En la historia de la humanidad existen personajes que dejan huella por sus acciones, positivas o negativas. Nelson Rolihlahla Mandela conocido cariñosamente como Mandiba, fue un líder nato que le dio un cambio rotundo a su país Sudáfrica y al mundo entero. Es un ejemplo, un estereotipo a seguir en la política, se le puede considerar como uno de los políticos y seres humanos más grandes que existieron.
Su legado fue extenso, pero lo más importante es el carisma y humildad que le caracterizaron. El haber estado preso durante veintisiete años y luego salir sin resentimientos ni remordimientos, le hicieron agenciarse el Premio Nobel de la Paz en 1993. Ese Nobel le costó maltratos anteriores en las cárceles en donde estuvo prisionero. Una de las anécdotas de Mandela es que en la prisión no le permitieron usar gafas para el sol, lo cual le afectó la vista de por vida. Empero, eso no le impidió iluminar al pueblo sudafricano hacia su liberación.
A pesar de todos los obstáculos, estudió la carrera de Derecho desde la prisión. ¡Qué mejor ejemplo de superación! Eso hizo que fuese modelo líder para la realización de películas. Quizá para los que no creen en política dirán que es otro político más que se aprovechó del pueblo. Eso es por el tipo de políticos que nos gobiernan en muchos países. Mandela fue diferente, su forma de gobernar hizo que se unieran blancos y negros; fue como el Abraham Lincoln moderno de Sudáfrica.