jueves, 10 de enero de 2013

¡Vuela! - Reflexiones con Vídeo - A pesar de todo…Vuela

Vagando por el mundo sin ninguna dirección
Perdido en el vacío de dudas y temor
Cuando miré al cielo la esperanza me alcanzó
De luz toda mi alma se llenó
Si sientes que tu vida ha perdido la razón
Te agobian los problemas y no encuentras solución
Levanta tu mirada y te abrazará el amor
Extiende hoy tus alas y dile adiós a tu temor.
Vuela… más alto
No hay techos en el cielo que te puedan detener
No dudes, confía todo será posible si tan sólo crees.
Si sientes que tu vida ha perdido la razón
Te agobian los problemas y no encuentras solución
Levanta tu mirada y te abrazará el amor.
Extiende hoy tus alas y dile adiós a tu temor
Vuela… más alto
No hay techos en el cielo que te puedan detener
No dudes, confía todo será posible si tan sólo crees.
Levanta tu vuelo, no temas es tiempo.
Vuela… más alto
No hay techos en el cielo que te puedan detener
No dudes, confía todo será posible si tan sólo crees.
Vagando por el mundo sin ninguna dirección
Perdido en el vacío no encontraba solución
Ahora voy volando en las alas del amor
Porque miré al cielo sin temor… 


 A pesar de todo…Vuela

Cuando el camino se hace cuesta arriba…
NO LO DEJES
Cuando las cosas andan mal…
NO ABANDONES
Cuando no consigas resultados y se sumen los problemas…
NO TE RINDAS
Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar…
NO TE CAIGAS
Cuando la suerte, te sea adversa y no encuentres fuerzas para seguir…
NO RENUNCIES
Cuando no encuentres compañeros de lucha…
NO TE APURES
¡Hay manos que sostienen las tuyas!
Cree y siente cada minuto de tu vida, deja que tu alma “vuele libre” por los jardines hermosos de la confianza en Dios, que llega donde nuestra visión no puede alcanzar, pero sí nuestro corazón puede sentir.
¡Tu alma desea estar libre para darte fuerza y estímulo!
INTÉNTALO
Cierra los ojos durante algunos minutos y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.
No podemos cambiar el mundo, ni quitar todo el dolor de la tierra, ni tener ya resueltos todos nuestros problemas, pero podemos mirar con amor, todos y cada minuto de nuestra vida..
Si pensamos que todo es pasajero miremos con amor lo negativo, que te encamina a la perfección, y luego observaremos con felicidad el cambio del mal en bien, de las tristezas en alegrías.
Lo que hoy nos hace sonreír fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer.
Nuestras faltas de hoy, también son las alegrías de mañana.
Las personas se van, los amores se pierden en el tiempo, los problemas se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día siguiente… no te quedes en el medio del camino porque allá adelante… ¡te espera la recompensa de Jesús!
Dios te hizo para volar.
Para ir por encima de las circunstancias de la vida y mirar hacia el cielo.
Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Éxodo 19:4.
Y dije: !Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Salmo 55:6
Ten misericordia de mí,oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé Hasta que pasen los quebrantos. Salmo 57:1

