miércoles, 17 de diciembre de 2014

Viviendo en el Espíritu a lo largo del tiempo

Los encuentros con Dios nos traen bendición, pero no nos hacen inmunes a actitudes carnales que pueden traer mal testimonio y aflicción a la familia. “Dios bendijo a Noé y a sus hijos, y les dijo: Reprodúzcanse y multiplíquense: ¡llenen la tierra! Dios habló a Noé y a sus hijos con él.
Les dijo: Miren, yo establezco mi pacto con ustedes y con sus descendientes que les nazcan después. Dios también dijo: Ésta es la señal del pacto que yo establezco con ustedes, y con todo ser vivo que está con ustedes, por los siglos y para siempre: He puesto mi arco en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la tierra. Los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam (que es el padre de Canaán), y Jafet. Después Noé comenzó a labrar la tierra y plantó una viña, y bebió del vino, y se embriagó, y se quedó desnudo en medio de su tienda. Cuando Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, se lo dijo a sus dos hermanos, que estaban afuera. Al despertar Noé de su embriaguez, se enteró de lo que le había hecho su hijo más joven, y dijo: Maldito sea Canaán. Será siervo de siervos para sus hermanos” (‭Génesis‬ ‭9‬:‭1, 8-9, 12-13, 18, 20-22, 24-25‬ NTV).
El ser bendición implica mantener coherencia a lo largo de tiempo. Después de una experiencia tan sobrenatural, de ser testigo del poder de Dios y ser guardado sobrenaturalmente, en medio del diluvio, ¿que pasó con Noé? ¿Porqué la Biblia habla de su borrachera?
Después de haber obedecido a Dios, Noé, después de haber caminado por fe durante muchos años (120), después del diluvio, Dios honra su fe y obediencia con un pacto de bendición para él y para su descendencia. Sin embargo, en un tiempo de cosecha como aquel, Noé estaba borracho y desnudo en su casa. Su hijo menor lo ve y se lo comenta a sus hermanos. Cuando su papá se da cuenta, lo maldice y empieza una era de aflicción para la descendencia de Cam. 
La actitud de Cam es reprochable. Él no tenía excusa para andar descubriendo los errores de su papá. La Biblia dice que si tú lo viste, eres responsable de hablar con la persona y exhortarle, aunque sea tu papá, no hacerlo motivo de comentario y juicio (siempre será mas fácil el chisme y la murmuración). La reflexión es, ¿qué estamos haciendo como autoridades?, ¿qué generan nuestros comportamientos?: ¿certeza o desconcierto?
Después de tiempos de bendición no nos podemos descuidar, puesto que en las más grandes bendiciones, si no las vivimos en el Espíritu, podemos tropezar: “No se emborrachen con vino, lo cual lleva al desenfreno; más bien, llénense del Espíritu”. (‭Efesios‬ ‭5‬:‭18‬ RVC)

Mi Jesús, Mi Precioso Salvador

Te amo más que a un amigo,
te amo como nadie puede amar,
me dijo muy seguro de Sí mismo.
Su voz mi corazón hizo temblar.
Confusa, me aparté de su presencia,
pero Él su mano me ofreció,
me dijo la razón de mi existencia
y en un abrazo todo su amor me dio.
Lo conocí y decidí vivir con Él,
cambió mi vida y la llenó toda de luz.
Él es amor, Él es verdad, Él es amigo Fiel,
Él es real, su nombre es JESÚS.
ÉL ES DIVINO AMOR,
distinto a todo amor, inagotable,
es natural, incomparable,
amor tan puro solo Dios me pudo dar…
Gracias mi Dios, mi Señor,
mi Salvador, mi Jesús, mi Redentor,
llenas mi ser entero con tu amor,
eres el agua que sacia mi sed,
la luz que alumbra mi camino.
Cómo no amarte, cómo no adorarte,
cómo no servirte, cómo no serte fiel,
toda mi vida la entrego a ti
quiero menguar para que crezcas Tú en mí.

El Señor de nuestra vida

La palabra Señor no se debe usar casualmente. Cuando aparece en relación con Jesucristo, se refiere al Dios que es soberano sobre la vida y toda la creación, Aquél que gobierna la vida de otros para el bien de ellos.
Recuerdo que, estando hospitalizado hace algunos años, llegué a reconocer que estaba allí porque Cristo no era el Señor de mi vida. Si alguien hubiera estado observando mi vida en aquel tiempo, probablemente le parecería que yo estaba sirviendo a Dios con todo mi ser, pues estaba sobrecargado de proyectos y planes para la obra del reino. Pero ese era, en realidad, el problema. Cuando Dios me dijo que me detuviera, que redujera la velocidad, o que hiciera algo diferente a lo que ya tenía planeado, seguí adelante. Postrado en esa cama del hospital, estuve el tiempo suficiente para que el Señor me recordara que Él era el único que podía dirigir mi camino (Jeremías 10.23).
Usamos la palabra Señor en nuestras conversaciones y en nuestras oraciones, pero después olvidamos su significado cuando desafiamos su voluntad y su trabajo en nuestra vida. Eso sí, nuestra resistencia es, por lo general, sutil y particular. Por ejemplo, un creyente puede poner condiciones para obedecer, diciendo: “Haré lo que Dios me diga si . . .”, o “Quiero hacer lo que es correcto, pero . . .”
...Pero la pregunta del Señor Jesús a sus discípulos en Lucas 6.46, debieron haberla sentido como un puñal en el corazón: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” Si hacemos una súplica al Señor, también tenemos que estar listos para obedecerle sin pretextos. Al fin y al cabo, Él es quien nos gobierna para nuestro bien.

