jueves, 22 de enero de 2015

Lo Único que Quiero es Ser Feliz - Crecimiento personal-espiritual

“Cuando parece imposible, cuando parece que nada va a funcionar, generalmente estás a pocos milímetros de que suceda”. 
Ser feliz es una necesidad para la gente; muchos quieren disfrutar la vida pero no saben cómo hacerlo, les parece coherente y más fácil odiar la vida que amarla. No disfrutan las relaciones, las amistades, el trabajo, no disfrutan nada y llegan a preguntarse ¿por qué no puedo ser feliz? Y buscan respuestas en otros culpándolos de todas sus desgracias, culpan a los padres, a los maestros, a los amigos, al cónyuge, al jefe y a todo aquel que se les ocurra o se les atraviese en el camino Es fácil buscar culpables cuando no queremos cambiar y cuando simplemente, nos dejamos llevar por las circunstancias de la vida.
Pero ser feliz es algo que depende exclusivamente de mí y que crece a medida que me amo a mí mismo. No es que sea egoísta al pensar en mí mismo, no, se trata del principio espiritual “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No puedes pretender mostrar felicidad a otros si no eres feliz contigo mismo, si no te aceptas ni te soportas. Ser feliz no depende de los demás, es tu elección la que cambia el mundo.
La felicidad no es un sentimiento, es un modo de vida que se aprende viviendo en gratitud. Tu felicidad no está determinada por lo que digan o hagan otras personas, está determinada por lo que pienses acerca de ti mismo. ¿Qué piensas de ti? Quizá sea tiempo de cambiar esa imagen que tienes de ti porque no es lo que Dios diseñó para ti. Es tiempo de dejar de verte como una victima, tienes que comenzar a verte como protagonista.
¿Qué cosas necesitas cambiar para verte como protagonista? ¿Será tu comportamiento? ¿Tu actitud? ¿Tu manera de ver la vida?
Quizás no alcances a ver y necesitas la ayuda de un maestro que te ayude a ver aquellas cosas que no estás viendo, pero antes, piensa que el primer paso para ser feliz es tener paz con Dios. Él es el dador de la felicidad, y si estoy amándole a Él y me amo a mí mismo, es más fácil amar a los demás y disfrutar la vida.

La rama yemení de Al Qaeda asume la autoría del ataque de París - Actualidad

Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), se ha atribuido el miércoles 14.01, el atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, ocurrido días antes, en un vídeo colgado en YouTube. “Nos responsabilizamos de esta operación para vengar al mensajero de Dios”, manifiesta un portavoz de ese grupo radicado en Yemen, en referencia a las caricaturas de Mahoma publicadas en la revista. Es la primera reclamación formal del ataque terrorista perpetrado por los hermanos Kouachi una semana antes, y que dejó 12 muertos.
“Quien eligió el objetivo, trazó el plan y financió la operación fue el líder de la organización”, afirma Naser bin Ali Al Ansi, ideólogo y portavoz habitual de AQAP, en un vídeo titulado “Venganza por el Profeta: mensaje sobre la bendecida batalla de París”. Justo en ese momento de emisión, aparece en la pantalla que Al Ansi tiene a sus espaldas, la imagen de Nasir Al Wuhayshi, el cabecilla de AQPA. El portavoz añade que detrás del atentado está también. el mandato del líder de Al Qaeda, el egipcio Aymar al Zawahiri, y la voluntad de su fundador, Osama bin Laden. Desde que remplazó a éste en 2011, Al Zawahiri ha hecho llamamientos a los musulmanes en Occidente para que atenten utilizando cualquier medio a su alcance.
El Departamento de Estado de EE UU considera que el vídeo (de 11 minutos y 45 segundos, que fue retirado enseguida de YouTube) es auténtico, informa Joan Faus (portavoz). La grabación lleva el logotipo de Al Malahem, el brazo propagandístico de AQPA, al que Washington atribuye el origen del vídeo. Sin embargo, esto no significa que la filial de Al Qaeda fuera responsable del atentado contra la revista, ha afirmado otra portavoz, Marie Harf, quien no ha descartado que los autores de la matanza también pudieran haber sido “inspirados” por el Estado Islámico.
“La gestión con el responsable de la operación”, continúa Al Ansi en su alocución en árabe y con subtítulos en inglés, “fue hecha por el jeque Anwar al Awlaki, quien amenazó a Occidente tanto en vida como después de su martirio (en referencia a su muerte)”. A ese predicador estadounidense, de origen yemení, que se convirtió en una de las voces más conocidas de la yihad global, se le atribuyó en su día haber inspirado a Nidal Malik Hassan, el militar estadounidense que mató a 13 personas en Fort Hood en noviembre de 2009, o a Umar Abdulmutallab, el frustrado terrorista de los calzoncillos, que un mes después intentó hacer estallar un avión comercial estadounidense. Más difícil resulta ver cómo Al Awlaki, que murió en el ataque de un dron estadounidense en 2011, pudo haber gestionado el ataque contra Charlie Hebdo.

La señal de la cruz – ¿Cuál es su significado? ¿Deben los cristianos hacer la señal de la cruz?

