domingo, 1 de junio de 2014

El Ministerio es Un Tesoro

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”. 2 Corintios 4:7
Después de conocer a Cristo, uno de los deseos que surge con mucha fuerza en nuestro corazón es el de servir a Dios, y apasionadamente, empezamos a hacer cosas para Él. En este momento, es muy importante tener en cuenta ciertos fundamentos, como los que nos enseña versículo anterior.
Podemos considerar por lo menos, tres frases significativas aquí:
1. “este tesoro”: con estas palabras, el apóstol Pablo se refiere en su contexto, al ministerio, resaltando lo valioso y precioso que es. Por tanto, debe ser conservado con sumo cuidado, recordando que es una riqueza del cielo puesta en la tierra.
2. “vasijas de barro”: expresión con la que el apóstol se refiere a las personas que llevan  a cabo el ministerio, destacando su humanidad (debilidades, errores, fragilidad, etc), y su necesidad de depender de Aquel que les llamó, pues una vasija de barro no es fuerte por sí misma.
3. “la excelencia del poder sea de Dios y no de los hombres”: en esta frase Pablo destaca lo sobrenatural de los dones de Dios. El término excelencia significa aquí “grandeza extraordinaria”, la cual Dios deposita en sus hijos conforme a Su voluntad. Sin embargo, también Pablo por el Espíritu, nos enseña que esa excelencia es de Dios, para la gloria de Dios y no para los hombres. Por eso los siervos de Dios debemos tener en cuenta que somos vasijas de barro, y que el alfarero y dueño es el Señor.

¿Qué es el pecado original?

El término “pecado original” se refiere al pecado de Adán al comer del “árbol del conocimiento del bien y del mal” y a sus efectos sobre el resto de la raza humana a partir de entonces; particularmente, sus efectos en nuestra naturaleza y nuestra situación ante Dios, incluso antes de que tengamos edad suficiente para cometer pecados conscientemente. Hay tres corrientes principales que tratan sobre este efecto, y son las siguientes:

Pelagianismo: El pecado de Adán no tiene otro efecto sobre las almas de sus descendientes, que no sea el que su ejemplo pecaminoso influye en aquellos que lo siguen para pecar también. De acuerdo a esta opinión, el hombre tiene la habilidad de dejar de pecar, si simplemente elige hacerlo. 

Esta enseñanza es contraria a la cantidad de pasajes que indican que, el hombre es inevitablemente esclavizado por sus pecados, incluido el pecado original, (aparte de la intervención de Dios) y que sus buenas obras, aunque las tenga, no dejan de ser “muertas” o sin valor para merecer el favor de Dios (Efesios 2:1-2Mateo 15:18-19Romanos 7:23Hebreos 6:1;9:14).

Arminianismo: Los arminianos creen que el pecado de Adán, tuvo como consecuencia, que el resto de la humanidad heredara la propensión a pecar, comúnmente referida como la “naturaleza del pecado.” Esta naturaleza pecaminosa ocasiona que pequemos, del mismo modo que al gato su naturaleza le provoca “maullar”, y sucede naturalmente. De acuerdo a esta perspectiva, el hombre no puede dejar de pecar por él mismo, y es por lo que Dios concede una gracia universal a todos, que les permite dejar de hacerlo. Esta gracia es llamada gracia proveniente. Y de acuerdo a esta doctrina, no somos responsables por el pecado de Adán, sólo por los propios. 

Esta enseñanza es contraria al tiempo del verbo elegido en “por cuanto todos pecaron” de Romanos 5:12. De igual manera, ignora el hecho de que todos llevan el castigo por el pecado (la muerte), aunque no hayan pecado de manera similar a Adán (1 Corintios 15:22Romanos 5:14-15,18). Tampoco se encuentra en la Escritura la enseñanza de la gracia proveniente.

¿En quién has puesto tu confianza?

