sábado, 19 de octubre de 2013

El ángel en uniforme - Reflexiones - Vídeo

“Donde hay un gran amor, siempre hay milagros”
Esta es una historia de familia, que me contó mi padre acerca de su madre, mi abuela.

En 1949 mi padre acababa de regresar de la guerra, y en todas las autopistas estodounidenses se veían soldados de uniforme que buscaban transporte para llegar a casa, como se acostumbraba en aquella época.
Desgraciadamente, la emoción vivida del encuentro con su familia pronto se vio ensombrecida. Mi abuela enfermó gravemente y tuvo que ser hospitalizada. Eran sus riñones, y los médicos le dijeron a mi padre que necesitaba una transfusión de sangre de inmediato; de lo contrario no pasaría de aquella noche. El problema era que su tipo de sangre era AB-, un tipo de sangre muy poco común, incluso hoy día, pero aún más difícil de encontrar porque en esa época no había bancos de sangre ni vuelos para enviarla. Se examinó a todos los miembros de la familia, pero ninguno tenía el tipo requerido. Los médicos no daban ninguna esperanza; mi abuela se moría.

Bañado en lágrimas, mi padre salió del hospital para ir en búsqueda de la familia, para que todos tuvieran la oportunidad de despedirse de la abuela, y....
...cuando conducía por la autopista, se cruzó con un soldado en uniforme que pedía transporte para llegar a casa. Profundamente triste, mi padre no sentía en aquel momento ningún deseo de hacer una buena obra. Sin embargo, fue como si algo ajeno a él le obligara, se detuvo y aguardó mientras el extraño subía al coche.

Una hora con Dios - Reflexión, Devocional

Hace poco me encontré con una amiga que no veía desde hace mucho tiempo. Nos pusimos a hablar y sin darnos cuenta, pasamos horas y horas poniéndonos al día, contándonos con detalle determinados acontecimientos de nuestra vida, en fin, todo lo que durante años no habíamos podido compartir. El tiempo había pasado sin darnos cuenta. 
Después me puse a reflexionar acerca del uso que le damos a cada momento de nuestra vida.
timecvcY me asombré al comparar cuánto tiempo dedicamos a hablar con amigos y el que dedicamos a hablar con Dios. Sabemos que es muy bueno hablar con amigos, pero llama la atención el hecho de que nos cuesta mucho separar un tiempo para hablar con Dios.
La oración es justamente eso, comunicarnos con nuestro Padre, quien además, siempre estará disponible para escucharnos. Y nunca recibiremos de parte de Él una respuesta como: “Ahora estoy ocupado, háblame mas tarde”; no, de ninguna manera, su oído siempre está atento al clamor de sus hijos.
La oración es el medio por el cual el ser humano tiene una relación íntima con Dios, significa dejar que su paz encienda nuestro ser, es permitir que la luz de Dios resplandezca en nuestro corazón.
Habla con Dios, dile que le necesitas, y hazlo mediante la oración.

Creciendo en su presencia - Devocionales, Meditaciones, Reflexión - Vídeos

Texto bíblico: Ezequiel 47 (Reina-Valera 1960)
En nuestro caminar con Dios vamos experimentando un sin número de experiencias, que nos ayudarán a conocer más a Nuestro Padre y saber cuál es su voluntad en nuestra vida. Por esto es necesario que avancemos de nivel y nos volvamos adictos a su presencia.
1.    ¨Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos.¨ (versículo 3)
creciendo en su presenciaEsta fue una de las cosas que Dios le reveló por medio de visiones a Ezequiel. Quería indicarle que sumergirse en aguas simboliza sanidad, purificación, vida. y todos pasamos por esta fase; El agua hasta los tobillos da significado a los primeros pasos que damos, cuando iniciamos nuestra relación con Dios, y deben ser firmes; abarca todo aquello de entregarle nuestro corazón y empezar a caminar con Él, es estar en la orilla para luego, poco a poco, ir entrando en el mar de su presencia.
2.    ¨Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta la rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos¨ (versículo 4)
Fue avanzando y el agua le llegaba hasta las rodillas, otro nivel donde no solamente nos debemos conformar con oír lo que nos dicen de Dios, sino que debemos conocerle personalmente y tener nuestra propia experiencia; aunque es cierto que para mantenernos firmes, de pie, hay que postrarnos de rodillas a orar, si queremos obtener la victoria debemos, además, humillarnos ante Él y rendirle nuestro corazón. Así es, que debemos pelear nuestras propias batallas.
Más adelante el agua le llegaba hasta los lomos, y ahí es cuando debemos empezar a trabajar en la obra, donde le servimos a Dios y cuando son asignadas nuestras responsabilidades como sus hijos, cuando estamos más llenos de su presencia, y por lo tanto tenemos mucho que compartir a las demás personas, para que también se metan de lleno con Dios. Aquí nos preparamos aún más para nuestro liderazgo, ministerio, y a su vez sembramos y cosechamos para Cristo.
3.    ¨ Midió otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado¨ (versículo 5).
Este es el nivel a donde Dios quiere que lleguemos, y de corazón oro en el nombre de Jesús para que este mensaje se haga realidad en sus vidas. Aquí alcanzamos un gran nivel espiritual, cuando Dios actúa cada vez más y nos guía, cuando dependemos totalmente y no podemos vivir sin Él, sin su presencia; cuando todo lo que hacemos es por Él y para Él, cuando las cosas carnales ya no tienen ningún efecto en nuestra vida.

