El ciudadano norteamericano, Michael Jordan, actualmente de 52 años de edad, está considerado como el mejor jugador de baloncesto de la historia de la NBA, además de ser nominado como el mejor atleta del siglo XX.

Se añade que tanto Michael Jordan como sus compañeros de equipo, entrenaban diariamente entre las 11 de la mañana y las 11 de la noche. Pero aparte de ello, Jordan y un pequeño grupo se encontraban antes de la práctica para entrenar extra. Dicho grupo se denominaba a sí mismo el “Club del desayuno”, debido a la hora temprana de prácticas. Todo ello fue esencial para la consecución de su exitosa carrera.
En nuestra vida diaria también necesitamos ser parte de una especie de club del desayuno que involucre esfuerzo, disciplina y perseverancia, como condiciones básicas para ganar excelencia en nuestro oficio, profesión, o actividad clave.
Igualmente en la vida espiritual es necesario que desarrollemos un entrenamiento continuo y sostenido, a través de la oración, el estudio de la Biblia, y ponerla en práctica donde estemos. Vendría a ser como ejercitarnos para aumentar nuestra musculatura espiritual, a fin de enfrentar con éxito los combates diarios con las trampas que pone el enemigo a nuestro paso.
NO TEMAS, PORQUE YO ESTOY CONTIGO; NO DESMAYES, PORQUE YO SOY TU DIOS QUE TE ESFUERZO; SIEMPRE TE AYUDARÉ, SIEMPRE TE SUSTENTARÉ CON LA DIESTRA DE MI JUSTICIA.
(Isaías 41:10)