sábado, 5 de septiembre de 2015

Amor de siempre

“Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.” Isaías 43:4 RVR1960
amor de siempreHoy quiero recordarte algo que quizás con los afanes de la vida y con cosas vanas has olvidado: ERES DE GRAN ESTIMA PARA DIOS. Él siempre ha estado dispuesto a entregarlo todo por ti, a no abandonarte nunca aunque a veces no merezcas que ÉL permanezca a tu lado; por más que le falles, dice su palabra que sus misericordias son nuevas cada mañana. El Señor nos ama tanto que entregó su vida por nosotros, no escatimó nada porque nos ama con todo su ser que es inmenso, su amor no tiene comparación.
“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.”  1 Pedro 2:9 (Nueva Versión Internacional).
No eres uno más en este mundo, eres del linaje de DIOS, le perteneces a Él. Pero no como una posesión más sino como su nación santa, como su especial tesoro, como su hijo. No te dejes amedrentar ni menospreciar por las personas que están a tu alrededor ni por lo que el enemigo quiere hacerte creer, pues es hora de que te convenzas de quién eres en Cristo Jesús y de para qué te escogió y te llamó. Levántate y coge lo que te pertenece, lo que DIOS ha dicho y te ha prometido.

Acurrúcate en Jesús

Los abuelos de Graciela le enseñaron que hay más dicha en dar que en recibir. Un año antes que llegara Navidad, el abuelo de Graciela fabricó un nacimiento de tamaño natural para la plaza del pueblo.
Toda la familia, incluso Graciela de cinco años de edad, trabajó con gran esmero colocando las figuras en el lugar adecuado para disfrute de todos.
refle acurrucate23 dCuando llegó la mañana de Navidad, Graciela recibió el regalo que más había deseado: un patinete en forma de reno con un crin de verdad. Graciela estaba encantada.
Después de las festividades de Navidad, un día, temprano por la mañana, todo el mundo se dispuso a pasar tranquilamente esa jornada. Sin embargo, pronto la familia despertó a los gritos de la abuela de Graciela.
Había descubierto que la niña estaba perdida. El sol ya comenzaba a ponerse mientras los familiares y vecinos buscaban con diligencia a la pequeña.
Al final, un vecino aliviado, exclamó: ¡Venga rápido, señora Inés! ¡Encontramos a Graciela en la plaza!
La familia corrió y encontró a Graciela dormida, acurrucada en el pesebre y abrazada al bebé Jesús. Su nuevo patinete en forma de reno, se hallaba junto a los camellos.
Su familia la despertó con suavidad, la abrazó con fuerza y le preguntó por qué se escapó.
-Yo le pedí a Papá Noel que le dijera a Jesús que si recibía de regalo un patinete en forma de reno, yo se lo daría a Él para que jugara. Así que lo hice. Y me imagino que me cansé un poco.

El juicio de los vivos

Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Apocalipsis 3:3.
En el tiempo señalado para el juicio, empezó la obra de investigación y el acto de borrar los pecados. Todos los que hayan profesado el nombre de Cristo deben pasar por ese riguroso examen. Tanto los vivos como los muertos deberán ser juzgados, “de acuerdo con las cosas escritas en los libros, según sus obras”.

El juez dijo: “Todos serán justificados por su fe y juzgados por sus obras”.

Los pecados que no hayan inspirado arrepentimiento y que no hayan sido abandonados, no serán perdonados ni borrados de los libros de memoria, sino que permanecerán como testimonio contra el pecador en el día de Dios.
Empeñada lucha espera a todos los que quieran subyugar las malas inclinaciones que, a su vez, tratan de dominarlos. La obra de preparación es una obra individual. No somos salvados en grupos. La pureza y la devoción de uno no suplirá la falta de estas cualidades en otro. Si bien todas las naciones deben pasar ante el juicio de Dios, sin embargo Él examinará el caso de cada individuo de un modo tan rígido y minucioso como si no hubiese otro ser en la tierra. Cada cual tiene que ser probado y encontrado sin mancha, ni arruga ni cosa semejante.

El juicio se lleva ahora adelante en el santuario celestial. Esta obra se viene realizando desde hace muchos años. Pronto, nadie sabe cuándo, les tocará ser juzgados a los vivos. En la augusta presencia de Dios nuestras vidas deben ser pasadas a revista. En éste, más que en cualquier otro tiempo, conviene que toda alma preste atención a la amonestación del Señor: “Velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo”. “Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré a ti”. Marcos 13:33; Apocalipsis 3:3.66


Las 4 leyes espirituales

"Así como hay leyes que rigen el Universo, también hay leyes espirituales que rigen nuestra relación con Dios."

PRIMERA LEY
Dios te AMA, y tiene un PLAN MARAVILLOSO para tu vida.
(Los textos de las Sagradas Escrituras, a ser posible, deben leerse directamente de la Biblia.)
El amor de Dios
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16)
El propósito de Dios
(Cristo afirma) "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Una vida completa y con propósito). (Juan 10:10)
Pero, ¿por qué la mayoría de personas no experimentan la vida en abundancia?