La mentira más grande - Devocional

“Yo soy el camino, la verdad y la vida, le contestó Jesús. Nadie llega al Padre sino por mí.”
Juan 14:6 Nueva Versión Internacional (NVI)
Esta semana recibí la noticia de que el papá de una amiga muy querida había fallecido. Estaba enfermo desde hace más de un año y esto tenía a la familia muy pendiente de él. Leí el correo de mi amiga y en él me pedía que, por favor, orara por ella, por su familia que estaba muy triste, y que elevara una oración para que su papá encontrara el camino a Jesús. Por supuesto que me puse a orar por todos ellos, pero me quedé pensando en el significado de su petición; el caso era, que para mí estaba claro que ella aún no había conocido a Jesús de la forma correcta, ni le había entregado su vida, todo ello a pesar de que hablaba de Él, que enviaba correos o presentaciones hablando de Jesús. Y el año pasado estuvimos a punto de vernos cuando yo viajé a Colombia, pero por la enfermedad de su papá no fue posible.
Así que, recapitulando,... creo que alguna vez me dijo que ella creía en Jesús, pero que su familia era católica y rendían culto a la virgen, a los santos y también creían en otras cosas no muy santas. Por lo que creo, que Jesús para ella es el que se representa sufriendo en un crucifijo y su madre es intercesora por nosotros para llegar a Él y que también intercede por nosotros en el momento de nuestra muerte.
Por la noche le contesté a su correo electrónico, diciéndole que por supuesto que ella y toda su familia estaban en mis oraciones, pero no quise hablar de nada más porque era un momento muy difícil y doloroso. Yo pasé también por eso y sé que uno escucha, lee o ve el mundo que le rodea como en un sueño, como si no fuera realidad o no estuviera sucediendo. Si a esas personas se les comparte de Cristo justo en ese momento, se genera un rechazo pues están convencidos de que están en posesión de la verdad; pero sí pienso sentarme con ella, si Dios lo permite, y compartirle del verdadero Jesús, el que está vivo, el que nos ama y quiere entrar en nuestra vida para cenar con nosotros y nosotros con Él, el Jesús que es El Camino, La Verdad y La Vida, y que nadie puede llegar al Padre sino a través de Él.
Desgraciadamente, y como mi amiga, existen muchos todavía que han creído la mentira, que se les ha enseñado, de que a Jesús se le encuentra o se le busca en la otra vida, después de que morimos; lamentablemente esto es más común de lo que nos imaginamos y seguro que usted, amado hermano o hermana, conoce a alguien así. Esa es La Gran Mentira que el enemigo ha sembrado en nuestras mentes, para hacérnosla creer y que no nos esforcemos por buscar más allá, para hacernos sentir cómodos en nuestra zona de seguridad creyendo que estamos bien, que somos buenos y que cuando nos muramos vamos a ir directo al cielo.
Ahora bien, la única verdad es que esto es falso, no es verdad, y Jesús no es camino de muerte sino de vida; hay que conocerle aquí en la tierra, durante nuestra existencia, para tener la esperanza de la resurrección y de una vida eterna; tenemos que morir en vida, enterrar nuestro yo y nacer de nuevo mientras estemos vivos, pues una vez muertos ya no hay nada que se pueda hacer, salvo clamar y pedir a Dios misericordia por las almas de las personas que amamos y que se van sin conocerle.

Quiero Disfrutar de La Soledad y El Silencio - Devocional - Vídeo

Hay una ventana en tu corazón a través de la cual puedes ver a Dios.
Una vez esa ventana era transparente y tu visión de Dios era clara. Podías ver a Dios tan nítidamente como podías ver un hermoso valle o una colina.
Entonces, de pronto, la ventana se quebró. Una piedra rompió la ventana. Una piedra de dolor.
Y de repente ya no fue tan fácil ver a Dios. La vista que había sido tan clara había cambiado.
Estás confundido. Dios no permitiría que algo así ocurriera, ¿verdad?
Cuando no lo puedas ver, confía en Él … Jesús está más cerca de lo que jamás soñaste. En el ojo de la tormenta.
Aunque no lo veas, Él está tan cerca de ti que ni te imaginas lo cerca que está. Deja de mirar la ventana rota y comienza a ver quién está más cerca de esa ventana. Te sorprenderás.
El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.
Salmo 91.1–2.
Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. Salmo 138.7
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14.27.