Trilogías: Dios, el Templo y el Hombre - Devocional

Si me preguntaran qué aspecto de la personalidad de Dios resulta más cuestionable para todos, incluyendo a los creyentes, es sin duda la capacidad que posee el Creador en manifestarse en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, que a su vez forman una unidad indivisible.
El asunto resulta aún más comprometedor cuando ciertos pasajes bíblicos, usados sin un estudio profundo, revelan una total separación entre ellos. Por ejemplo el pasaje de Hechos 2:32 al 33, que dice así: “A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís”.
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¿No se deduce cierto grado de dependencia y subordinación del Señor a su Padre celestial? Obviamente sí, y son textos como este, los que los movimientos sectarios, desde Arrio de Alejandría en el sIV, hasta Charles T. Russell, fundador de la secta de los Testigos de Jehová, han utilizado como base para negar la divinidad de Cristo.
Con la unidad entre ellos y el Espíritu Santo sucede otro tanto. Al decir que el Espíritu Santo se recibe del Padre, es como si fuese una fuerza activa, usado a voluntad exclusiva del Padre, y no propia.
Por fortuna, los que yerran en esta dirección son los menos, pues cada día hay más personas deseosas de escudriñar las Escrituras y hallar verdades absolutas, como parte de una enseñanza general de la Palabra, y no extraer versos al azar y desarrollar con ellos una limitada tesis bíblica.
Partamos de que sería imposible limitar a Dios en nuestro cerebro humano, y, aunque no podamos explicar cómo Dios se manifiesta en tres personas, pues los seres humanos no podemos explicar lo que no hemos visto, también sabemos que para Dios no existe la palabra imposible. Así lo revela la Escritura en Lucas 1:37 “porque nada hay imposible para Dios”.
Además de eso vemos que, aunque los autores neotestamentarios aluden a cierta independencia entre las tres personas de Dios, constantemente los menciona formando una trilogía de poder, en la cual, la voluntad de uno sería imposible sin la ayuda del otro. El mismo pasaje de Hechos 2:32-33 que acabamos de analizar, así lo demuestra. Los tres fueron y son “colaboradores” en los planes del propio Dios "trino" en su conjunto.
Pero también la Palabra deja constancia de esta unidad substancial en textos claves como 1ra Juan 5:7 que dice “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.”
En 2da Corintios 13:14 encontramos, además un dato muy importante: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.” Es como si cada uno tuviera su propia función, y, como vemos, la del Espíritu Santo es la de darnos comunión a unos con otros.
El creyente puede disponerse a creer en la perfecta y santa Trinidad del Señor, abriendo su corazón a la sana enseñanza de la Palabra, entendiendo con ello que esta relación tripartita no es en modo alguno exclusiva de Dios. Nuestro Creador nos muestra, por medio de otros ejemplos, que su trilogía guarda relación con otras trilogías.
En los días del Antiguo Testamento, Dios tenía necesidad de indicarle a su pueblo, Israel, un lugar donde ellos pudieran adorarle. Este es el caso del Tabernáculo de reunión, que fue el primer templo o lugar de adoración a Dios. El Tabernáculo no fue una obra que dejó el Creador al libre arbitrio de su pueblo, sino que dio instrucciones precisas acerca de cómo debía construirse, así como de sus instrumentos y mobiliario interno. En los capítulos 25 al 27 y del 36 al 40, del libro de Éxodo se describen detalladamente estas instrucciones.
En el Tabernáculo encontramos otra trilogía, la cual tiene que ver con la estructura del mismo. Luego, al construirse el templo por Salomón, aún cuando el nuevo edificio superaba en dimensiones, belleza y lujos al sencillo tabernáculo, la estructura, no obstante, se mantuvo. Primero encontramos los atrios, entre los cuales sobresale el atrio de las gentes, donde en época del templo herodiano se encontraban los extranjeros y mercaderes.
Dentro del tabernáculo y posterior templo encontramos el lugar santo, donde estaría la mayoría del mobiliario, como la mesa de los panes de la proposición y el candelero de oro. La Palabra así lo establece en Éxodo 26:35 “Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado sur del tabernáculo; y pondrás la mesa al lado del norte.”
¿Qué estaba más allá del citado velo? Ahí estaría el lugar Santísimo, o Santo Sanctorum. El verso 33 de ese mismo capítulo 26 de Éxodo, así nos lo explica: “Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el santísimo.”
Quizás este lugar especial sería el más sencillo, sin duda, en comparación con el resto de lugares similares en otros templos paganos. Además el arca del testimonio, dentro del cual estaban la Ley de las Diez Tablas, la vara de Aarón y restos del alimento que Dios dio a su pueblo, el maná. Pero con eso era más que suficiente. Una vez que el tabernáculo estuviera listo, éste dejaría de ser una construcción cualquiera para ser morada de Dios, pues allí estaba la presencia del Dios vivo. Como lo deja claro el capítulo 40, verso 34: “Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.”