Porque,
SEGUNDA LEY
El hombre es PECADOR y está SEPARADO de Dios; por lo tanto, no puede conocer ni experimentar el amor ni el plan de Dios para su vida.
El hombre es pecador
"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios." (Romanos 3:23)
El hombre fue creado para tener una relación perfecta con Dios, pero debido a su egocentrismo y desobediencia, escogió su propio camino y la relación con Dios se interrumpió. Este acto de voluntad propia que se manifiesta por una actitud de rebelión activa o indiferencia pasiva, es una evidencia de lo que la Biblia llama pecado.
Está separado
"Porque la paga del pecado es la muerte" (separación espiritual de Dios) (Romanos 6:23)

Dios es santo y el hombre pecador. Un gran abismo les separa. El hombre trata continuamente de encontrar a Dios y la vida abundante mediante su propio esfuerzo,"no haciendo mal a nadie", con una vida recta, con filosofías, etc., pero todas sus tentativas son en vano.
La Tercera Ley nos da la única solución a este problema.....


TERCERA LEY
Jesucristo es la ÚNICA provisión (solución) de Dios para el pecador. Sólo por Él, puedes conocer el amor y el propósito de Dios para tu vida.
Él Murió en Lugar Nuestro 
"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8).
Él Resucitó
"Cristo murió por nuestros pecados... Fue sepultado..., Resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;... Y se apareció a Cefas... Y después a los doce... Después se apareció a más de quinientos." (1a Corintios 15:3-6).
Él es el Único Camino
"Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).

Dios ha salvado el abismo que nos mantenía separados de Él, al enviar a Su Hijo, Jesucristo, para que muriera en la cruz en nuestro lugar.

No es suficiente conocer estas tres leyes.


CUARTA LEY
Debemos RECIBIR a Jesucristo como Señor y Salvador mediante una invitación personal; entonces podremos conocer y experimentar el amor y el propósito de Dios para nuestras vidas.
Debemos Recibir a Cristo
"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios." (Juan 1:12)
Recibimos a Cristo Por Fe
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2:8-9)
Recibimos a Cristo Mediante Una Invitación Personal:
(Cristo afirma) "He aquí yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en él" (Apocalipsis 3:20). El recibir a Cristo implica volvernos a Dios (arrepentimiento) confiando que Cristo viene a nuestras vidas, perdona nuestros pecados y hace de nosotros la persona que quiere que seamos. No es suficiente dar un asentimiento intelectual a sus pretensiones ni aún tener una experiencia emocional.


Estos dos círculos representan dos clases de vidas:


¿Cuál de estos dos círculos representa tu vida?
¿Cuál te gustaría que representara tu vida?

¿Tienes alguna razón por la cual no deseas recibir a Cristo ahora?


A continuación se explica cómo puedes recibir a Cristo:
PUEDES RECIBIR A CRISTO AHORA MISMO MEDIANTE LA FE EXPRESADA EN UNA ORACIÓN
(La oración es hablar con Dios)
Dios conoce tu corazón y no tiene tanto interés en tus palabras, sino más bien en la actitud de tu corazón. Como guía ahí te va la siguiente oración:
"Señor Jesucristo, te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonar mis pecados. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que quieres que sea."
¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?
Si lo expresa, ahora mismo ora y Cristo vendrá a tu vida como Él lo ha prometido.


Cómo Estar Seguro De Que Cristo Mora en tu Vida:
¿Invitaste a Cristo a entrar en tu vida? Según su promesa, contenida en Apocalipsis 3:20, ¿dónde está Cristo ahora en relación contigo? Cristo dijo que entraría en tu vida. ¿Te engañaría? ¿Sobre qué autoridad te basas para saber que Dios ha contestado tu oración?... En la fidelidad de Dios y su Palabra.
La Biblia Promete Vida Eterna a Todos Los Que Reciben a Cristo
"Y éste es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, (1. Juan 5:11-13).
Da frecuentemente gracias a Dios porque Cristo ya está en tu vida y porque Él nunca te dejará (Hebreos 13:5) Puedes saber que Cristo está viviendo dentro de ti y que tienes vida eterna, desde el momento en que le invitaste, basándote en Su promesa. El no te engañará.
¿Qué pasa con los sentimientos?

El Espejo de Nuestro Corazón

Si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Santiago 1:23-24.
Tu palabra es verdad. Juan 17:17.
Un espejo es una superficie que refleja y devuelve los rayos luminosos de tal manera que en él podemos ver nuestra propia imagen.
Entre otros objetos, la Palabra de Dios es comparada con: una lámpara, una espada de dos filos, un martillo que quebranta la piedra… También es un espejo que refleja nuestra imagen moral sin deformarla. Por medio de la Palabra sabemos como somos, pues ella “discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”, por ejemplo, el egoísmo, la soberbia, la mentira, la impureza… “Todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Hebreos 4:13).
Al leerla, debemos reconocer que el perfil que hace de nosotros es verdadero. ¿Cuál es, pues, el resultado observado? ¿Cuál es la apreciación divina, que es la única valedera? “No hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
¿Debemos quedarnos con esto? No, la Escritura también nos lleva a conocer lo que Dios hizo para liberarnos de la condena que nos esperaba: “Jesús, Señor nuestro… fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación” (Romanos 4:25), es decir, fue entregado para expiar nuestras faltas, y resucitado para que podamos ser declarados justos.