domingo, 22 de abril de 2012

El árbol de manzanas- Reflexiones


Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas.
Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope y él le daba sombra. Él amaba al árbol y el árbol amaba al niño. Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.
Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste: “¿Vienes a jugar conmigo?” pero el muchacho contestó “Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos”.
“Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero… Te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas. De esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes”. El muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz. Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste.
Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó: “¿Vienes a jugar conmigo?” “No tengo tiempo para jugar. Debo trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos. ¿Puedes ayudarme?”… ” Lo siento, pero no tengo una casa, pero…tú puedes cortar mis ramas y construir tu casa”. El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y solitario.
Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. ¿Vienes a jugar conmigo? le preguntó el árbol. El hombre contestó “Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?”. El árbol contestó: “Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz”. El hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo.
Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: “Lo siento mucho, pero ya no tenga nada que darte ni siquiera manzanas”. El hombre replicó “No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar…Ahora ya estoy viejo”. Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo, “Realmente no puedo darte nada…. la única cosa que me queda son mis raíces muertas”. Y el hombre contestó: “Yo no necesito mucho ahora, sólo un lugar para descansar. Estoy tan cansado después de tantos años”. “Bueno, las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven siéntate conmigo y descansa”.
El hombre se sentó junto al árbol y éste feliz y contento sonrió con lágrimas.
Esta puede ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres. Cuando somos niños, los amamos y jugamos con papá y mamá… Cuando crecemos los dejamos …..sólo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas… No importa lo que sea, ellos siempre están allí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices.
Tú puedes pensar que el muchacho es cruel contra el árbol, pero es así como nosotros tratamos a nuestros padres… Valoremos a nuestros padres mientras los tengamos a nuestro lado y si ya no están, que la llama de su amor viva por siempre en tu corazón y su recuerdo te dé fuerza cuando estás cansado…

Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios. Levítico 19:3
Ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Mateo 15:6

Junto a tus pies – vídeo de Danilo Montero


Junto a tus pies quiero posar,
por tu amor dejarme llevar
Junto a tus pies no se articular,
ninguna voz tiene lugar.
Junto al Maestro, me quiero sentar
decirle le amo, en oración.
Tocar tu manto Señor,
Lavar los pies de mi Dios,
Saber que mi corona
es estar junto a Tí.
Junto a tus pies.
me envuelve tu paz
cuerdas de amor,
capturan mi ser
Junto a tus pies,
Tu voz atraviesa
mi alma y mi ser
que tanto te anhela
Junto al Maestro, me quiero sentar
Decirle le amo, en oración.
Tocar tu manto Señor,
Lavar los pies de mi Dios
Saber que mi corona
Es estar junto a Tí.

¿Qué tienen en común Marcos Witt, John C. Maxwell, Tiger Woods y Bill Gates?