Siglos más tarde, el templo salomónico es erigido como morada de Dios, y algo similar ocurriría: “Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová. Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová”, (1ra de Reyes 8:10-11)
La presencia de Dios estaba en ese lugar y era, para los testigos, asombroso el poder del Altísimo. Ahora bien, sin lugar a dudas, si Dios tuviera un carácter unipersonal, ¿cómo podría reducir su presencia a este pequeño espacio, a la larga, limitado? La propia presentación del Todopoderoso en tres personas, permite que su Santo Espíritu morara entre su pueblo escogido, mientras Dios en su conjunto continuaba con sus labores universales. Recuérdese que el Santo Espíritu tiene la potestad de darnos comunión los unos con los otros.
Ahora bien, la manifestación terrenal del poder de Dios quedó reducida a cenizas en el 586 AC, cuando Nabucodonosor destruyó el templo y llevó consigo todo lo que en él había. El Dios santo, hartado del pecado de su pueblo, había retirado su presencia del mismo: “Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del umbral de la casa, y se puso sobre los querubines. Y alzando los querubines sus alas, se levantaron de la tierra delante de mis ojos; cuando ellos salieron, también las ruedas se alzaron al lado de ellos; y se pararon a la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehová, y la gloria del Dios de Israel estaba por encima sobre ellos”, (Ezequiel 10:18-19)
Pasaron más de 600 años en los cuales, Dios no manifestó su gloria al hombre hasta que se consumó el sacrificio en la cruz de Cristo. Entonces el amoroso Dios "trino", escogería otro templo para habitar de manera permanente: el propio hombre pecador. Toda vez que la sangre del Señor limpia al ser humano arrepentido, éste comienza a vivir por la Fe en este sacrificio, llenándose de la gloria del Padre.
En pasajes como 1de Corintios 6:19-20, Pablo hace énfasis de qué éramos después de convertidos: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
Al igual que en el Tabernáculo, y en el Templo salomónico es el Santo Espíritu de Dios, la tercera persona de la Trinidad, quien mora en nosotros. También el hombre está conformado por tres elementos, a decir: cuerpo, alma y espíritu. Son ellos proporcionales a los tres niveles en los cuales estaba distribuido el Tabernáculo.
El atrio es nuestro cuerpo de pecado, o de muerte como afirmaba Pablo en Romanos 7:24. Es nuestro elemento físico y visible. Es allí donde se libra la más dura batalla espiritual. Por una parte, el deseo carnal de darle riendas sueltas al apetito pecaminoso, y de otro lado, el deseo de ser obedientes a nuestro Padre.
Jesús puede entrar en nuestros miembros carnales, como entró una vez en el atrio del templo herodiano, expulsando con azotes a nuestros enemigos espirituales que nos alejan de Dios. Este hecho es de los pocos que quedó registrado por los cuatro Evangelios, siendo mi preferido el descrito en Juan 2:15-16:“Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado”. Dios puede cubrir la malicia de tu pecado carnal y sacarlo de en medio, de entre Él y tú.
Pero una vez dentro de ti, la obra redentora continúa y llega al segundo nivel del hombre: su alma. Del griego psyche, el alma no es más que el conjunto de pensamientos, sentimientos, convicciones, moral, etcétera, que nos hace seres únicos y especiales. Si analizamos bien, nuestras diferencias físicas son muy pocas. Es, sin duda, en el terreno subjetivo donde mayormente se aprecian las diferencias entre los seres humanos. Son estas diferencias subjetivas o mentales de cada ser humano las que traen consigo la perdición del mundo.
Dios puede restaurarnos las heridas del pasado, cambiarnos las debilidades de la personalidad, hacernos personas mejoradas, cuando su amor llega como espada aguda y hace suyo este elemento del hombre. El alma es el lugar santo del Tabernáculo, y es esa misión de Dios: hacernos crecer en santidad, como dice la Palabra“porque escrito está: Sed santos porque yo soy santo”, (1ra Pedro 1:16).
Por último, el Señor quiere vivir en tu corazón y cambiar tu espíritu de pecado e iniquidad en espíritu de hijo de Dios. A eso vino el Señor, a cortar el velo que cubre nuestro corazón, y pasar más allá del lugar Santísimo, para darnos una plena comunión con Él.
Cristo puede darnos la satisfacción de vivir una existencia terrenal, sin pecado que melle nuestra carne; sin el tormento de un alma desgraciada y sin la transgresión de un espíritu de subordinación al pecado y sus vicios: “En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu”, (1ra Juan 4:13).
¡Qué honra y honor nos hace el Altísimo! Siendo nosotros corruptibles y perecederos, llegamos a ser el destino de su gloria pura e inmortal.

