lunes, 9 de diciembre de 2013

Las Semillas de paz en la Biblia y en tu Vida Cristiana - Devocional

“…EL FRUTO DE JUSTICIA SE SIEMBRA EN PAZ PARA AQUELLOS QUE HACEN LA PAZ” (Santiago 3:18)
Si quieres presenciar un milagro, siembra una semilla y mira cómo lucha contra todo obstáculo para germinar. Dios se refiere a este principio cuando dice: “…el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz” (Santiago 3:18).

las semillas de paz
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Europa estaba “infectada” de antisemitismo, un niño de 11 años, llamado Heinz, aprendió acerca de “sembrar semillas de paz”. Confrontado por los acólitos de Hitler que transitaban las calles en busca de problemas, Heinz no contraatacó ni tampoco se marchó. En vez de eso, presenció de primera mano cómo la lengua puede producir paz. En el momento que cualquier golpe parecía inevitable, sólo utilizaba palabras para convencer a sus enemigos de lo innecesario de la pelea. 
Años más tarde, después de que su familia hubiera escapado a América, el nombre de Heinz llegó a ser sinónimo de negociaciones de paz. De hecho, ganó el Premio Nóbel de la Paz en 1973. Quizás le conocerás mejor como el ex-Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger. Aunque generalmente trató de restar importancia a sus experiencias anteriores, debes preguntarte si su adiestramiento no comenzó tiempo atrás en las calles de Europa.

Aunque no leemos de Jesús resolviendo muchas disputas, lo que sí sabemos es que Él “construyó puentes” al traer paz y sanar dolencias. Lo hizo por medio de actos de amor tales como: lavar los pies de sus traidores, comer con un cobrador de impuestos despreciado y/o darle esperanzas a una mujer a la cual la sociedad había descartado. 

Las palabras de paz son como semillas; no producen fruto de la noche a la mañana, sino despacio, silenciosamente, trabajan sin verse cambiando los corazones, las mentes, las actitudes, y el futuro. Así que, ¿por qué no intentas tú sembrar algunas “semillas de paz” hoy?

Gratitud en la Biblia - Devocional

Gratitud en la Biblia, aprende a ser grato a Dios

“DAD GRACIAS EN TODO…” (1 Tesalonisences 5:18)
Pablo estaba en prisión cuando escribió: “Dad gracias en todo…”. Él comprendió que la gratitud es una elección diaria que cambia y alegra la vida. Si no lo haces, pierdes el gozo de una vida a nivel superior. Sencillamente, la gratitud es la actitud que marca nuestras “miras” de vida. Pero desdichadamente, muchos de nosotros elegimos un tipo de vida inferior.

gratitud en la bibliaSer desagradecido es un enfoque de vida que se arrastra, se lamenta, y trata de pasar inadvertido por debajo del alcance del “radar” de la esperanza. Es un tipo de vida bajo y sucio, ambiguo, desalentado, depresivo, desagradecido, quejumbroso y negativo. Y todos hemos estado allí, en ese estado. Pero hay otro tipo, un tipo de “altitud” superior, allí arriba donde el aire es limpio, donde el sol brilla y el futuro es tan radiante como las promesas de Dios. Esta vida “vuela muy alto” y se niega a centrarse en lo negativo. Si alguna vez has “volado” por allí, entonces sabes que es donde quieres pasar cada día.

Matthew Henry, el famoso erudito de la Biblia, vivió de esa manera. Hace más de doscientos cincuenta años escribió estas palabras en su diario después de que le hubieran robado todo el dinero que tenía: “Quiero ser agradecido porque: en primer lugar, nunca antes me han robado; en segundo lugar, aunque se hayan llevado mi cartera, no se han llevado mi vida: en tercer lugar, aunque se apropiaron de todo lo que tenía, no era mucho; en cuarto lugar, fui yo el robado y no el que robó”. ¡Menuda actitud victoriosa! Ya que la gratitud es una elección, contéstate a esta pregunta: ‘¿Soy una persona agradecida?’. Si no te gusta la respuesta, ¡haz algo al respecto!

La gratitud – Meditación

Quien no se siente agradecido por las cosas buenas que tiene,
tampoco se sentirá satisfecho con las cosas que desearía tener
Quien no aprende el idioma de la gratitud
no podrá dialogar con la felicidad
La felicidad empieza cuando uno deja de lamentarse por los
problemas que tiene, y agradece por los problemas que no tiene.