La práctica de hacer la señal de la cruz es de gran relevancia en la Iglesia Católica Romana, pero también es practicada entre los ortodoxos. La historia de la señal de la cruz tiene su origen en un pasado tan lejano como Tertuliano, el padre de la iglesia primitiva que vivió entre los años 160 a 220 después de Cristo. Tertuliano escribió, “En todos nuestros viajes y movimientos, en todas nuestras salidas y llegadas, al ponernos nuestros zapatos, al tomar un baño, en la mesa, al prender nuestras velas, al acostarnos, al sentarnos, en cualquiera de las tareas en que nos ocupemos, marcamos nuestras frentes con el signo de la cruz.”
Originalmente, se trazaba una pequeña cruz en la frente con el pulgar o un dedo. Mientras que es difícil señalar exactamente, cuando se cambió el trazo de la pequeña cruz en la frente, a la moderna práctica de trazar una larga cruz desde la frente hasta el pecho y de hombro a hombro, lo que sí sabemos es que este cambio ocurrió alrededor del siglo XI d.C., cuando el Libro de Oración del Rey Enrique menciona una instrucción de “marcar con la santa cruz los cuatro lados del cuerpo.”
Los católicos encontraron la justificación para la señal de la cruz, primeramente en sus muchos años de tradición eclesiástica, y seguidamente en Éxodo 17:9-14 y Apocalipsis 7:3; 9:4; 14:1. Mientras que los pasajes hablan de una señal en la frente como protección del juicio de Dios, éstos deben ser interpretados según su contexto. A la luz de su contexto, no hay razón para creer que cualquiera de esos versos prescriba el ritual de la señal de la cruz.
En el siglo XVI, uno de los dogmas centrales de la Reforma Protestante fue la sola "scriptura", en la que se estipuló que cualquier práctica que no se ajustara a la Escritura fuera desechada. Pero luego, los reformadores ingleses creían que el hecho de usar la señal de la cruz debía de ser dejado a criterio de cada individuo, tal como fue escrito en el Libro de Oración del Rey Enrique VI “….el arrodillarse, santiguarse, juntar las manos, golpearse el pecho, y otros gestos, pueden ser usados, o dejados, según sirva a la devoción de cada hombre, sin culparle.” Aún así, los protestantes generalmente, veían esta señal como una tradición que carecía de bases en la Escritura, o inclusive podía servir como idolatría, y por esa razón fue abandonada por la mayoría.

El cristiano que sufre depresión - ¿Cómo salir de ella?

Mi alma está hastiada de males… Soy como hombre sin fuerza… he estado medroso. Salmo 88:3-4, 15
Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado. Salmo 119:50
Si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. 1 Juan 3:20
Inline image 1Sé que estoy predispuesto a la depresión. No siempre estoy deprimido, pero tengo bastante tendencia a estarlo, y por eso debo seguir un tratamiento. Formo parte de la gran multitud de gente deprimida. Cuando hablo de mi depresión con la gente, algunas personas se sienten agradecidas por oír algo de lo que experimento, porque ellas también tienen que enfrentarse al mismo problema.
Para mi bien, tomé conciencia de cómo me siento al acudir paulatinamente a la Palabra de Dios. Los pensamientos negativos que predominan en el agujero negro de la depresión pueden ser combatidos con la verdad divina. Mi mejor defensa es ponerme siempre en el contexto de la Escritura y dejar que Dios me hable.
Aprendí a no tomar al pie de la letra lo que mis sentimientos me decían. Está claro que es necesario ser consciente de nuestros sentimientos y estar atentos, porque éstos son variables y a menudo dependen de nuestro estado físico y de nuestras circunstancias. Personalmente me sentía condenado, poco amado y rechazado; pero este sufrimiento no se correspondía con la realidad. La verdad era que la relación de Dios conmigo era tan sólida y auténtica en mis peores momentos como cuando me sentía muy bien. El Señor me recordaba sin cesar, una verdad que mis sentimientos trataban de rechazar: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1).

Una experiencia verdadera con Dios

Mucha gente se pregunta qué es tener una verdadera experiencia con Dios, y la respuesta es más sencilla de lo que parece.
Antes de tener la oportunidad que Dios me está dando, de conocerlo como lo estoy conociendo, era simplemente, una persona con un título profesional con conocimientos y argumentos teóricos creados por los hombres; conocimientos y argumentos que no me edificaban como lo ha hecho la palabra de Dios; y con ello, no quiero decir que instruirse y prepararse sea malo, por supuesto que no, al contrario, es una estrategia para complementar nuestra formación y crecimiento personal.
Sin embargo, cuando nuestra mente se empieza a llenar de información, podemos correr el riesgo de anteponerla al conocimiento de Dios, nuestro ego se puede inflar y podemos empezar a creernos sabios e inteligentes por el mero hecho de “saber mucho”. Puede que nuestro corazón se llene de orgullo y altivez y hasta se nos puede olvidar que todo lo que sabemos nos es dado por la Gracia de Dios y no por nuestros propios esfuerzos. ¡Ay de los que se consideran sabios, de los que se creen inteligentes! Isaías 5:21 (Nueva Versión Internacional).
Empecé a tener una verdadera experiencia con Dios, y fue cuando comprendí la diferencia entre saber de Dios y experimentar a Dios. Tal como era yo, muchas personas dicen tener a Dios en su vida, dicen creer en Él y en su Hijo Amado Jesús; pueden incluso, saberse de memoria las escrituras, pero también puede que éstas no hayan hecho ningún efecto de transformación en sus vidas, y ahí es donde radica la diferencia. Podemos saber mucho de Dios, pero mientras su palabra no se active en nuestras vidas cambiando todo aquello que hay que cambiar, sacando lo que no pertenece a Él y sobre todo, aplicando sus mandamientos para que tengan un efecto renovador en nuestras vidas, podemos seguir diciendo que “sabemos de Dios” pero no podemos decir “que lo experimentamos”.