¿Deben los cristianos celebrar la Navidad?

La polémica de si los Cristianos deben o no celebrar la Navidad ha sido motivo de discusión durante siglos. Hay cristianos dedicados y sinceros a ambos lados del dilema, cada uno con múltiples razones del por qué sí o por qué no se debe celebrar la Navidad en los hogares cristianos. ¿Pero qué es lo que dice la Biblia? ¿Da la Biblia alguna instrucción clara, sobre si la Navidad es una festividad que deba ser celebrada por los Cristianos?

Primeramente, veamos las razones por las que algunos Cristianos no celebran la Navidad. 

- Una razón contra la celebración de la Navidad es que las tradiciones que rodean esta festividad tienen su origen en el paganismo. La búsqueda de información sobre este tema es difícil, porque los orígenes de muchas de nuestras tradiciones son tan oscuros que sus fuentes de información, a menudo, se contradicen entre ellas. Campanas, velas, muérdago y otras decoraciones se mencionan en la historia del culto pagano, pero el uso de éstas en el hogar, no indica explícitamente que sea retornar al paganismo. Está claro que hay raíces paganas en algunas tradiciones, pero hay muchas más asociadas con el verdadero significado de la Navidad: el nacimiento del Salvador del mundo en Belén. Campanas que tañen para anunciar las buenas nuevas, velas que se encienden para recordarnos que Cristo es la Luz del Mundo (Juan 1:4,9), una estrella que se coloca en la punta del árbol para conmemorar la estrella de Belén y regalos que se intercambian para recordarnos los obsequios de los reyes magos a Jesús, el regalo más grande de Dios a la humanidad.

- Otro argumento contra la Navidad, especialmente el del árbol de navidad, es que la Biblia prohíbe traer árboles a nuestros hogares para decorarlos, porque en este caso, la adoración y gloria no es al nacimiento de Jesús. Un capítulo ilustrativo es quizá
s, el de Jeremías 10:1-16, aunque este pasaje se refiere a cortar árboles, cincelar la madera para hacer un ídolo y después decorarlo con plata y oro con el propósito de inclinarse ante él y adorarlo (también Isaías 44:9-18). No trata de la Navidad, por lo tanto, este pasaje en Jeremía, no puede tomarse fuera de contexto y aplicarse como legitimo argumento contra los árboles de Navidad. Pero Deuteronomio 16:21 sí dice: "No plantarás bosques, ni árbol ninguno cerca del altar del Señor Dios tuyo". 

- Otro
s cristianos que prefieren ignorar la Navidad, indican el hecho de que la Biblia no proporciona ni siquiera aproximadamente, la fecha del nacimiento de Cristo. El 25 de diciembre puede no ser ni siquiera aproximado a la fecha real en que nació Jesús. En fin, existen un sinnúmero de argumentos en ambos lados, algunos refiriéndose al clima en Israel, las costumbres de los pastores en invierno y las fechas de los censos efectuadas por los romanos. Todos estos argumentos contienen cierto grado de conjetura, lo que nos trae nuevamente al hecho de que la Biblia no nos dice exactamente, cuando nació Cristo.

Este es el día que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él (Salmos 118:24)

el-dia-que-hizo-el-senorEn este día no estoy solo, estoy en la presencia de mi Dios. Las circunstancias de este momento no son mayores que mi Dios. Él conoce mis actitudes y las permite. Permitiré que Él me dirija y me controle. Sé que nada me debe desesperar como si Él no se preocupase, como si no le importase o no me pudiese ayudar. Debo caminar sabiendo que Él está a mi lado. Soy Su creación y Su nueva criatura. Soy de Él, para hacer lo que Él quiera que yo haga, bendecir o ser bendecido, estar completamente a Su disposición. El día pertenece a mi Señor y quiero pasar el día sirviéndolo. Debo dar todo cuanto tengo y soy para que, en este día, Él sea honrado y glorificado.
Este día es muy importante para mí. Yo no voy a lamentarme de nada, no voy a murmurar por los fallos ni por las dificultades, no voy a decir que no puedo o no consigo esto o aquello, no me dejaré abatir o entristecer. Yo confiaré en mi Señorglorificaré Su nombre en cualquier circunstancia, esperaré pacientemente por Sus respuestas, agradeceré por ellas sabiendo que serán siempre las mejores.