Sencillamente la condición "trina" de nuestro Dios y Señor, encaja en las tipologías de su gloria terrenal: primero el Templo, construido a mano, y luego el sujeto, redimido por la sangre de Cristo.

Rompe con todo pensamiento limitador - Devocional - vídeo

Nunca pierdas el tiempo tratando de aclarar tus metas. Sigue creciendo. Todo sueño tiene su enemigo: el sueño de David despertó el odio de su hermano Eliab; el sueño de Ana, los celos de Penina, el sueño de José, la envidia de sus once hermanos; el sueño de Jesús, de los saduceos. Los soñadores siempre levantamos el vuelo; antes de quedarnos con la duda: “¿y si lo hubiese logrado?, ¿y si hubiese podido?” No importa que nos caigamos; somos águilas: volveremos a levantar el vuelo otra vez. Sigue mejorándote; superándote; invirtiendo tiempo en ti. Los críticos siempre hablan, pero lo importante no es lo que ellos dicen. Porque ellos siempre son los números dos; lo importante es lo que te dijo antes el número uno: qué dijo Dios.

El apóstol Pablo decía: “Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta”
¿Cómo podemos olvidar lo que quedó atrás?
romperTodos tenemos un pasado que dejar atrás y es nuestra decisión hacerlo. El pasado siempre vendrá a nuestra mente, pero tenemos que aprender a administrar los recuerdos. Todo lo que nos trae tristeza, lo tenemos que sacar de la mente con una promesa de Dios; no podemos sacar algo de nuestro corazón sin poner otra cosa en su lugar. Hay que vestirse del nuevo hombre, de la nueva mujer. Cada vez que podemos transformar el dolor en un don para ayudar a otros, encontramos una manera de darle sentido; ese dolor se convierte en una forma de bendecir a otras personas.
“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”.
¿Recuerdas la historia de Jabes? Ese hombre que oró a Dios y le dijo:
“¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras del mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió”
Jabes dijo: Dios dame todas las cosas buenas, ensancha mi territorio, rompe mi frontera, pero también dijo: “Si tu mano estuviera conmigo”; Señor, yo quiero que tú me acompañes, quiero tu Presencia, quiero andar en el Espíritu. No quiero ir a la iglesia sólo los domingos para recibir mi milagro, irme a mi casa y volver el otro año para pedirte algo. NO, "quiero que tu mano esté conmigo cada día”.
Hay gente que no sale de su situación limitante porque es gente que le ha pedido bendición, le ha pedido ensanchar el territorio, pero no le ha dicho: “Señor, quiero que camines conmigo cada día de mi vida”. Cuando camines cada día con el Señor, tu futuro será de gloria en gloria y de poder en poder.
En el valle de sombra de muerte, ¡Dios les restregará en la cara a tus angustiadores todo lo que él te dará! (Salmo 23)
El valle: representa las  deudas, el dolor, la enfermedad, los problemas etc. pero por allí sólo vas a pasar,  no te quedarás en el valle.
Jesús ungirá tu  cabeza con perfume, en medio del valle te va a mandar a la mejor fiesta de la celebración y bien perfumado.
David escribió este salmo en un lugar desértico llamado Mahanaim cuando su hijo Absalón le estaba persiguiendo. Miles de años atrás, Jacob había estado allí (cuando se iba a encontrar con su hermano Esaú, con quien había tenido serios problemas), y le habían salido al encuentro ángeles de Dios;  y cuando Jacob les vio dijo: “Campamento de Dios es este”; y llamó a aquel lugar Mahanaim.
Estos hechos simbolizan que en medio de los malos momentos tendremos un campamento celestial que nos rodeará.
Dios puso muchos sueños en tu espíritu y cuando estés pasando por dificultades, al recordarlos, servirán para alentarte, motivarte y serán el apoyo necesario para superar la circunstancias difíciles que atravieses.

