domingo, 16 de febrero de 2014

La llave maestra - Ánimo en mensaje

Cuando estamos enamorados(as), ¿qué hacemos normalmente? Además de bonitos regalos también emitimos palabras muy cariñosas y tiernas, entre las que se encuentran las de reconocimiento, agradecimiento y admiración. Si es un buen amor el que tenemos, desde luego que vamos a decir esas palabras.
El reconocimiento, agradecimiento y admiración son muy importantes, y por eso hay que hacérselos saber a la persona amada. Pero ¿qué hay de nuestro Padre Celestial? Él nos ama, y tanto a usted como a todos nos ha dado más tiempo de vida.

¿ESTAMOS AGRADECIDOS?, ¿RECONOCEMOS SU EXISTENCIA, FIDELIDAD?, ¿ADMIRAMOS SU GRANDEZA?

llave maestraEl tema se llama LA LLAVE MAESTRA. Sí, así es, la llave maestra. Primero veamos, ¿qué significa esto? La llave maestra es aquella llave que abre más de una puerta; tiene la característica de tener esa propiedad que no todas las llaves tienen.
Dios, queridos amigos, hermanos, es esa llave maestra que puede abrir cualquier puerta para nosotros. Dios es esa hermosa llave maestra, que al usarla puede abrir aquella puerta que estamos deseando que se abra.
Pero a veces, y después de que Dios nos cumple algún deseo de nuestro corazón, que por cierto Él puso en ese corazón, tendemos a olvidarnos de nuestro Padre, cuando debería ser todo lo contrario.
Decirle GRACIAS no sólo es un gesto de cortesía, sino también de RECONOCIMIENTO del gran amor que tiene con nosotros.
A Dios siempre le agradó, y es más, su corazón se conmueve cuando sus pequeños, nosotros, reconocemos, agradecemos y decimos que le amamos. El amor no se fuerza y por eso Él espera como un caballero. No nos va a obligar a amarle pero sí puede inducirnos a que nos enamoremos de Él. Y eso es lo que hace día a día cuando abrimos los dos ojos que tenemos, o cuando tenemos ese trabajito; lo que sea que tengamos hoy es gracias a Dios.

Lo sobrenatural de la depresión

La palabra “depresión” viene del latín "depressio", que significa opresión, abatimiento o apocamiento; dentro de la patología, es un trastorno del estado de ánimo que puede ser transitorio o permanente. Según estudios científicos, en el origen de la depresión influyen factores genéticos y psicosociales; sin embargo, su etiología no ha sido totalmente definida.
En la actualidad es muy común esta enfermedad, y a día de hoy, para un profesional del área mental es relativamente fácil diagnosticar dicha problemática, pues si miramos las estadísticas, los casos de pacientes con depresión aumentan cada día más; esto es debido principalmente a la situación económica, política y social de las naciones, añadiendo a esto las disfunciones que se viven en el interior de las familias, en donde la mayoría de los padres están ausentes, y los hijos, en el peor de los casos, están siendo formados por terceras personas, por lo que viven en lo que se conoce como la selva de cemento: “la calle”.
Causa tristeza el hecho de que una persona, debido a una determinada problemática que le desencadena una crisis emocional, -una situación normal que toda persona en cualquier momento de la vida puede atravesar-, sea inmediatamente etiquetada como “depresiva” una vez consulta al profesional de salud. Y lo más triste es que las personas permiten que esa etiqueta se quede como sello en su vida, como una marca que el paciente no pretende borrar; claro, en algunos casos es más fácil adherirse a este cuadro depresivo, pues es una forma de justificar los errores que se cometen y de argumentar el estancamiento al que, por lo general, se ven sometidas esas personas, cuando pierden el sentido de la responsabilidad que tienen como seres existenciales.

Son muchos los casos en los que las personas atribuyen como causa de su depresión, al hecho de que no trabajan, de que no asumen sus responsabilidades y los roles que les corresponde, de que pierdan la esperanza y dejen de soñar...; asumen una condición de discapacidad que sólo existe en sus mentes. En otros casos están pretendiendo continuamente que las personas se sometan a su estilo de vida, maltratan y manipulan a aquellos que más aman, y no se dan cuenta que con su actitud, lo único que hacen es desencadenar y perpetuar en el hogar esta problemática, que no en todos los casos es una enfermedad, sino un estilo de vida conformista y anulador, una maldición. Es como si, una vez que se colocaran la etiqueta, también trazaran una línea que dice “prohibido continuar”, límite que impide que las personas prosigan con sus metas y con su vida. Entonces su propósito cambia, se dedican a amargar sus propias vidas y se creen con derecho a amargar la vida de las personas que se encuentran alrededor.

No se trata de quitar mérito a la labor de los profesionales de la salud y mucho menos desmentir la problemática de la depresión; sin embargo, sí es importante encontrar la diferencia que existe entre estar enfermo y etiquetarse con una enfermedad o una situación; además, es necesario encontrar soluciones efectivas que eliminen, por completo, este estilo de vida que muchos a día de hoy están asumiendo; que más que un estilo de vida, es una fortaleza que Satanás ha establecido en la sociedad, para evitar que las personas logren sus metas y especialmente la libertad de sus opresiones. Sólo Dios nos puede dar la revelación y la libertad que tanto necesitamos. No permitas, entonces, que haya lugar a razonamientos en este susodicho caso, porque de lo contrario, no comprenderás lo siguiente: "la razón es estorbo para la fe y para el poder sobrenatural de Dios". 

“El que no es espiritual no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son tonterías. Y tampoco las puede entender, porque son cosas que tienen que juzgarse espiritualmente”. 1 Corintios 2:14 (Dios Habla Hoy).

