miércoles, 27 de agosto de 2014

La Perfección del Amor

El amor… todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
1 Corintios 13:7.
Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos.
2 Timoteo 2:10.
el amor nunca deja de serEl amor todo lo sufre. Nunca disculpa el mal, sin embargo no rechaza a aquel que lo comete, sino que lo advierte. Ayuda a llevar la carga de los que sufren, siente el dolor de aquellos a quienes ama, y está dispuesto a soportar las consecuencias de las faltas de ellos.
El amor todo lo cree. No es cínico. El odio cree lo peor, pero el amor cree lo mejor. Cree que el mal será confesado y perdonado, y que quien lo cometió se arrepentirá y volverá a Dios. Cuando alguien obra mal, el deseo del amor siempre es ayudarle a levantarse.
El amor todo lo espera. Es capaz de ello porque pone su confianza en el Dios vivo, quien hace milagros. Un hermoso ejemplo del amor es el de los padres cristianos, que siempre tienen la esperanza de que su hijo extraviado se vuelva a Dios. Esperan y oran, porque aman a su hijo.
El amor todo lo soporta. El verbo empleado en griego designa en particular, la manera en que una tropa de soldados mantiene una posición vital a toda costa y hasta el final. El amor aguanta por aquellos a quienes ama. Se mantiene firme a pesar de la oposición, sin cansarse de creer o esperar. ¿Dónde halla tal fuerza? En Jesús, quien todo lo soportó: la contradicción, la soledad, el odio, el sufrimiento extremo, el abandono de Dios. Ahora Él está junto a Dios, lejos del mal, pero permanece cerca de los que creen en Él, quienes a su vez pueden soportarlo todo gracias a la fuerza que viene de Él. 

¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida?

Hay dos claves para conocer la voluntad de Dios en una determinada situación: 
(1) Asegurarse que lo que se está pidiendo o considerando hacer, no sea algo que la Biblia lo prohíbe. 
(2) Asegurarse que lo que se está está pidiendo o considerando hacer, va a glorificar a Dios, y va a ayudarlo a usted a crecer espiritualmente. 
Si estas dos cosas son ciertas, y Dios todavía no le ha dado lo que le está pidiendo, entonces es probable que no sea voluntad de Dios que usted obtenga lo que está pidiendo. O quizá, usted simplemente necesita esperar un poco más de tiempo para recibirlo. Algunas veces conocer la voluntad de Dios es difícil. La gente quiere que Dios básicamente, les diga qué hacer, dónde trabajar, dónde vivir, con quién casarse, etc. Romanos 12:2 nos dice, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Dios raramente da a la gente esa información directa y específica. Dios nos permite tomar y hacer decisiones referentes a aquellas cosas. La única decisión que Dios no quiere que hagamos es pecar o resistirse a Su voluntad. Dios quiere que tomemos decisiones que estén de acuerdo con Su voluntad. De manera que, ¿cómo saber cuál es la voluntad de Dios para usted? Si usted está caminando cerca del Señor, y deseando de verdad Su voluntad para su vida, Dios va a colocar Sus propios deseos en su corazón. La clave es desear la voluntad de Dios, no la suya propia. “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmos 37:4). Si la Biblia no habla en contra de sus peticiones, y si éstas realmente, pueden beneficiarle espiritualmente, la Biblia le da “permiso” para tomar decisiones y seguir a su corazón.


Dios puede hacer milagros

 “Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de DIOS? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.” JUAN 11:38-44

Hace unos años, un joven de dieciocho años llamado Lottie Stevens y un amigo partieron del archipiélago de Nueva Caledonia, Oceanía, en un bote de motor con el fin de disfrutar un paseo de pesca por las azules aguas del Pacífico Sur. Unas horas después, el paseo se convirtió en drama y en tragedia cuando se desató una tormenta y una enorme ola arremetió contra el bote, el cual zozobró y ambos cayeron al agua. El amigo desapareció casi inmediatamente en el inmenso océano infestado de tiburones, pero Lottie sintió que un cuerpo frío y viscoso lo levantaba y lo llevaba cargado. Era una enorme raya marina que estaba debajo de él y que nadó una distancia de más de 700 kilómetros durante 13 días, hasta depositar a Lottie, exhausto y casi moribundo en la playa de una isla, de donde más tarde fue rescatado.
¿Sería este un hecho extraordinario producto de una increíble casualidad? ¿O sería un milagro? ¿Por qué no un milagro? De vez en cuando ocurren en el mundo sucesos totalmente inexplicables. Muchos de estos incidentes asombrosos (tales como los de personas que se salvan en naufragios, o escapan en medio de incendios impetuosos o se recuperan de accidentes increíbles o de enfermedades supuestamente incurables) son obra de DIOS, que responde a las oraciones de sus hijos.
Quizás DIOS lo permite así para enseñarle a ese mundo científico, incrédulo y burlón, que en este planeta en que vivimos, hay algo más que fórmulas matemáticas frías y exactas. También hay un DIOS todopoderoso que tiene bajo Su control toda una gama de hechos sobrenaturales, acontecimientos misteriosos, sucesos inexplicables ante los cuales la orgullosa razón humana tiene que ceder y decir: “No lo entiendo”.
¿Cómo dividió Moisés las aguas del mar Rojo? ¿Cómo estuvo Jonás tres días y tres noches en el vientre de un gran pez? ¿Cómo multiplicó Jesucristo los panes y los peces? A través de toda la Biblia leemos acerca de estos milagros portentosos de DIOS.