“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”
Lo que ellos tienen en común es que son buenos, excelentes en lo que hacen. No escatiman en desarrollarse como personas, ellos no se encuentran cómodos, mantienen siempre un deseo de mejorar,  ellos son valientes, creativos, visionarios, siempre buscando resultados extraordinarios. Ellos están brillando porque usan sus talentos.
¿Se considera usted una persona talentosa? ¿Valiente? ¿Tiene usted características de genio? ¿Está fortaleciendo sus talentos y dones?
Ser “talentoso” a menudo se pone en la misma categoría que ser un genio, y muchos piensan que es un don especial reservado sólo para unos pocos. Eso es un mito, porque la verdad es que cada uno de nosotros está dotado de talentos, a la espera de su utilización y multiplicación en un tiempo de vida.
“Un talentoso es alguien que no tiene miedo de usar sus talentos y los multiplica” 
En la biblia hay una parábola en Mateo 25:14-30 que es conocida como la parábola de los Talentos de Jesús. Su particularidad se relaciona con la forma en que debemos utilizar el regalo de la gracia de Dios. Es una manifestación directa a aquellos que ven una contradicción entre el éxito y la conducción de una vida cristiana.
Un hombre rico que emprendía un largo viaje reunió a sus tres sirvientes. Les informó que cuidarían de su propiedad durante su ausencia. El amo detenidamente juzgó las habilidades naturales de cada sirviente. Le dio cinco talentos a un criado, dos a otro y uno al tercero, a cada quién según su habilidad. Luego el señor partió en su viaje.
Los sirvientes se enfrentaron al abierto mundo de la vida. El que había recibido cinco talentos hizo negocios y ganó otros cinco. El criado que recibió dos, ganó dos más. Pero el sirviente que había recibido uno escondió la propiedad de su amo dentro de un hoyo en el suelo.
El señor regresó y les pidió cuentas. El sirviente que había recibido los cinco talentos se adelantó diciendo: “¡Señor, me confiaste cinco talentos; mira, aquí tienes otros cinco que he ganado!”
“¡Bien, criado bueno y fiel!,” respondió el amo, “Has sido fiel en lo poco, te confiaré lo mucho. ¡Entra en el gozo de tu Señor!”
Entonces el criado que había recibido dos talentos se acercó al amo. “¡Mi Señor,” le dijo, “tú me confiaste dos talentos, mira, he ganado otros dos!” El amo halagó al sirviente en forma similar.
Entonces el que había recibido un talento se acercó. “Señor, sé que eres duro, que cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Tuve miedo, fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.”
La respuesta del amo fue pronta y severa: “¡Siervo malo y holgazán! Sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido. Debiste, por tanto, entregar mi dinero a los banqueros para que, al volver yo, retirase lo mío con intereses.
El destacado académico John R. Donovan, S.J., dice que, entonces, un talento era el equivalente al sueldo de un obrero ordinario durante quince años. Podemos entender que la cantidad dada a cada sirviente fue considerable. Todo lo que usted tiene en su vida es considerable, de mucho valor ¿Lo ha descubierto?
La mayoría sabemos que los talentos son todos los diversos dones que Dios nos ha dado para nuestro uso y nuestro disfrute con propósito. Esto comprende los dones naturales, espirituales y materiales. Incluye nuestras habilidades y otros recursos, como salud, educación, posesiones, dinero y oportunidades. Todo lo que tenemos es de Dios y Él espera es que ganemos, que brillemos en este mundo con todo lo que Él nos ha dado, que no tengamos miedo.
Una de las lecciones más simples de esta parábola es que no es inmoral derivar ganancias de nuestros talentos, recursos y trabajo. La alternativa a la ganancia es la pérdida, y seguramente la pérdida de riqueza, especialmente cuando se debe a una falta de iniciativa, no constituye una buena mayordomía. Dios espera que usted sea un buen administrador de sus talentos.
La parábola también contiene una lección crítica sobre cómo debemos utilizar las capacidades y los recursos que nos ha dado Dios. Dios no espera que seamos pasivos y esperemos a ver qué sucede, Él espera que seamos proactivos y usemos nuestros talentos para fines productivos. La parábola enfatiza la necesidad del trabajo y la creatividad en contraste a la pereza y el desánimo.
¿Qué espera para multiplicar sus talentos?  Usted puede hacerlo, no espere más por un genio, lo que debe hacer es estar dispuesto a salir de su zona de comodidad e ir a una zona de crecimiento. Usted tiene que darse el permiso para ser el mejor en lo que hace, para ser un genio usted mismo. Permítame decirle que nadie lo hará mejor que usted. Esto es un proceso que vale la pena y tendrá recompensas tanto en la tierra como en el cielo.
Los talentos están en usted, no deje que el miedo, la comodidad, las limitaciones o los mitos que se ha formado lo detengan de ser la persona que Dios diseñó, una persona visionaria, valiente, creativa, emprendedora. Nadie hará por usted lo que usted ha sido llamado a hacer.
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. Josué 1:9
¿Está usted dispuesto a multiplicar sus talentos? ¿Qué medidas va a tomar para ir más allá de su zona de comodidad? 

El mejor de los regalos- Reflexiones


¿Tienes problemas para escoger el regalo perfecto para alguien? Una amiga me transmitió alguna sugerencias:
* El Regalo de Escuchar: Sin interrumpir, sin planificar nuestra respuesta. Tan sólo escuchar.
* El Regalo del Afecto: Ser generoso con abrazos, besos y palmaditas en la espalda, siempre que sea de la forma apropiada.
* El Regalo de la Risa: Compartir historias y chistes. Tu regalo dirá: “Me encanta reírme contigo”.
* El Regalo de una Nota Escrita: Expresar nuestro aprecio o afecto por medio de una breve nota escrita a mano.
* El Regalo de un Cumplido: Decir con sinceridad, ” Hoy estás fantástico” o ” eres una persona especial”, puede despertar una sonrisa.
    Pero, al comenzar este mes especial de celebración, ¿por qué no entregar el mejor regalo que has recibido? Comparte la verdad de que “la dádiva de Dios es Vida Eterna en Cristo Jesús”.
    El mejor regalo se encontró en un pesebre
    Recuérdales a otros que “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda mas tenga vida eterna” Juan 3:16
    Jesucristo es el mejor regalo. “¡Gracias a Dios por su don inefable!” 2 Corintios 9:15 

    Espíritu de Dios- Reflexiones con Video


    Espíritu Santo de Dios
    Quiero sentir tu gloria en mí
    Soplo de Dios, fuente de amor
    Quiero vivir rodeado de ti
    Espíritu Santo de Dios
    Quiero sentir tu gloria en mí
    Soplo de Dios, fuente de amor
    Quiero vivir rodeado de ti
    Tu gracia llene hoy mi ser
    Bautízame con tu poder
    Aliento de vida presencia divina
    Anhelo más que ayer tu unción
    Satúrame con tu amor
    Santo Espíritu de Dios
    Soplo de Dios