoque no paró hasta dar a su hijo unigénitoa fin de que todos los que creen en él no perezcansino que vivan vida eterna. 17 Pues no envió Dios su Hijo al mundo para condenar al mundosino para que por su medio el mundo se salve.
Hoy en día el ser humano anda buscando saciar su alma, encontrar la paz y el amor, pero no se recuerda que Jesús dijo: Venid a mí todos los que estéis cargados y cansados y yo os haré descansar. Mateo 11;28. Es una promesa de Jesús el hijo de Dios, enviado para poder alcanzar salvación y vida eterna, ya que por la misericordia de Dios y el amor hacia nosotros los seres humanos, preparó el plan perfecto de salvación y vida eterna, enviando a su hijo amado a tomar nuestro lugar, condicionado, eso sí, a que sea una decisión de cada uno el ser libre, feliz y vivir en paz con todos los que le rodean. Tú tienes libre albedrío, y solo tú puedes decidir recibir y aceptar a Jesús como tu único y suficiente salvador.
En el corazón del ser humano hay un vacío, un espacio que aún no ha podido llenar, y éste, con el afán de ser feliz, lo llena con muchas cosas perecederas, cosas mundanas que tienen caducidad; no así el gran amor y la misericordia de Dios, nuestro padre Celestial. El ser humano, en su afán de encontrar la verdadera felicidad, comete grandes errores, llena el vacío de su ser interior con licor, drogas, violencia, marihuana, mujeres fáciles (adulterio, fornicación), armas, malas compañías, actitudes deshonestas (extorsión, tráfico de drogas, niños, mujeres, etc.), ansias de poder (amasar riquezas) y muchas cosas más que un día desaparecerán; y aún así todo esto no lo llena, no lo satisface, no lo hace feliz porque todo esto es pasajero, y todo lo pasajero tiene un tiempo de vida y caduca, y ya no sirve para nada. Pero Jesús nos dejó la enseñanza de que Él era el todo, el complemento de todos, y el único que puede a la perfección llenar el vacío del corazón de los seres humanos.

Mi Amigo Harry

Se ha dicho que los ángeles están en todos lados. Son descritos como seres que vienen a ayudarnos, enseñarnos y protegernos en tiempos de peligro. Pueden ser del género masculino o femenino, jóvenes o viejos. Puede que nos hayamos topado con un ángel en nuestra vida.
Imagen relacionadaPara alguna gente que no conocía a Harry, él era solo un ciudadano más de la tercera edad. Para mí, él era un mentor, un consejero, un buen oidor, pero sobre todo, mi amigo. Harry siempre tenía tiempo para mí cuando lo llamaba por teléfono con algún problema de fontanería. Siempre solía decir: “¿Cómo estás muchacho?”
Siempre sería un muchacho para Harry, quien era lo suficientemente viejo para ser mi padre, pero yo lo veía más como el abuelo que nunca conocí. Era bondadoso, paciente y un buen oidor. Conversábamos a menudo de los buenos tiempos de antaño cuando él era un muchacho y cómo había visto las cosas cambiar.
A menudo hablaba de su abuela y su puesto de periódicos, además de los tiempos en que solía nadar en el Río Oriental, los lugares en los que había trabajado y cosas por el estilo.
Me traspasó mucho de su conocimiento sobre fontanería en nuestras frecuentes charlas, y me inspiraba a confiar en las cosas que había aprendido de él y en el empleo. Aún recuerdo cuando un cliente vino a la tienda en busca de ayuda. Comencé a alejarme sintiéndome inseguro de mí mismo, y Harry dijo: “Adelante, muchacho, tú puedes hacerlo, tienes que dejar el nido alguna vez y ahora es el momento”. Tenía razón.

Fe renovada

Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió (Hebreos 10:23).
Cuando nuestro hijo luchaba contra su adicción a la heroína, si me hubieran dicho que Dios usaría nuestra experiencia para alentar a otras familias con este tipo de lucha, me habría resultado difícil creerlo. Pero Dios tiene la forma de sacar cosas buenas de circunstancias difíciles, que no siempre es fácil de ver en el momento.
El apóstol Tomás tampoco esperaba que Dios sacara algo bueno del mayor desafío de su fe: la resurrección de Jesús. Él no estaba con los otros discípulos cuando Jesús apareció después de resucitar, y en su profunda angustia, insistió: —Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y meto mi mano en su costado, no creeré. (Juan 20:25). Pero después, cuando Jesús se les apareció a todos, del polvo de las dudas de Tomás el Espíritu de Dios le inspiró una sorprendente declaración de fe. Cuando Tomás exclamó: «¡Señor mío, y Dios mío!» (verso 28), captó la verdad de que Jesús era Dios en carne y estaba parado delante de él. Su valiente confesión de fe serviría de estímulo e inspiración para los creyentes de todas las generaciones.

Nuestro Dios puede inspirar una fe renovada en nuestros corazones, cuando menos lo esperamos. Podemos depender siempre de su fidelidad. ¡Nada es difícil para Él!
Señor, gracias porque tu amor supera nuestras dudas.
Dios puede transformar nuestras dudas en firmes declaraciones de fe.