Es maravilloso saber que estamos aquí para amar a Dios sobre todo

 ¿Qué es lo principal?
Esa pregunta me vino a la mente mientras observaba al perro de mi nieto buscar y traerme una pelota una y otra vez.
¿Qué es lo principal?
refle-punto02Eso es lo que el autor de Eclesiastés preguntó mientras pensaba en el monótono ciclo que observaba en la naturaleza y la vida: las mismas cosas sucediendo año tras año, generación tras generación.
¿Qué es lo principal?
Eso es lo que un hombre de negocios jubilado se preguntaba, cuando me dijo que prefería morir que vivir más tiempo. Había visto y hecho todo lo que había querido. Había llegado a un momento en que la vida le daba más dolor que placer.
¿Qué es lo principal?
He aquí lo principal. Unos cuantos años antes de que muriera un amigo mío, dijo: "La vida es una experiencia maravillosa. Es magnífico ver que Dios mantiene la naturaleza funcionando según su patrón.
Y es maravilloso saber que estamos aquí para amar a Dios por encima de todas las cosas y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Es consolador creer que todos nuestros pecados están perdonados por lo que Cristo hizo en la cruz. Y es emocionante pensar en la eternidad que Dios tiene para nosotros. Ciertamente que es fantástico estar vivo."
La vida puede ser deprimente cuando se deja a Dios fuera. pero ¡qué emocionante es cuando Él está en el centro de la misma!

¿Preocupado? Pues ore a Dios

“Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe?”(Mateo 6:30. NTV)

Iba de camino a casa, y cuando ya estaba muy cerca del apartamento, recordó que no traía el pan para el desayuno. Su esposa insistió varias veces sobre el asunto. “De camino a casa, tráelo. No lo olvides, querido”, le dijo, enfatizando las tres palabras que ahora le inquietaban: “No lo olvides…”
Detuvo el coche en una calle cercana. Pasaban ya las nueve de la noche, ¿regresaría al Centro Comercial? Realmente estaba cansado. Lo que le inquietaba era la reacción de su esposa, se pondría molesta. Estaba cansado y decidió seguir adelante.
Rosa María lo recibió con una enorme sonrisa. Él pensó: “Si se da cuenta que no traje el pan del desayuno, su sonrisa se borrará del rostro.” Y se lo dijo. Esperó qué diría ella. La mujer simplemente sonrió y le excusó: “Todo se puede resolver, querido, mañana haremos panecillos tostados” de molde. Y pasó a otro tema.
Child PrayingCarlos respiró tranquilo, dejó los papeles que traía de la oficina en una mesita y se dispuso a disfrutar de la cena. ¡Nada de lo que temía había ocurrido!
¿Qué es lo que nos impide vivir plenamente? Sin duda, las preocupaciones. La lista es enorme: el alquiler, el colegio de los hijos, la cuota del coche que se compró hace tres años, si se rompe una tubería, la estabilidad en el empleo… La lista puede ser infinita.
¿Por qué ocurre esto? Porque deseamos tener siempre controladas todas las cosas. No queremos aceptar que “alguien más” tenga todo bajo su dominio, aunque ese alguien sea Dios. Las preocupaciones son el mal de nuestro tiempo, causante de enfermedades y muertes, muchas más de las que imagina anualmente.

Pero, ¿qué dice Dios respecto a las preocupaciones? Si pudiéramos sentarnos en el Despacho celestial para llevarle a Dios esa preocupación que no nos deja dormir, nos repetiría las palabras que enseñó el Señor Jesús hace más de dos mil años: “Por eso les digo que no se preocupen por la vida diaria, si tendrán suficiente alimento y bebida, o suficiente ropa para vestirse. ¿Acaso no es la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos? ¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida? ¿Y por qué preocuparse por la ropa? Miren cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni cosen su ropa; sin embargo, ni Salomón con toda su gloria se vistió tan hermoso como ellos. Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe?”(Mateo 6:25-30. NTV)