miércoles, 7 de agosto de 2019

Solo tienes que creer

“Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.” Romanos 3:22 (Nueva Traducción Viviente).
La mayoría del mundo se pierde de la salvación de Jesús por falta de conocimiento. Creen que para recibir la salvación y ayuda de parte de DIOS se tiene que ser una “buena” persona o con altos estándares morales. Piensan que DIOS aún está airado con el mundo y lejos de la gente común, y que es difícil acceder a Él. No obstante por la obra de Jesús en la Cruz, todo el que crea en Él puede ser salvo, libre de cualquier cadena y entrar a la presencia de DIOS.
volvamos a su cruzNo importando los pecados que haya cometido una persona, desde el mismo momento que esta se arrepiente y confiesa sus pecados a DIOS, ya no son vistos sus pecados sino la justicia perfecta de Dios. La santidad y justicia de Dios se reciben por medio de la fe en Jesús, sin importar lo manchada que pudiera estar el alma de una persona; DIOS tiene el poder y amor suficiente para limpiarla.
“»Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el Señor—. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana.” Isaías 1:18 (Nueva Traducción Viviente).
Cuando se recibe el regalo de la justicia y santidad de Jesús por medio de la fe, se obtiene la verdadera libertad, pues la persona ya no intentará por medio de buenas obras agradar a DIOS, sino que las realizará por amor.
La voluntad de DIOS es que todos los que están cansados descansen en Él, que todos los oprimidos sean libres de sus cargas, que los que están esclavizados andén en libertad, que los hundidos en pecado sean limpios y que los enfermos sean sanados. Esto se puede recibir tan solo con creer que Jesús es el Hijo de DIOS y pagó el precio de nuestros pecados en la Cruz.
Si anhelas la salvación de Jesús y ser libre de cualquier atadura o enfermedad, haz esta oración:
“DIOS, reconozco que he pecado contra ti, creo que Jesús es tu Hijo, que resucitó de los muertos, y que pagó por todos mis pecados. Acepto Su sacrificio. Señor Jesús, lávame con tu sangre preciosa y quebranta con tu poder el yugo que me oprime, dame salvación y vida eterna, restáurame y vivifícame; recibo la perfecta salud que Jesús me ha dado. Envía a mí tu Espíritu Santo, en el nombre de Jesús oro esto, Amén.”
Es imperativo que busques una congregación Cristiana donde usen la Biblia como base y reconozcan la existencia del Espíritu Santo y Sus manifestaciones. Busca a Jesús de manera personal y pídele al Espíritu Santo que te guíe en todas tus decisiones y Él lo hará. 
Aquí hay algunos versículos respecto a la salvación que has recibido: 
“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8 (Nueva Versión Internacional). 
“Porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.” Romanos 10:13 (Nueva Versión Internacional). 
“Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” 1 Juan 1:9 (Nueva Versión Internacional).

Nunca es demasiado tarde

Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente. Marcos 5;36.
Durante los agitados momentos posteriores a su ataque al corazón, mi suegra tuvo la ventura de recibir atención médica inmediata. Más tarde, el médico me dijo que el tratamiento dentro de los 15 minutos posteriores al ataque logra un 33% de supervivencia en pacientes críticos, y que solo el 5% sobrevive si es tratado después de ese lapso.
De camino a casa de Jairo, para tratar a su hija gravemente enferma (quien indudablemente necesitaba asistencia médica inmediata), Jesús hizo lo impensable: se detuvo (Marcos 5:30). Lo hizo para identificar a quién lo había tocado, y habló amablemente con aquella mujer. Es de imaginar lo que estaba pensando Jairo: No hay tiempo para esto. ¡Mi hija se está muriendo! Entonces, su mayor temor se hizo realidad… al parecer, Jesús se retrasó demasiado y su hija murió (verso 35).
Pero Jesús se dirigió a Jairo con una palabra de aliento: «No temas, cree solamente» (verso 36). Sin prestar atención a los que se burlaban de Él, le habló a la niña, ¡y esta volvió a vivir! Así reveló que nunca llega tarde. El tiempo no puede limitar lo que Él es capaz de hacer cuando decide hacerlo.

¿Cuántas veces nos sentimos como Jairo, pensando que Dios se retrasó en cumplir lo que esperábamos? Pero para Él el retraso no existe… nunca llega tarde para actuar para nuestro bien. 

Señor, ayúdame a recordar que eres soberano aún del tiempo.
¿Cómo has experimentado recientemente el horario de Dios? ¿Por qué es vital que descanses en la soberanía de Dios, reconociendo que sus planes son lo mejor?

Espera en Dios, Él viene con bendición

Resultado de imagen de Espera en Dios, Él viene con bendiciónCuando no logramos someter nuestra ansiedad al Señor o rendir los problemas a Dios, la desesperación toma el control y genera caos. La fortaleza del cristiano está basada en su confianza en Dios; mientras que la angustia y la desesperación son oportunidades del reino de las tinieblas para afligir al cristiano.
Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor” Salmo 40:1.

a) David esperaba con paciencia en Dios. Salmo 40:1a.
Con mucha frecuencia anhelamos que Dios responda a nuestras oraciones rápidamente, sin embargo, en este caso David espera en el Señor.
No nos dice exactamente la Biblia cuánto tuvo que esperar, pero él tuvo la virtud de ser paciente. David confiaba en la respuesta de Dios, y esto implica creer que Él hará lo mejor y lo hará en su tiempo perfecto.

b) El afán y la ansiedad no son buenos consejeros.

Siempre será mejor para nosotros confiar y esperar en el Señor. Podemos recordar aquí cuando el profeta Samuel le dijo al rey Saúl:
En siete días volveré y sacrificaré holocaustos al Señor”. Era ésta una orden de parte de Dios, pero el rey Saúl viendo que se cumplían aquellos siete días, y que los filisteos venían y soldados de Israel empezaban a desertar de sus filas, se apresuró y ofreció el holocausto a Dios.
Cuando Saúl levantó la cabeza vio que el profeta Samuel venía, lo recibió y el profeta entonces le dijo: “Locamente has hecho, pues no guardaste la instrucción de tu Dios; por esto tu reino no será duradero”. Vemos pues que es muy importante caminar en los tiempos de Dios.

c) Dios escucha la oración de sus hijos, Salmo 40:1b.

En muchas ocasiones, ante el problema el creyente puede pensar que Dios no ha escuchado su oración, pero en realidad Dios sí oye a sus hijos. Él está interesado en la situación de cada uno. El Señor no es indiferente ni insensible a tu clamor.
Aquí debemos hacernos una pregunta importante, y es: ¿Qué momento estaba viviendo David? ¿Cuáles eran las condiciones de su vida cuando escribe este salmo? Precisamente por el contenido del mismo podemos ver que enfrentaba un gran peligro, y por eso clama protección a Dios y pide ser librado de sus enemigos.
El rey Saúl perseguía de una manera feroz y constante a David (pudo haber durado esta persecución unos diez años). Fue sin duda difícil para David vivir ese tiempo, había detrás de él un numeroso ejército que lo buscaba para capturarlo y quitarle la vida.
Sin embargo, la Escritura nos enseña que Dios nunca lo desamparó, ninguna espada enemiga durante todo aquel tiempo lo tocó, el Señor lo protegió todos los días, porque Dios escucha el clamor de sus hijos.