El Dr. Alexander Whyte, de Edimburgo, Escocia,
era famoso por sus oraciones en el púlpito.
Siempre encontraba algo por lo cual agradecer a Dios,
aún en las épocas más difíciles.
Un día tormentoso un feligrés se puso a pensar:
No creo que el pastor tenga nada que agradecer a Dios en un día como este,
pero Whyte empezó su oración de la siguiente manera:
“Te damos gracias, Señor, porque no todos los días son como este”.

Cierto día, Matew Henry, el conocido hombre de letras, fue asaltado
por unos ladrones que le robaron la cartera. Ese día escribió en su diario:
“Estoy muy agradecido porque, primero, nunca me habían robado antes;
segundo, porque a pesar de que se llevaron la cartera me dejaron con vida:
tercero, porque aunque se lo llevaron todo, no tenía mucho;
y cuarto, porque me robaron a mí y no fui yo quien robó”.

Las bendiciones más hermosas son las que se obtienen 
con oración y se lucen con gratitud.

“He aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación”
 Esta frase no significaría tanto si no hubiese sido dicha
por un hombre que fue tratado injustamente, encarcelado sin razón,
y que, finalmente, murió a manos del verdugo:
“El apóstol Pablo”

Nuestros ancestros se las arreglaron
sin azúcar hasta el siglo XIII,
sin carbón hasta el siglo XIV,
sin pan tostado hasta el siglo XV,
sin patatas hasta el siglo XVI,
sin pudin hasta el siglo XVIII,
sin huevos, fósforos ni electricidad hasta el siglo XIX,
y sin productos enlatados hasta el siglo XX.

Entonces, ¿de qué nos quejamos?

El que está agradecido por lo poco, disfruta mucho.
Y la mejor evidencia de qué clase de persona somos,
Es nuestra capacidad para expresar GRATITUD.

Fdo.: M.G.L.
 

¡Esa molesta gotera! - Devocional

¿Alguna vez has estado bajo una gotera? ¡Es verdaderamente molesto!
Las goteras son filtraciones que se producen en los techos de las viviendas que aparecen poco a poco. Pequeñas gotas empiezan a caer hasta que se vuelven un hilo de agua, que empieza a arruinar nuestras paredes y el suelo si no lo reparamos a tiempo.
umbrellaDel mismo modo, una relación puede convertirse en una molesta gotera cuando no arreglamos a tiempo los pequeños problemas. Dejamos pasar por alto algunas situaciones sin solucionar, hasta que hacen que la relación sea insoportable.
“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo” Efesios 4:26
Generalmente esto pasa cuando no obedecemos a Dios y dejamos sin solucionar un pequeño enojo que hemos tenido, alimentando este sentimiento por más tiempo del que Dios nos permite. Como no hemos solucionado el problema, lo más probable es que vuelva a pasar y a provocar que nuestro enojo vaya creciendo, hasta darnos cuenta de que la relación está totalmente arruinada.
En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. Salmos 4:8
¿Te das cuenta que uno de los ruidos que más molesta es el de una gotera por la noche? Si tu corazón no está bien porque estás almacenando en él sentimientos negativos, lo más seguro es que “No” tengas paz y no duermas tranquilo porque todavía sigues confiando en tu orgullo, en tus propias fuerzas y no en Dios, quien te manda perdonar.

El Hombre Del Salmo 8 - Salmos

El autor del Salmo 8 nos presenta el retrato del hombre tal como Dios le creó. Se basa en el relato del Génesis sobre la creación. Es significativo el hecho de que en este Salmo no se menciona al pecado. El salmista nos presenta a un hombre deiforme, coronado de gloria y honor. Es el señor de las demás criaturas de la tierra.
El texto hebreo original podría traducirse: “Lo ha hecho un poco menor que Dios”. Es una alusión a la creación del hombre a imagen de Dios. La limitación estaría en que, su espíritu, que fue creado a la imagen de Dios, está sujeto a la carne, y limitado por la muerte. Por eso la distancia entre el Creador y la criatura es infinita. Pero el ser humano está muy por encima de las demás criaturas.
Podríamos afirmar que la distancia que existe entre la materia y el humano, es mucho mayor que la que existe entre el humano y Dios. Por eso, el salmista nos lo presenta como el rey de la creación, y nos muestra una serie de criaturas sometidas a él. Comienza con los animales domésticos, los más cercanos, después pasa a las alturas, y a las profundidades, las aves del cielo y los peces del mar. Todo está sometido al señorío humano.