 El Salmo 23, está escrito en  tiempo futuro, por eso tú mañana serás bendecido y, cuando estés bien, el Ángel celebrará contigo y, cuando estés mal, él te levantará. Y también hay una promesa para tu vida: que “el bien y la misericordia te seguirán todos los días de tu vida”. Determina sobre tu vida todo lo que estás esperando que te pase, ¡Tienes que romper con todo pensamiento limitador y soñar de acuerdo al corazón de Dios!


Con los brazos abiertos - Devocional - vídeo


Los brazos abiertos, generalmente, son símbolo de entrega, de brindarse; de intención, del ofrecimiento de un abrazo o esperar la respuesta de otro. Pero el gesto, sin importar la dirección ni el objeto afectivo, siempre lleva implícito el hecho de darse a sí mismo sin reservas. Un abrazo es capaz de trasmitir lo que no transmite un beso, una caricia u otras expresiones afectivas. Un abrazo es profundo, es acercar el alma a la del otro. Poner corazón con corazón. Inspira seguridad, sensación de protección, cercanía.
Como seres humanos y creyentes, necesitamos amor. Tanto si necesitamos dar como recibir amor, también necesitamos un abrazo. Un abrazo comienza, se ofrece, se demanda, revela su intención con un gesto inicial: los brazos abiertos. Un bebé lo sabe instintivamente. Abre sus bracitos cuando necesita del cálido y protector abrazo de la cercanía de papá o mamá.
Inclusive hay quienes ven en un abrazo un inicio y también la culminación, el término de algo. La última vez que un amigo querido que vive a unos 1000 kilómetros de mi lugar de residencia estuvo en casa, cuando nos encontramos, nos mezclamos en un cálido y emocionado abrazo. El inicio. Cuando llegó el momento de su regreso a casa, de la despedida, fue otro tanto. Otro emocionado abrazo. La finalización. Esto es válido en todos los órdenes de la vida. Y con Nuestro Amado Señor, las cosas no fueron muy diferentes.
En una representación navideña, podemos ver al niñito Jesús en un pesebre recostado en su improvisada cunita, junto a María y José con sus bracitos abiertos.
Me emociona pensar, también me llena de gratitud, el hecho de que Jesús se presentó a este mundo, ante los pastores de la región que acudieron al llamado del ángel, con sus brazos abiertos. Cuando terminó sus días sobre esta tierra, también lo hizo con sus brazos abiertos, pero esta vez sobre el madero de la cruz.
Un comienzo. Sus pequeños bracitos abiertos revelando intención de amor y entrega sin reservas. El abrazo de un tierno niñito recostado en un pesebre que nacía en este mundo trayendo vida donde la muerte había establecido su reino, para brindar luz en la oscuridad.
Un final. Una entrega absoluta e incondicional a una muerte cruenta en la cruz. Brazos abiertos en un simbólico abrazo a la pobre humanidad y un “¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!” (Lucas 23:34).

Amado Señor Jesús… ¡Gracias!

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

(1 Juan 2:1-2 RV60) 

Eres suficiente - Danilo Montero




Busqué tesoros que no me llenaban
emociones que no se quedaban
sólo estar contigo es lo que satisface mi alma

Veo en la cruz mi culpa pagada
es por tu voz que encuentro la calma
sólo estar contigo es lo que satisface mi alma

Eres suficiente para mi vida
devoción, pasión y mi alegría
sólo Tú, sólo Tú Jesús

Busqué tesoros que no me llenaban
emociones que no se quedaban
sólo estar contigo es lo que satisface mi alma

Eres suficiente para mi vida
devoción, pasión y mi alegría
sólo Tú, sólo Tú Jesús

//Sólo Tú
eres mi pasión
eres mi devoción
sólo Tú//

//Eres suficiente para mi vida
devoción, pasión y mi alegría
sólo Tú, sólo Tú Jesús//