Muchos consideran que la fe que nos relaciona con Dios y que nos permite recibir de Él todas las cosas buenas que tiene para darnos, es un don o regalo de Dios; y esto, basado en Efesios 2:8, donde la Palabra de Dios nos dice:
“…Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe…”
Muchos ministros se equivocan al explicar este versículo, y dicen que cuando Pablo escribe sobre el don se refiere a la fe. Pero analizando el versículo, el tema central del mismo no es la fe; sino la salvación.
Muchos ministros se equivocan al explicar este versículo, y dicen que cuando Pablo escribe sobre el don se refiere a la fe. Pero analizando el versículo, el tema central del mismo no es la fe; sino la salvación.
Lo que este verso nos dice es lo siguiente:
1. Que la Gracia de Dios es la fuente en donde se origina nuestra salvación. Es decir: el amor o favor inmerecido de Dios es la virtud divina de donde proviene el don o regalo de la salvación. La salvación es el regalo divino para toda la humanidad, y como todo regalo, es gratis.
2. Que la fe, es el medio por el cual los hombres, recibimos el regalo de la salvación, y no algún otro tipo de mérito nuestro. Por eso Pablo recalca: “…y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
La fe es nuestra respuesta a la gracia de Dios, manifestada en salvación por medio del evangelio, como lo declara el Apóstol Pablo, en Romanos 1:16
“…Porque no me averguenzo del evangelio, porque es poder de Dios a todo aquel que cree…”
El evangelio no es poder de Dios para salvación de todos, lo es solo para el que cree el mensaje de salvación que Dios nos da.