Siempre que tenemos una necesidad, buscamos la ayuda o la forma de salir de nuestra situación, pero cuando vemos que no encontramos la respuesta, la salida o la manera de superar lo que nos pasa, nos sentimos frustrados y entristecidos. La verdad es que, a veces y a pesar de que sabemos que contamos con la ayuda de Dios en todo momento, nos olvidamos y la buscamos por otra parte, y después sentimos decepción al no encontrarla.

en quien esta puesta tu confianzaPuedes poner tu confianza en ti, en tus amigos, en tu familia, y en muchas otras cosas, pero si te pones a pensar de donde provienen todas las cosas, incluso las personas, la única confianza real que vas a encontrar es Dios. Él es el Creador y fuente de donde proviene todo, y cuando te percatas de que le tienes a Él, comprendes que algunos pueden ayudarte, sí, pero sólo Él puede hacer lo que nadie, ni siquiera tú puedes hacer.
¿Quién puede ayudarte? Lo primero que debes saber es que NADIE tiene el poder de cambiar tu situación más que Dios. Habrá quien te brinde su ayuda, pero habrá cosas que no pueda hacer a tu favor, ya que todos podemos, pero nadie es perfecto, todos intentamos, pero todos fallamos en algún momento, en cambio Dios puede y tiene control absoluto sobre cualquier cosa que puedas necesitar.

El Amor y La Presión - Reflexiones

Llegar a casa y recibir el abrazo del hombre o la mujer que uno ama, reduce la presión arterial causada, por ejemplo, por una jornada laboral estresante, señalan los estudios.
La investigación realizada por la Universidad de Toronto y dada a conocer durante una reunión de la Asociación Estadounidense del Corazón, estudió a 216 hombres y mujeres a lo largo de un año.
Todos tenían entre 40 y 65 años, y habían estado viviendo en pareja durante los últimos seis meses. Al comienzo del estudio, se monitoreó la presión sanguínea de los participantes a lo largo de 24 horas, durante un día laboral.
También se estudió el nivel de estrés que cada uno afrontaba en su trabajo. Y a través de otra prueba, se evaluó la “cohesión marital” de los mismos.
El estudio encontró que aquellos que tenían trabajos exigentes, pero también tenían una adecuada relación conyugal, vieron decaer su nivel de tensión arterial. Mientras que aquellos con trabajos estresantes que no contaban con apoyo en casa, padecieron el esperado aumento de presión.
Los científicos a cargo del estudio, señalaron que estos resultados son significativos, en vista de que la presión sanguínea suele subir de forma natural con el paso de los años.

Dios se encarga de quien le sirve

Hageo 1
Los cristianos siempre consideramos que ya es hora de que Dios nos ayude, y hasta en algunas ocasiones nos atrevemos a preguntarle a Dios, por qué se demora en contestar a nuestras peticiones.
Lo que le agrada al ser humano es que le hablen de un Dios proveedor, de un Dios sanador. Esto nos lo sabemos hasta en hebreo, totalmente de memoria. Jehovah-Jireh–"Dios, mi Proveedor". Jehovah-Rapha–"Dios. mi Sanador".
Lo que nos conviene lo decimos en hebreo y de esta manera, nos sentimos más pueblo de Dios.
Hablar de recibir es muy agradable, el cristiano moderno lo que más detesta y sale corriendo por ello, es que le hablen del posible dinero, siente que le están manejando el bolsillo.
Para el cristiano moderno todo es bíblico y lo encuentra con una facilidad increíble, sea en el antiguo testamento o en el nuevo, pero lo único que, según él, no ve es la palabra "sembrar" en la obra del señor o la palabra "diezmar".
El pueblo de Dios vivía de los milagros de Jehová, pero cuando se trataba de arreglar la casa de Dios, era muy hábil para posponer esa obra, todavía no era la hora de arreglar el templo. Verso 2 “Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.”
El decir de mucha gente es que Dios no come, y tiene toda la razón, Dios no come, pero la obra de Dios aquí en la tierra, sí necesita recursos económicos para que pueda existir y funcionar.
Con este pretexto, nos preocupamos sólo de pedirle a Dios recursos para arreglar nuestra casa, mientras descuidamos o abandonamos la casa del señor. Verso 4 “¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?”