No te Preocupes - Reflexiones

Cuando nada marcha de acuerdo a lo esperado y la preocupación es quien reina; cuando el quebranto de lágrimas inunda nuestros ojos y todo parece ser inútil,...
...sólo una cosa puede ahuyentar las lágrimas que queman y ciegan; alguien que suavemente te eche el brazo por encima y te susurre: "No te preocupes."
Nadie ha logrado descifrar por qué esas palabras traen tanto consuelo, o por qué tal susurro hace que nuestras preocupaciones se despejen al instante.
Sin embargo, cuando los problemas nos dan la bienvenida, podemos olvidarnos de ellos y dejarlos atrás, cuando alguien suavemente nos eche el brazo por encima y nos susurre: "No te preocupes".
El amor que procede de tan suave caricia debe ser amor verdadero.
Podría ser que un abrazo así no traiga consuelo a tu corazón, pero si el amor es el móvil, dulce consuelo encontrarás cuando alguien suavemente te eche el brazo por encima y susurre: ¡No te preocupes!
Este poema refleja el consuelo que sólo se experimenta a través de un toque amoroso. Demuestra el amor que sientes por tus hijos en lo que dices y haces. Ese amor será devuelto a ti multiplicado.
Muchos de los que han estado enamorados toda una vida, nos dicen menos sobre el tema que el niño que perdió a su mascota.
1 Juan 3:11
Que nos amemos unos a otros.

Las etapas del conocimiento de Dios

“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él”.
1 Juan 2:3-4
Este es un tema muy interesante, pues seguro que todos tenemos en nuestro corazón el anhelo de conocer cada día mejor a Dios, de relacionarnos mejor con Él y de acercarnos más, para estar seguros de que escucha nuestras oraciones, recibir con agrado el cumplimiento de sus promesas y ver realizados los deseos de nuestro corazón; y para poder explicar de una manera sencilla este tema, vamos a tomar como ejemplo las etapas del noviazgo.
Existe una primera fase, previa al conocimiento del novio, novia, y es algo que todos conocemos; es algo que flota en el ambiente y que no se puede definir, está en la atmósfera y brilla en nuestro rostro como una luz; hay atracción, hay curiosidad, nos sentimos felices, nos agrada esa persona, queremos saber todo de ella y nos vamos acercando poco a poco para obtener más información, como su nombre, su familia, su historia, sus gustos, educación, cultura, etc. Si esta introducción de un personaje nuevo en nuestra vida, resulta positiva y es mutuo el interés, es el inicio de una linda e indefinida relación que va a afectar a nuestra vida y al futuro de nuestra familia.
La vida espiritual es igual; antes de conocer a Jesús con frecuencia pensaba en Él; algunas veces venían pensamientos acerca de Él a mi mente, otras conocía Su palabra y sentía atracción por Su persona y personalidad aunque andaba en otros caminos; hasta que un día, de pronto y sin saber cómo, todos mis pensamientos y mi ser estaban centrados en Jesús El Cristo, sin que yo lo pidiera exactamente. Ese mismo día conocí al Mesías y Su amor, y al día siguiente ya había contactado con una amiga cristiana para que me hablara de Él. Estaba enamorada y comprometida con Él y con todo lo que tuviera que ver con Su persona; quise saber quién era, saber todo sobre el pueblo Judío (hasta ese momento completos extra-terrestres para mí), Su historia, su muerte, las razones de su sacrificio y su resurrección; obtenía información en la universidad acerca de personajes del Nuevo Testamento, y me identifiqué inmediatamente con el Apóstol Pablo, con Pedro, y con el Libro de Isaías que parecía haber sido escrito exclusivamente para mí, y en mi corazón ardía el deseo de algún día llegar a ser como ellos. Dios me hablaba y hasta me cambió mi nombre de pila.

Papá, tengo hambre

Pasaba del medio día, el olor a pan caliente invadía aquella calle, y un sol abrasador invitaba a tomar un refresco.
Ricardito no aguantó el olor apetitoso del pan y dijo:
El padre, Manuel, sin tener un céntimo en el bolsillo, habiendo caminado desde muy temprano buscando un trabajo, miró con ojos mareados al hijo y le pidió un poco más de paciencia…
Pero papá, ¡desde ayer no comemos nada, tengo mucha hambre, papá!
Avergonzado, triste y humillado en su corazón de padre, Manuel le pide al hijo esperar en la acera mientras entra en la panadería que estaba enfrente.
Al entrar se dirige a un hombre en el mostrador:
Señor, estoy con mi hijo de tan sólo 6 años en la puerta, con mucha hambre, y no tengo ni siquiera una moneda, pues salí temprano para buscar un empleo y nada encontré; le pido en el nombre de Jesús, que me dé un pan para que yo pueda matar el hambre de mi niño. A cambio puedo barrer el piso de su establecimiento, lavar los platos y vasos, u otro servicio que usted necesite.
A Amaro, el dueño de la panadería, le extraña que aquel hombre de semblante tranquilo y sufrido, pida comida a cambio de trabajo y le dice que llame al niño…
Manuel toma a su hijo de la mano y se lo presenta a Amaro, que inmediatamente pide que los dos se sienten junto al mostrador, y le pide a su esposa que les sirva dos platos de comida del famoso PLATO DEL DIA: ARROZ, HABAS, CARNE MOLIDA Y HUEVO.
Para Ricardito era un sueño comer después de tantas horas en la calle.
Pero para Manuel un dolor más, ya que comer aquella comida maravillosa le hacía recordar a su esposa y a sus dos hijos, que quedaron en casa solamente con un puñado de arroz… Gruesas lágrimas bajaban de sus ojos ya desde el primer bocado.